Aunque los evangélicos no se sienten muy emocionados del pasado irreligioso de Donald Trump, están muy contentos por lo que él está haciendo para ayudarles a conseguir sus objetivos y temas. En el Desayuno Nacional de Oración, ofrecido la semana pasada, Trump reafirmó su promesa de campaña de darles más poder en el gobierno removiendo la Enmienda Johnson, la cual prohíbe a iglesias y pastores de participar en la actividad política.
Trump se ha convertido en un fuerte defensor de las prioridades cristianas conservadoras ya que esto fue la clave de su éxito político. En sus primeros días como Presidente de los Estados Unidos, expresó durante el Desayuno Nacional de Oración: “Me voy a deshacer de la Enmienda Johnson, la voy a destruir totalmente y le permitiré a nuestros representantes de la fe hablar libremente y sin temor a represalias”.
Aquí hay una lista de sus principales acciones hasta el momento:
● Nominación para la Corte Suprema de Neil Gorsuch. El juez Gorsuch nunca ha legislado sobre un caso de aborto pero se ha puesto del lado de los conservadores religiosos en casos importantes y escribió un libro oponiéndose al suicidio asistido y la eutanasia.
● La aparición de Mike Pence, vicepresidente, y Kellyanne Conway, principal consejera de Trump en la marcha anual antiaborto ofrecida la semana pasada. El vicepresidente Pence ha sido el oficial de mayor rango que asiste en persona a la Marcha para la Vida.
● La orden ejecutiva que restaura la prohibición del gobierno de los Estados Unidos para proveer fondos a grupos internacionales que aconsejan el aborto.
● El acuerdo para que los “cristianos perseguidos” tengan prioridad como refugiados.
● Trump está considerando una orden ejecutiva denominada “El Establecimiento de una Amplia Iniciativa Gubernamental para el Respeto a la Libertad Religiosa”.
“Los evangélicos son importantes para Trump de una manera particular”, dijo John Green, un experto en religión y política de la Universidad de Akron en Ohio. “Durante su campaña, él hizo promesas bastante fuertes sobre dos temas: el aborto y la Corte Suprema. Y las ha cumplido hasta el momento”.
Trump ganó las elecciones con el 80% del voto de los blancos evangélicos. Lo que convenció a muchos evangélicos para que tomaran su decisión y salieran a votar, fue la promesa de la campaña con respecto a la ubicación de jueces conservadores en la Corte Suprema.
Noten las circunstancias que llevaron a los evangélicos a votar por Trump. El desagrado por la candidata demócrata Hillary Clinton, su fuerte apoyo al aborto y los derechos de la comunidad gay, la vacante en la Corte Suprema tras la muerte del juez Antonin Scalia, resistencia a la nominación de Merrick Garland para ese puesto por parte del presidente Obama, y la fuerte promesa de Trump de nombrar jueces conservadores a la alta corte. Todo esto contribuyó a motivar a los cristianos conservadores a votar.
Trump se mantiene cercano a la base de su apoyo religioso. En una entrevista con la red conservadora Christian Broadcasting Network, Trump dijo que él confiaba en Dios ahora más que nunca por ser Presidente. “Puedo decir que la responsabilidad es tan grande que se necesita de Dios más que nunca”, le dijo a Brody File. “Cuando se está en ese cargo, casi toda decisión que se toma es algo que altera la vida. Así que se necesita de Dios incluso aún más”.
Otro factor que trajo confianza a muchos cristianos conservadores fue su compañero de fórmula, Mike Pence quien se describe a sí mismo como “un cristiano, un conservador y un republicano, en ese orden”. Pence es un ejemplo para la derecha religiosa.
Ciertamente Trump está jugando con su base de apoyo. Él desea hacer la mayor parte de lo que ellos le pidan. Piensen en lo que esto podría significar a la luz de la siguiente declaración:
“Los dignatarios de la iglesia y del estado se unirán para hacer que todos honren el domingo, y para ello apelarán al cohecho, a la persuasión o a la fuerza. La falta de autoridad divina se suplirá con ordenanzas abrumadoras. La corrupción política está destruyendo el amor a la justicia y el respeto a la verdad; y hasta en los Estados Unidos de la libre América, se verá a los representantes del pueblo y a los legisladores tratar de asegurarse el favor público doblegándose a las exigencias populares por una ley que imponga la observancia del domingo. La libertad de conciencia que tantos sacrificios ha costado no será ya respetada”. El Conflicto de los Siglos, pág. 650.
Comments
M J
17 de febrero de 2017 at 19:56 07Fri, 17 Feb 2017 19:56:59 +000059.Thank you KTF Ministry for bringing light to this subject.
It is amazing that Evangelicals cannot see that it is religious intolerance, restrictions, and bigotry that the Trump Administration is promising. Anything but religious freedom!
Destroying the «Johnson Amendment» is tantamount to destroying the 1st Amendment. The Johnson Amendment is a «modern» application or extension of the 1st. Its destruction will open the door wide for the enforcement of Sunday Observance. And ultimately the death decree. See Rev. 13.
The U.S. is only 6 states away from ratifying a «Constitutional Convention» – at which time this «Johnson Amendment» (and others) are to be destroyed as the President promised. After that, the President will be too happy to produce an Executive Order, or sign into law a Congressional bill that sets up the Idol Sabbath.
But based on the way this Administration is producing Executive Orders, he may choose to make the order BEFORE the Convention. Either way, Satan will get his Idol just as surely as Nebuchadnezzar got his.
There can be no more doubt about the veracity and accuracy of God’s word.