The Epoch Times: Facebook y Twitter han tomado medidas extraordinarias contra el New York Post por un artículo sobre el hijo del ex vicepresidente Joe Biden.
Es la primera vez que las empresas de medios sociales han tomado medidas directas contra un artículo de un importante editor de EE.UU. (el New York Post está entre los cinco principales periódicos por su circulación).
Cabe destacar que las acciones de Facebook y Twitter parecen arbitrarias, sin consistencia o buena razón.
El empleado de comunicaciones de Facebook, Andy Stone, dijo en una declaración que la plataforma estaba «reduciendo su distribución» del artículo del Post, señalando que la acción se produjo antes de que el artículo fuera verificado (por muy dudosos que sean los propios «verificadores de hechos»). Esto plantea interrogantes sobre la base de la medida de Facebook de limitar el alcance del artículo y censurarlo efectivamente.
Twitter fue más allá de Facebook, añadiendo etiquetas de advertencia a los tweets y prohibiendo a los usuarios publicar el enlace al artículo del Post -tanto públicamente como en mensajes directos- y bloqueando a algunos usuarios que lo hicieron, incluyendo al propio New York Post y a la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany.
Después de luchar por dar una razón para la censura, Twitter argumentó más tarde que el artículo del Post violaba sus políticas sobre «información personal y privada» y las violaciones de su «Política de materiales pirateados».
En una declaración separada, Twitter dijo que la plataforma «prohíbe el uso de nuestro servicio para distribuir contenido obtenido sin autorización».
¿Significa esto que en adelante todos los artículos de los medios que contengan documentos filtrados serán prohibidos por la plataforma? ¿Y esta norma se aplicará por igual a todas las organizaciones de medios de comunicación?
Según los propios estándares de Twitter, algunos de los periodistas más importantes jamás producidos, que a menudo se basaban en documentos filtrados, no tendrían cabida en su plataforma.
Las reglas de Twitter y Facebook son tan peligrosamente vagas que las plataformas pueden elegir censurar el contenido como les parezca.
No es un secreto que a medida que las dos compañías han crecido en tamaño e influencia en los últimos años, también lo ha hecho su control sobre el discurso público.
Sería su derecho hacerlo como editor. Pero en cambio, Twitter y Facebook han negado vehementemente ser editores, y en su lugar argumentan que son plataformas abiertas, dándoles protección bajo la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones.
Facebook y Twitter han cruzado esa línea de manera tan pública y descarada que, al igual que los medios que censuran, se han convertido efectivamente en editores, y deben ser obligados a cumplir con las mismas normas de responsabilidad.
Conexión Profética:
“Cuando el protestantismo extienda la mano a través del abismo para asir la mano del poder romano, cuando se incline por encima del abismo para darse la mano con el espiritismo, cuando, bajo la influencia de esta triple unión, nuestro país repudie todo principio de su constitución como gobierno protestante y republicano, y haga provisión para la propagación de las mentiras y seducciones papales, entonces sabremos que ha llegado el tiempo en que se verá la asombrosa obra de Satanás, y que el fin está cerca.” Testimonios para la Iglesia, vol. 5, pág. 426.
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