Hay todo tipo de relaciones ecuménicas, proyectos y asociaciones entre católicos y evangélicos en los Estados Unidos. Un ejemplo de esto es la amistad y el compañerismo que existe entre el Obispo Kevin Vann y el famoso pastor Rick Warren en el condado de Orange. Los dos hombres oran juntos y el uno por el otro, comparten sus luchas, su ministerio y se han convertido en socios en proyectos sociales tanto a nivel local como nacional.
Rick Warren asistió a la instalación del Obispo Kevin Vann en la Diócesis Católica de Orange. Poco después, participaron juntos en un programa de radio. Warren dijo que estaba «profundamente conmovido» por las palabras del obispo en su asunción y dijo que lo admiraba. Rápidamente se hicieron amigos.
El obispo citó uno de los libros escritos por la esposa de Warren en uno de sus sermones sobre María, a quien los católicos veneran. ¡Esto «selló nuestra amistad!», dijo Warren.
Su amistad ha crecido mientras hablan de sus ministerios, estudian y oran juntos. Se envían mensajes de texto con solicitudes de oración. El personal de sus iglesias se conoce entre sí gracias a las reuniones conjuntas.
Cuando el hijo de Warren se suicidó, Vann le hizo saber a Warren que estaba rezando por él. De manera similar, cuando el padre de Vann murió, Warren le hizo saber a Vann que estaba orando por él. «Compartir el dolor y la tristeza nos ha acercado», dijo Warren.
Luego un día, Vann llamó a Warren y le dijo: «Rick, ¿qué podemos hacer juntos por la salud mental?» Esto dio inicio a una serie de reuniones para intercambiar ideas entre sus dos equipos sobre lo que podrían hacer. Como fruto de esto, hubo dos simposios sobre enfermedades mentales. La colaboración ha unido a los evangélicos y católicos del Condado de Orange. También han trabajado juntos en proyectos relacionados con pro-vida, inmigrantes y contra el suicidio asistido por médicos en California. Además participaron juntos en una conferencia nacional sobre la respuesta de la iglesia frente al racismo.
«Nuestra amistad comenzó orando juntos desde lo profundo del corazón», dice Warren, «pero luego se convirtió en un trabajo mancomunado con proyectos donde los cristianos pueden ofrecer una respuesta compasiva a los necesitados y ofreciendo una voz unida en contra del mal».
El movimiento ecuménico ha madurado hasta el punto de hacer posible el compañerismo y la colaboración a nivel local entre evangélicos y católicos en proyectos buenos que brindan beneficios útiles para la sociedad. Sin embargo, la mayoría de los evangélicos no comprenden el destino de estas relaciones. La Iglesia Católica efectivamente ha silenciado la protesta Protestante a través de la cooperación social, y ahora se ven como socios en el activismo social e incluso en soluciones políticas. Ambos promueven la observancia del domingo y se oponen al séptimo día como Día de Reposo. Gracias a esta unión, ellos van a llegar al punto de exaltar el domingo maltratando a quienes observen el sábado. El movimiento ecuménico es un paso clave para llegar hasta las leyes dominicales. En otras palabras, aunque actualmente no se está discutiendo, el verdadero propósito de la colaboración ecuménica será la exaltación de la observancia del domingo.
«Estos recuerdos de lo pasado ponen claramente de manifiesto la enemistad de Roma contra el verdadero día de reposo y sus defensores, y los medios que emplea para honrar la institución creada por ella. La Palabra de Dios nos enseña que estas escenas han de repetirse cuando los católicos romanos y los protestantes se unan para exaltar el domingo». El Conflicto de los Siglos, pág. 635.
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