La globalización es un indicador profético importante que es parte de los componentes del fin del tiempo. Su desarrollo se ha visto acelerado especialmente desde el fin de la década de 1980 cuando cayó el muro de Berlín. El globalismo y el socialismo han sido parte de la agenda católica romana y los líderes políticos han obedecido de una manera consistente a la élite detrás de escenas para incrementar la infraestructura del globalismo. Muchos pensaron que el globalismo estaba alcanzando su punto máximo después de los atentados del 11 de septiembre.
No obstante, el globalismo se encuentra ahora en desventaja y parece estar en retirada a medida que los movimientos populares han reaccionado en su contra y han elegido líderes que se le oponen como Donald Trump, fortaleciendo los partidos que le resistían como el Marine Le Pen Party en Francia, llevando a sus países a abandonar las coaliciones globalistas como ocurrió con el voto para el Brexit.
Sin embargo, “desenredar la compleja red de enlaces internacionales que se han establecido” para apoyar el globalismo “va a ser un proceso largo y doloroso”.
Pascal Lamy, una vez comisionado de negocios de la Unión Europea y exdirector general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), al hablar en la reunión anual de élites globales en Davós, se burló de la idea de que el mundo vaya a parar ahora el proceso de globalización y dijo que “la reciente disminución del comercio global se esperaba tras los años de rápido crecimiento”.
Roberto Azevedo, el actual director del OMC dijo: “Una diferencia entre la crisis financiera del 2008 y la de los años 1930 es que hoy tenemos reglas multilaterales mientras que en los 1930 no”. Expresó que el proteccionismo que busca la venganza podría resultar en una reducción del comercio mundial de manera sustancial. “Sería una catástrofe de enormes proporciones”.
“Christine Lagarde, directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional dijo que si Trump avanzaba con su agenda comercial, desbarataría todos los beneficios del crecimiento con sus cortes de impuestos y gastos de infraestructura, y mucho más. La esperanza de las grandes organizaciones como el FMI, el Banco Mundial y la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) es que el nuevo presidente pronto pueda entender que hay inconvenientes al poner una tarifa del 45% sobre los productos chinos ya que implica mayores precios para el consumidor y represalias, como para mencionar sólo dos.
La globalización genera perdedores, especialmente aquellos de la clase media, los cuales están en crisis. Los globalistas han “hecho muy poco o nada para asegurar los beneficios que una mayor libertad hubiese equitativamente compartido”, agregó ella. La reacción de ellos está ahora en juego. “En los recientes años, los perdedores han aumentado en número y se han vuelto más vociferantes”.
Durante la crisis financiera, muchos países han silenciosamente recurrido a medidas proteccionistas. Ahora, con Trump, el negociado Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por su sigla en inglés) será desechado. Y el acuerdo bilateral entre Bruselas y Washington conocido como la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (ATCI) se encuentra ahora con muy pocas esperanzas.
El “culto al hombre fuerte” ha traído a líderes poderosos en un rango de países que “no, siempre han sido respetuosos de las reglas del juego”, dijo Mark Malloch-Brown, anterior Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas, citando a Xi en China, Narendra Modi en India, Recep Tayyip Erdogan en Turquía, Vladimir Putin en Rusia y ahora Donald Trump en los Estados Unidos. Ellos conforman una camarilla en el G20, el grupo de los países desarrollados y en desarrollo que fue establecido durante la crisis financiera para proveer un mejor gobierno global. “La democracia burguesa ha sido reemplazada por una generación de Césares”, dijo Malloch-Brown.
Esta no es la primera era de la globalización. La que podríamos llamar Globalización 1.0, que vivió y se sostenía a fines del Siglo XIX, fue una era de libre comercio, migración masiva y flujos de capital libres. Aunque la tecnología es más rápida y las redes globales están más integradas en la actualidad, la primera era de la globalización acabó con la Primera Guerra Mundial.
“La pregunta que no se hizo en Davós fue si el 20 de enero de 2017 sería otra fecha que quedará registrada en la historia por todas las razones equivocadas”. ¿Podría la contrapresión sobre la globalización llevar a otra guerra mundial? Las élites de Davós se aseguraron a sí mismos que la globalización continuaría con algunos golpes en el camino. Ellos aguardan que llegue su hora hasta que la angustia de la clase media la saque del sistema, o las realidades económicas los golpeen duro una vez que las agendas en contra de la globalización sean implementadas.
En Mateo 24:7, Jesús advirtió que la globalización provocaría “guerras y rumores de guerras” y también así lo dijo a través del profeta Daniel y el apóstol Juan. Él dejó claro que en los últimos días, la globalización maduraría (véase Daniel 2, 3 y Apocalipsis 13). Veremos más eventos importantes en un futuro muy cercano.
Comments
Andrew Large
26 de enero de 2017 at 18:21 06Thu, 26 Jan 2017 18:21:59 +000059.Yes, Interesting. Maybe nothing has happened to globalisation. Most nations of the world are more globalised now than they ever have been. International trade is essential for the standard model of economic growth to continue, (the killing of TPP has not put an end to international trade). Advanced communication enable ideas, scientific, social, religious and artistic to be advanced, discussed, collaborated on and progressed in a way that has not been possible previously and indeed seen with the exceptions of Babel and antediluvian society. Most teens, twenty somethings and thirty somethings in many countries around the world have been educated in such a way that globalisation seems like a good idea. Yes we are seeing some opposition to it now but the genie is out of the bottle and given that we are in the end times and time is likely short, globalisation may well have achieved what it needed to achieve in terms of forging the relationships, breaking down barriers and promoting/facilitating social change. If a spanner wasn’t thrown into the globalisation machinery wouldn’t it just keep growing? How would the prophetic picture of a religiously conservative America ever fit into a world where everyone is in love with globalisation? Once the baby boomers have gone, who would oppose it? Who would remember nationalism and patriotism? Perhaps what we are seeing now is another sign of how close we are to the end of things. Perhaps it’s now or never for America to attempt to get back its “glory days”. If this is the case, prophecy tells us that it will go too far and oppress religious liberty by cementing ties with the papacy thereby turning its back on the blessings of God, the very thing it now seems it is trying to avoid given the prominence of Christian influence close to the current US administration.
Andi Qui
27 de enero de 2017 at 19:36 07Fri, 27 Jan 2017 19:36:47 +000047.Plausible
Joan
02 de febrero de 2017 at 23:47 11Thu, 02 Feb 2017 23:47:20 +000020.Is this not thesis ..anti thesis..then along comes a saviour in the name of pope?