La Comisión de Derechos Civiles de los Estados Unidos recientemente emitió un informe en el cual afirma que «permitir exenciones religiosas a las protecciones de los derechos civiles basados en clasificaciones tales como raza, color, nacionalidad, sexo, discapacidad, orientación sexual e identidad de género significa la violación de estos derechos civiles».
En otro comunicado, el presidente de la comisión, Martin R. Castro, expresó que “el término “libertad religiosa” no hace otra cosa que prestarse para la hipocresía cuando se usa para esconder la discriminación, intolerancia, racismo, sexismo, homofobia, islamofobia, supremacía cristiana o cualquier forma de intolerancia».
Roger Severino, director del Centro DeVos para la Religión y la Sociedad Civil en la conservadora Fundación Heritage, expresó que le preocupa del informe lo que él llama «el intento de desacreditar a los creyentes sinceros como personas motivadas por el odio en lugar de la fe y la recomendación implícita de que los grupos religiosos deben cambiar sus creencias sobre la moralidad sexual con el fin de ajustarse a las normas liberales para el bien del país».
Luego agregó: «Yo esperaría tal vez ver un informe tan sesgado y anti-religioso de China o Francia pero me siento decepcionado al ver que proviene de la Comisión de Derechos Civiles de EE.UU.»
La conclusión de la comisión pone los límites de la libertad religiosa en conflicto con los derechos civiles. En otras palabras, degrada la religión de su lugar prominente en la política de los EE.UU. a uno servil.
La comisión también dijo:
● «A fin de poder aplicar exenciones religiosas a las leyes y políticas anti-discriminatorias, deben primero ser cuidadosamente sopesadas y definidas estrictamente sobre la base de hechos específicos».
● «Terceras personas, como los empleados, no deben ser forzados a vivir bajo las doctrinas religiosas de sus empleadores».
● «Un derecho fundamental tan importante como la libertad para contraer matrimonio no debe estar sujeto a las creencias religiosas».
Uno de los mismos miembros de la comisión, el Comisario Peter Kirsanow calificó los hallazgos y recomendaciones como «una alarma para los estadounidenses que aman la libertad». Según él, «la pugna entre la libertad religiosa y los principios antidiscriminatorios es profunda». Kirsanow dijo que la tensión «parece agudizarse cuando se trata del conflicto entre la libertad religiosa y la libertad sexual. Él sostiene que la Comisión ha elevado las leyes antidiscriminatorias, las cuales… son meros estatutos, por encima de las disposiciones de la Constitución». En la práctica, esto es «hostilidad hacia la religión».
Sin embargo, por su parte Castro expresó: «En el pasado, se citaba la religión para justificar las leyes de Jim Crow y oponerse al voto femenino… Hoy en día, los esfuerzos de la ‘libertad religiosa’ tienen como objetivo la discriminación de la comunidad LGBTQ… Y ahora se utiliza para negar el uso de las instalaciones sanitarias de los colegios a los jóvenes transexuales. Algunos partidarios de la ‘libertad religiosa’ se oponen a la construcción de mezquitas musulmanas estadounidenses en sus comunidades. La verdadera libertad religiosa debe permitir a los estadounidenses el libre ejercicio de su fe pero nunca impedir que otros también vivan sus vidas libremente».
Llegará el día en que los Estados Unidos «repudie todo principio de su constitución como gobierno protestante y republicano». Testimonios para la Iglesia, vol. 5, página 426.
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