Cada vez más tiendas en los Estados Unidos están recurriendo a un modelo de negocio «sin efectivo». Empieza a verse como si a las personas no les importara el hecho de no poder gastar su dinero en efectivo. Aunque todavía es raro que un negocio no acepte efectivo, en realidad se está volviendo más común de lo que se cree. Por ejemplo, las transacciones por Internet se hacen sin dinero en efectivo, las compañías aéreas a menudo rechazan los pagos en efectivo, y así mismo algunas tiendas como la tienda de moda Kit y Ace en Detroit. Vuestros billetes con los rostros de Benjamín, Hamilton, Jackson o Grant ya no serán bienvenidos. Incluso ya hay algunos estacionamientos que no toman dinero en efectivo.
A pesar de que la política de no aceptar efectivo sigue siendo vista como una rareza, esto está a punto de cambiar. La mayoría de la gente lleva muy poco dinero en efectivo. Se les ha incentivado a utilizar sus tarjetas de crédito a través de programas de puntos, millas aéreas e incluso devolución de dinero en efectivo en sus compras.
«De alguna manera, creo que estamos llegando a ver como más y más empresas rechazan el efectivo», dijo Jay Zagorsky, economista e investigador en la Universidad Estatal de Ohio. Zagorsky piensa que en unos pocos años, las familias pobres que no tengan una cuenta bancaria tendrán dificultades para realizar sus transacciones debido a que cada vez más y más tiendas están decidiendo no aceptar dinero en efectivo.
En 2013, un estudio encontró que existe la tendencia de alejarse del dinero en papel. Los minoristas y otras personas tienen un montón de razones para deshacerse del dinero en efectivo. Es eliminar la oportunidad para que vendedores y asistentes de vuelo roben. El efectivo es una invitación al robo (por eso muchas personas no llevan consigo mucho dinero en efectivo). Además no hay necesidad de contar el cambio o hacer balance de la caja.
Por lo general, las personas que pagan con dinero en efectivo también pagan el costo adicional del pago con tarjetas de crédito o débito puesto que éste también se les transmite a ellos.
Algunos investigadores están pidiendo que haya menos dinero en circulación. El economista Kenneth S. Rogoff, en su nuevo libro La maldición del Efectivo, plantea el recorte de los billetes de 100 dólares y sugiere una sociedad con «menos efectivo». Se cree que la mayoría de las transacciones en efectivo son pequeñas y no requieren billetes de 100 dólares. Mas bien el efectivo es considerado el rey en la «economía clandestina» ya que los billetes grandes facilitan el crimen.
Una sociedad sin dinero en efectivo prepararía el escenario para que se cumpla la predicción bíblica para el tiempo del fin en la cual habrá leyes que restrinjan la compra y venta, entre otras consecuencias por desobedecer las leyes de adoración nacionales e internacionales.
“Y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre». Apocalipsis 13:17.
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