La Primer Ministro británica, Theresa May, dijo que las leyes de derechos humanos serán cambiadas «si se interponen en el camino» de la lucha del país contra el terrorismo. May dijo que buscaría introducir penas de prisión más largas para los condenados por delitos terroristas y facilitar la «deportación de los extranjeros sospechosos de terrorismo».
May supervisó los recortes realizados de más de 20.000 policías durante su mandato como Secretaria del Interior pero ahora trata de apuntalar sus credenciales de seguridad doméstica a raíz de las críticas del partido de la oposición.
Previamente May había pedido una regulación más detallada de Internet para combatir el extremismo y criticó a las empresas de las redes sociales por no hacer lo suficiente para vigilar sus plataformas. Los servicios de seguridad británicos ya poseen amplios poderes antiterroristas que han sido denunciados por Amnistía Internacional como uno de los «más draconianos» de Europa.
Las preguntas sobre cómo Khuram Butt y Youssef Zaghba lograron pasar por la «red», ya que eran bien conocidos por la policía y habían sido investigados, han provocado motivos para erosionar aún más los derechos humanos con el fin de hacer frente a este tipo de amenazas. Butt, Zaghba y otro hombre, Rachid Redouane, chocaron con una furgoneta a los peatones del puente de Londres antes de lanzar puñaladas en bares y restaurantes en el cercano Borough Market el sábado por la noche. Al menos siete personas murieron y decenas resultaron heridas. Los tres terroristas fueron muertos a tiros por la policía.
May dijo que se requiere hacer más «para restringir la libertad y el movimiento de los sospechosos de terrorismo cuando hay suficientes pruebas para saber que son una amenaza pero no son suficientes como para procesarlos totalmente en los tribunales».
En su calidad de Secretaria del Interior, May supervisó la sustitución de las órdenes de control (amplias facultades introducidas en 2005 que colocaron límites extremos a la libertad y el movimiento de los sospechosos de terrorismo) por lo que algunos críticos han calificado de restricciones «diluidas». Pero May ahora ha dicho que debe facilitarse la expulsión de los sospechosos de terrorismo del Reino Unido.
La directora del grupo Liberty, Martha Spurrier, acusó a May de querer destruir las leyes británicas de derechos humanos. «Si Theresa May cumple con sus amenazas, pasará a la historia como la Primer Ministro que entregó a los terroristas su mayor victoria», expresó. «Por los puntos políticos y titulares baratos, ella está dispuesta a socavar nuestra democracia, nuestra libertad y nuestros derechos, las mismas cosas que estos violentos asesinos buscan atacar».
Limitar los derechos humanos de los sospechosos no condenados para eliminar las amenazas extremistas musulmanes también va a traer implicaciones para otras religiones. Muy probablemente su fe cristiana podría ser considerada como extremista y entonces sus derechos humanos también podrían ser restringidos. Proféticamente, el terrorismo realmente ataca las constituciones occidentales para eliminar las libertades de sus ciudadanos. El terrorismo es la herramienta perfecta en las manos del enemigo para lograr esto sin mucha oposición.
Debemos trabajar «entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar» Juan 9: 4.
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