Si desea reducir al mínimo el riesgo de cáncer de colon, segunda causa de muerte en los Estados Unidos (y probablemente en otros países occidentales), siga el ejemplo de los adventistas: cámbiese a una dieta vegetariana. Eso significa nada de carne roja, pollo ni otros productos animales. Esto es lo que sugieren los últimos estudios realizados en Loma Linda, CA, comunidad en la cual reside una gran parte de adventistas del séptimo día.
En relación con el cáncer colorrectal, se analizaron los hábitos de más de 77.000 personas. Los que eran vegetarianos tuvieron un 22% menos de probabilidades de contraer cáncer colorrectal que los no vegetarianos. Los pesco-vegetarianos (aquellos que comen pescado) mostraron una disminución de un 43%.
Los científicos piensan que una dieta vegetariana puede disminuir la insulina y otros factores de crecimiento similares a la insulina, dos hormonas relacionadas con el cáncer colorrectal. Sin embargo, hay otras maneras en las cuales una dieta vegetariana puede proteger contra este tipo de cáncer. Por ejemplo, la forma en la cual se cocina la carne roja o que los vegetarianos tienen un mayor consumo de nutrientes beneficiosos, tales como el ácido fólico, calcio y fibra, etc. Se piensa que la dieta pesco-vegetariana tiene vínculos con los ácidos grasos omega-3, los cuales son anti-inflamatorios. Los peces también tienen vitamina D, la cual también es considerada que ayuda a reducir el riesgo de cáncer colorrectal.
Hay otras opciones de estilo de vida que también ayudan en la reducción del riesgo, tales como el mantenimiento de un peso saludable, no fumar, beber alcohol con moderación (o suprimirlo totalmente) y hacer ejercicio.
«Cuanto menor sea el consumo de carne roja, mejor», dice el Dr. Giovannucci, profesor de nutrición y epidemiología de la Escuela TH Chan de Salud Pública de Harvard «, especialmente las carnes procesadas».
No continúe basando sus comidas en un trozo de pollo, carne de res o cerdo. En su lugar, puede utilizar proteínas de origen vegetal como las legumbres, nueces, semillas y granos enteros. Evite los granos refinados, aperitivos y bebidas azucaradas, que obligan al cuerpo a producir más insulina, lo cual tiene un efecto estimulante para el crecimiento del cáncer.
Tenga en cuenta que este estudio en particular se centró sólo en el efecto de la dieta sobre el cáncer colorrectal. Mientras que el pescado es un factor en la reducción de riesgo de cáncer colorrectal, hay otros problemas con el consumo de pescado, como el envenenamiento por mercurio, y otros temas. Hay alimentos de origen vegetal que nos permiten obtener los aceites omega-3 tales como las semillas de linaza, chía, verduras de hojas verdes, soja, repollo y alimentos de la familia del col y calabaza, y para la vitamina D, bastará con un poco de luz solar cada día.
«Es un error suponer que la fuerza muscular dependa de consumir alimento animal, pues sin él las necesidades del organismo pueden satisfacerse mejor y es posible gozar de salud más robusta. Los cereales, las frutas, las oleaginosas y las verduras contienen todas las propiedades nutritivas para producir buena sangre. Estos elementos no son provistos tan bien ni de un modo tan completo por la dieta de carne. Si la carne hubiera sido de uso indispensable para dar salud y fuerza, se la habría incluido en la alimentación indicada al hombre desde el principio». El Ministerio de Curación», pág. 243.
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