La Iglesia Católica de Corea del Sur ha crecido de 500.000 miembros en 1960 a 5.5 millones de miembros en la actualidad. Se espera que para el año 2044, el 56 por ciento de la población de Corea del Sur sea Católica Romana.
El Papa anhela fomentar un clima de reconciliación y de paz con Corea del Norte, la cual ha estado en un estado de guerra con Corea del Sur desde el armisticio de 1953. Al menos ese fue uno de los principales objetivos de la visita del Papa Francisco a Corea del Sur en agosto de 2014.
Durante su viaje, el Papa Francisco ofreció una Misa por la Paz y la Reconciliación en la catedral de Myeong-dong en Seúl. El arzobispo de Seúl es también el administrador apostólico de Pyongyang, la capital norcoreana. El Papa pidió a los surcoreanos durante su homilía a «dar un testimonio convincente del mensaje de reconciliación de Cristo en sus hogares, en sus comunidades y en todos los niveles de la vida nacional». Luego añadió: «Estoy seguro de que, en un espíritu de amistad y la cooperación con otros cristianos, con los seguidores de otras religiones, y con todos los hombres y mujeres de buena voluntad preocupados por el futuro de la sociedad coreana, ustedes serán la levadura para el Reino de Dios en esta tierra».
El crecimiento de la Iglesia católica en la península de Corea del Sur puede ser importante en la consolidación de una cultura de reconciliación según lo expresan las fuentes de noticias.
El Papa también instó a los países asiáticos que no tienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede a «iniciar un diálogo entre hermanos», ya que «los cristianos no vienen como conquistadores». Corea del Norte es uno de los pocos países que no tienen relaciones diplomáticas con el Vaticano.
La estrategia del Papa Francisco de una «diplomacia de mártires» y un «ecumenismo de mártires» ha llevado a muchos a especular que Corea del Norte podría tener su primer santo canonizado. El obispo Francis Hong Yong-ho de Pyongyang, cuya muerte fue reconocida oficialmente por el Vaticano en 2013, desapareció por el gobierno en 1949. Y en 1950, el brutal régimen comunista de Corea del Norte causó la desaparición o muerte de 166 sacerdotes y religiosos mientras muchos católicos huyeron a Corea del Sur.
La Iglesia Católica no puede venir como un conquistador militar, pero sí viene como conquistador de la popularidad ecuménica. El Papa Francisco está trabajando para sanar las heridas políticas entre las dos naciones, al tratar de fortalecer las relaciones diplomáticas con Corea del Norte.
Es importante tener en cuenta que cuanto más fuerte sea la presencia católica en una nación, más poder tendrá la Iglesia Católica para influir en el orden político y fomentar la reconciliación, lo cual a su vez aumentará la estatura geopolítica de la Iglesia Católica.
«Con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación”. Apocalipsis 17: 2.
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Comments
Sean Taylor
03 de noviembre de 2015 at 15:41 03Tue, 03 Nov 2015 15:41:23 +000023.If the whole world is going to wonder after the Catholic church, then North Korea will have to open up, so it to, can partake in it’s unholy mass and other revolting practices such as its unholy Sabbath and the unholy sexual practices of it’s priests and what not…… The citizens of North Korea will be tested the same as we all are and there will be faithful souls to come out and make a stand with the people of God in these last days. A-men.