International Business Times, por Akshay Saraswat: Si la pandemia de COVID-19 no ha causado ya suficientes estragos en el mundo, las cosas van a empeorar mucho más, si es creíble el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA). Según este organismo, que trata de hacer frente a la escasez de alimentos en todo el mundo, el número de personas que no pueden ganar lo suficiente para alimentarse causará un enorme aumento de la desnutrición a finales de este año.
«Todos los datos de que disponemos, incluido el PMA, prevén que el número de personas que sufren de malnutrición crecerá en un 80% a finales de año,… (esto) apunta a una verdadera catástrofe», dijo el Director Ejecutivo del PMA David Beasley.
Problemas a largo plazo
Este sería sólo el efecto principal del COVID-19 en aquellos sectores de la sociedad que son vulnerables a la escasez de alimentos. Beasley explicó que los efectos a largo plazo de la perturbación causada por la pandemia agravarán aún más la situación en los próximos años.
«Obviamente las tensiones sociales aumentarán, la migración aumentará, los conflictos se intensificarán y es probable que el hambre afecte a quienes no la experimentaron antes», advirtió el alto funcionario de la ONU. Esto tendrá consecuencias devastadoras. «Muchos morirán, los niños sufrirán las consecuencias de la malnutrición durante muchos años, y el mundo perderá todos los progresos realizados en la lucha contra el hambre en la última década», añadió en una interacción con la agencia de noticias rusa TASS.
Regiones más afectadas
El PMA considera que América del Sur es el continente que más sufrirá por la escasez de alimentos inducida por el COVID-19. El número de personas que sufren de desnutrición en esa parte del mundo aumentaría en un 269%. La segunda región más afectada sería Asia central y oriental, donde la tasa de aumento de la malnutrición sería de alrededor del 135%.
El África subsahariana, notoriamente pobre y afectada por el hambre, tampoco se libraría fácilmente. Allí, el número de personas mal alimentadas se duplicaría. Esto supondrá una carga adicional para el PMA, que ya se dedica a alimentar a 138 millones de personas en todo el mundo. Obviamente, la organización está buscando más ayuda financiera.
Según el organismo de la ONU, se necesitan 4.900 millones de dólares sólo para sus actividades en los próximos seis meses. La reciente explosión en Beirut que destruyó las instalaciones de almacenamiento donde se guardaban los granos y el puerto que se utiliza para importar alimentos también ha creado una crisis en el Líbano. El Sudán y Yemen son otros dos países en los que la escasez de alimentos ha sido aguda. La situación ya es sombría.
Conexión Profética:
“Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.” Mateo 24:7.
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