La policía está investigando varias acusaciones de abuso infantil contra el clérigo católico de mayor rango en Australia, el cardenal George Pell. Durante más de un año, el equipo investigador ha estado examinando las quejas y alegatos en Ballarat, Torquey y Melbourne que datan incluso de cuando Pell era arzobispo de Melbourne, en la década de 1990. Las demandas alegan que él se expuso a los niños en los vestidores y acariciaba los genitales de los niños en una piscina en Ballarat.
Pell niega enfáticamente las acusaciones. «Si hubiese alguna credibilidad en cualquiera de estas afirmaciones, ya estuviesen siendo seguidas por la Comisión Real». La razón por la cual él piensa así no es clara. El cardenal Pell recibió una cita en el Vaticano y quizás nunca vuelva a Australia para enfrentar los cargos.
Cathy Kezelman, presidenta del grupo de defensa Blue Knot Foundation, dijo que las acusaciones eran «significativas» dada la influencia que el cardenal Pell ha tenido sobre la respuesta de la iglesia católica hacia el abuso sexual. «Las acusaciones de que él mismo pueda ser responsable de abusos son muy preocupantes», aseguró la Dra. Kezelman. «La conclusión es que nadie está por encima de la ley», añadió.
Tal vez Pell esté por encima de la ley. Fue llamado al Vaticano por el Papa Francisco justo antes de que comenzara la preocupación por su implicación en la protección de los sacerdotes involucrados en el abuso infantil.
El Arzobispo de Melbourne, Denis Hart, dijo que el cardenal Pell merecía pasar a través de los «procesos legales habituales sin verse comprometido o ser víctima del sensacionalismo de los medios de comunicación». Si bien esto es cierto, las posibilidades de que eso ocurra son prácticamente nulas ahora que Pell está en el Vaticano.
«La historia del Vaticano en lo referente a enviar de regreso a sus sacerdotes a los países donde se han planteado tales alegaciones no es muy buena», dijo Peter Fox, un informante y ex detective de la policía de NSW que ayudó a desencadenar la Comisión Real sobre el abuso infantil.
Las acusaciones han sido remitidas por la policía de Victoria a la Oficina del Ministerio Público para su asesoramiento, informó ABC.
«Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA”. Apocalipsis 17: 4, 5.
«Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas”. Apocalipsis 18: 4.
Comments