Los Límites de Su Habitación
By Pastor Hal Mayer
Queridos amigos:
Bienvenidos al Ministerio Guardad la Fe. Gracias por estar nuevamente con nosotros, mientras exploramos otro tema importante del fin del tiempo. Gracias también por vuestras oraciones y por vuestras contribuciones para con Guardad la Fe. El mensaje de hoy, tal vez es el mensaje político más incorrecto que jamás he dado en mi vida. ¿A ustedes les gustan los sermones políticamente incorrectos? Bien, si no les gusta, acuérdense que la Biblia se está convirtiendo en algo cada vez más políticamente incorrecto, y eventualmente, el triple mensaje angélico se va a convertir en el mensaje bíblico políticamente más incorrecto, cuando sea dado en su total significado profético.
Para comenzar nuestro estudio, invoquemos a Dios en oración. Nuestro Padre celestial, los tiempos en los cuales estamos viviendo, son especialmente apremiantes, ya que los eventos predichos por las Escrituras, se están cumpliendo rápidamente. Vemos muchas evidencias que nos dicen que Jesús viene pronto. Oro para que al abrir Tu Palabra, Tu Espíritu Santo nos enseñe las cosas que necesitamos saber para entender nuestros tiempos. El enemigo está creando un caos en la sociedad, y al hacerlo, las personas se confunden. Rogamos que la Biblia nos ayude a salir de nuestra confusión, y nos enseñe cómo vivir en estos tiempos difíciles. Te lo agradecemos, en el nombre de Jesús, amén.
Vayan conmigo en sus Biblias a Hechos 17:26. Mientras lo hacen, permítanme decirles que el racismo es un sucio cáncer en todas las sociedades del planeta. El enemigo usa las diferencias raciales para agitar un montón de problemas entre las personas y las sociedades. Algunas razas se han levantado y han oprimido a otras. Las razas oprimidas han sentido el aguijón de perder su libertad y su dignidad, o su falta de oportunidad. Y aun en sociedades que supuestamente han vencido la desigualdad civil, todavía existen quienes sufren con las desventajas y con la discriminación, aun cuando sea sutil. Y algunos de los más fuertes proponentes de la igualdad racial, son los que mantienen la desigualdad a través de limosas y bienestar gubernamentales. Y no me refiero solamente a Norteamérica. Es un fenómeno global que afecta a todas las culturas.
Pero para entender el racismo, tenemos que retroceder en la historia y tenemos que entender cómo y por qué las razas se formaron. Pablo les está hablando a los griegos en Hechos 17. Este es su famoso discurso para los griegos en la colina de Marte. Él no tuvo mucho éxito en ganar a muchos griegos para el evangelio, pero el discurso ha sido guardado para nosotros, porque posee una información importante para nuestros días.
Escuchen el versículo 26. “De uno solo hizo todo el linaje de los hombres, para que habitaran en toda la tierra. Y les ha fijado el orden de las estaciones, y los límites de su residencia”.
Pablo está diciendo que de una familia, una sangre, Dios hizo muchas razas diferentes, o naciones. Esto nos ayuda a entender algo de cómo Dios lo hizo.
¿Cuándo fue la última vez que todos los seres humanos vivos de la tierra eran de una sola familia? Algunos pueden pensar en Noé, pero él era el padre de esa familia. Fue en el tiempo de la torre de Babel, ¿verdad? Eran todos de una sola familia. Y esa familia fue responsable del primer intento de globalización.
¿Pero cómo sabemos que Pablo está hablando del tiempo de la torre de Babel? Bueno, veamos un poco Génesis 10 y 11.
Génesis 10:8 nos dice que Nimrod, que era nieto de Noé, quería ser muy poderoso en la tierra. Escuchen cuidadosamente.
“Cus fue padre de Nimrod, el primero que llegó a ser poderoso en la tierra”.
¿Qué es un “poderoso”? Es alguien políticamente poderoso. Es alguien que es un gobernante, o como a menudo la Biblia los llama, los reyes de la tierra. Nimrod quería ser un gobernante, pero no cualquier gobernante.
El Espíritu de Profecía nos dice que él quería ser mucho más que eso. Escuchen cuidadosamente esta declaración de Patriarcas y Profetas pág.112. “Estos constructores de la torre de Babel decidieron mantener su comunidad unida en un solo cuerpo, y fundar una monarquía que a su tiempo abarcara toda la tierra”.
Aquí está diciendo que estos hombres, conducidos por Nimrod, querían iniciar un nuevo orden mundial, un sistema global de gobierno. Sería el primer intento de globalización. Estaban decididos a rebelarse contra Dios, quien le dijo a Noé que debería “ser fructífero, y multiplicarse, y llenar la tierra”. Génesis 9:1. Él no quería que el hombre se congregara en grandes ciudades. Él quería que se diseminaran de tal manera que no potenciaran el mal ni la rebelión. A menudo, cuando las personas se congregan, especialmente en las grandes ciudades, se animan los unos a los otros para hacer el mal y darle las espaldas a Dios. Miren lo que sucedió en Sodoma y Gomorra. Dios, misericordiosamente, los colocó en conexión con Su siervo Abraham y los advirtió para que lo escucharan. Pero ellos no escucharon la voz de Dios. Ellos pensaron que no podía sucederles nada malo, hasta que el fuego descendió del cielo.
Estos constructores de Babel, no iban a conseguir nada con su construcción. Ellos querían su propia religión y no estaban interesados en lo que Dios quería que hicieran. Ellos solo querían hacer lo que ellos deseaban. Ellos pensaron que había seguridad en la gran cantidad de personas. Y además temían otro desastre. Así que construyeron una torre, para poder escapar de otro diluvio. El problema con este tipo de pensamiento, es que a menudo hay “seguridad” en la cantidad de personas, en un nivel humano, pero en la mano de Dios, esto no ayuda. Esto hasta hace daño. Pero aun en el nivel humano, no siempre existe seguridad en una gran cantidad de personas. Piensen en el terrorismo. El terrorismo ataca donde hay una gran cantidad de personas, para conseguir su máximo efecto. Aquellos que quieren hacer un gran mal, a menudo buscan una gran reunión de personas.
Entonces en el versículo 11 y 12 aprendemos algo acerca de la construcción de cuatro grandes ciudades. “De esa tierra salió para Asiria y edificó a Nínive, Rehobot y Cala. Y entre Nínive y Cala, la gran ciudad de Resén”.
Entonces, en el versículo 19, leemos que Canaán fue y construyó ocho grandes ciudades más. Vean si las pueden contar. “Y el territorio de los cananeos fue desde Sidón, en dirección a Gerar hasta Gaza, hasta entrar en Sodoma y Gomorra, Adma y Zeboim hasta Lasa”.
Ahora, leamos algo acerca de Babel y lo que Dios le hizo. Génesis 11:1 dice: “Había entonces en toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras”.
Observen que todos tenían una sola lengua. Ellos se exaltaron en rebelión contra Dios. Y Dios nos dice que en parte era un problema que todos estos globalistas tuvieran un mismo idioma. Eran todos de una misma familia. Todos eran hijos de Cam. Estaban hablando el mismo idioma hacía muchos años.
Cuando Dios viene para ver la ciudad y la torre, Él enfatiza su rebelión. Escuchen el versículo 6.
“Y dijo el Señor: “El pueblo es uno, y todos tienen un mismo lenguaje. Han empezado la obra, y nada los hará desistir de lo que han pensado hacer”.
Él también pudo haber dicho: “El pueblo es de una sola sangre”, o una familia. Pero era el idioma común el que potenciaba su rebelión. El hecho que todos hablaran el mismo idioma, hizo posible que ellos fueran cada vez más lejos y más rápido en su rebelión y en su impío proyecto. El idioma hizo posible que ellos consiguieran un gran progreso en su proyecto de globalización. Pero eso también aceleró su impiedad. Y Dios no estaba contento con eso. Pero recuerden, Él los amaba, y quería salvarlos. Él no estaba interesado en solo castigarlos. Ni siquiera el diluvio fue un castigo, sino que fue algo para corregir el mal y comenzar todo de nuevo. Después de todo, Dios solo consiguió a un hombre y su familia para salvar. Mantengan esto en mente, verán más adelante que esto es importante.
Y ahora observen lo que él dice: “Y nada los hará desistir de lo que han pensado hacer”.
En otras palabras, los pensamientos y las imaginaciones de sus corazones eran solo malas continuamente, y que mientras se les permitiera continuar con este proyecto, se volverían tan impíos, que eventualmente controlarían todo el mundo y perseguirían a los seguidores de Jehová. El Espíritu Santo ya no podía hablarles porque le habían dado tanto las espaldas a Dios, que no conseguían escuchar Su voz. Él no conseguía ya restringir su mal colectivo, así que Dios tenía que intervenir.
Observen lo que Él hizo en el versículo 7. Dios dijo: “Ahora pues, descendamos y confundamos allí su lenguaje, para que ninguno entienda el habla de su compañero”.
Dios tuvo que hacer algo para detener la rebelión. Él no podía traer otro diluvio, porque había prometido no hacer eso nuevamente. Además, había personas justas viviendo en la tierra. Los hijos de Sem y Jafet no se habían rebelado. Por lo tanto, ¿cómo podía Dios actuar contra la rebelión, cuando al mismo tiempo tenía que preservar a los justos? Él no podía hacer algo global, así que confundió su idioma.
Luego, en el versículo 8 leemos: “Así, el Eterno los esparció por la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad”.
En otras palabras, el Señor, al confundir sus lenguas, los esparció de Babel por “la faz de toda la tierra”. Observen esta frase, y hagamos nuevamente la pregunta: ¿Cómo SABEMOS que Pablo estaba hablando de la torre de Babel, debido a las conclusiones que pueden ser extraídas del discurso de Pablo en las colinas de Marte? Volvamos y leamos el discurso de Pablo en Hechos 17:26. Él dice que Dios “hizo de una sangre a todas las naciones de hombres para que habitaran sobre la faz de la tierra”.
Pablo está citando virtualmente a Moisés. Él usa el mismo lenguaje que Moisés usó para describir lo que Dios le hizo al pueblo de Nimrod. Esto también nos muestra que Pablo conocía su Biblia (que para Pablo era el Antiguo Testamento). Ahora sabemos con certeza que Pablo está hablando del tiempo de Nimrod, ya que está citando a Moisés, virtualmente palabra tras palabra.
A muchos antropólogos les gusta decir que los idiomas se desarrollaron a lo largo de miles de años, o más. Pero yo creo lo que dice la Biblia, ¿no es verdad? Hay que tener más fe para creerles a los evolucionistas, que para creer en la Biblia. Pero aún la Biblia requiere de fe. Ustedes tienen que creer en fe, porque la evidencia que existe respecto del diluvio, y de la Biblia con respecto a ese asunto, está siendo mal interpretada por aquellos que no creen en lo que Dios dice con respecto a la historia del mundo, y que conducen a falsas teorías que apoyan las conclusiones humanas, las cuales no están iluminadas tal como debiera ser.
Yo no sé lo que ustedes piensan, pero me molesta que algunas personas que se llaman a sí mismas cristianas, rechacen las claras enseñanzas de las Escrituras, concernientes a la historia del mundo, pensando que lo saben mejor que Dios. Tal vez no sean tan atrevidos, pero no creerán hasta que no vean una evidencia con sus propios ojos. Son como el incrédulo Tomás, quien dijo que a menos que viera la evidencia empírica de que Cristo había resucitado de la tumba, no creería.
La Biblia dice que todos ellos hablaban un mismo idioma, y de un día para el siguiente hablaban muchos idiomas diferentes. Eso fue milagroso. No sucedió a lo largo del tiempo. Fue instantáneo. Al día siguiente hubo disensión entre ellos, porque no conseguían entenderse entre ellos. Y fue tan malo, que no pudieron continuar trabajando en su proyecto para construir la ciudad y la torre.
¿Pero abandonó Dios a estas personas después que las diseminó? No necesariamente. Yo no creo que las razas sean un accidente. Ni tampoco creo que sean el resultado de algunos billones de años del así llamado “progreso”. Aun cuando el desarrollo de las razas tomó algún tiempo, no fue algo casual. Dios separó deliberadamente a las personas, basado en las razas y en la cultura.
Ahora, esa es una de las declaraciones más políticamente incorrectas que he hecho, pero es la verdad. Les voy a explicar cómo Dios hizo esto.
Yo no creo que las personas que fueron diseminadas, después que la torre de Babel fue abandonada, hayan sido dejadas solas, una vez que sus idiomas fueron cambiados a la fuerza. Dios estuvo con ellos y los ayudó a desarrollar sus razas, sus características físicas, sus métodos de agricultura, sus personalidades culturales, sus idiomas, y sus métodos comerciales, sus estructuras legales y sociales, etc. Él los ayudó a desarrollar todos los elementos de sus razas y culturas. Pero aun cuando la confusión de idiomas fue algo milagroso, el desarrollo de sus razas y culturas no fue tan milagroso, sino que a través de sus circunstancias, experiencia y otras cosas.
No hay duda que Él usó muchas cosas para llevar a cabo este proceso. Dios es grande, mis amigos. Él puede hacer todo lo que sea necesario. Él puede hacer algo instantáneamente, milagrosamente, si es que así lo quiere, o si es del mejor interés para Su causa. Pero no necesariamente tiene que ser así. Él puede efectuar algunos pequeños cambios milagrosos en el ADN, los cuales operarán grandes implicaciones y efectuará grandes cambios después de varias generaciones. Pero, también puede trabajar en eso a lo largo del tiempo, usando los elementos de la naturaleza para promover ciertas cosas relacionadas con la genética, que todos reconocemos como características raciales. Y puede hacer eso todo de una vez con diferentes grupos de personas que viven en diferentes lugares del mundo. Y eso es muy interesante.
Existe un campo relativamente nuevo de la ciencia, que está descubriendo algunas cosas asombrosas acerca de la genética. Se llama epigenética. Yo no soy un científico, pero me gusta seguir esto un poco, porque tiene implicaciones para nuestra salud, ya que se refiere al estilo de vida. Y como estoy relacionado con tratamientos de salud, estoy interesado en esos últimos descubrimientos.
Aparentemente, la manera en que uno vive afecta la genética, activando o desactivando interruptores genéticos, los cuales, o promueven la enfermedad o lo protegen a uno de ella. Por ejemplo, si usted ingiere alimentos de origen animal, los interruptores que nos protegen de la enfermedad, son desactivados, y los malos interruptores, que promueven la enfermedad, son activados. Y si usted ingiere alimentos vegetales, los buenos interruptores son activados y los malos son desactivados. Lo mismo es cierto para el ejercicio, para la ingesta de agua, y para otras prácticas del estilo de vida. Estoy hablando en términos muy generales. No soy un científico, así que puede ser que no esté usando la terminología correcta, pero este concepto está siendo muy estudiado hoy en día.
Piensen en las razas. Yo soy alemán, por ejemplo. Los alemanes planifican y organizan. Ellos usan la estrategia en una forma muy efectiva. Son activos y precisos. Sus trenes andan a la hora, y si ustedes se atrasan medio minuto, ya perdieron el tren.
Los Latinos son bien diferentes. No planifican mucho y son mucho más espontáneos que los alemanes. Si uno entra en un hogar alemán sin haber sido anunciado, y se sienta a la mesa esperando comer, esto los va a ofender. Pero si uno llega a un hogar Latino, cuando esté a la puerta, ya es un amigo y es bienvenido a entrar, con los brazos abiertos. Ellos le van a dar alimentos, le van dar una cama para dormir, y ellos van a hacer todo lo necesario para que uno se sienta bien. Ellos también son tan espontáneos y tan despreocupados con el orden, que si no consiguen hacer algo hoy, lo harán mañana, sin ningún problema. Y si no consiguen hacerlo mañana, lo harán la próxima semana, o al mes siguiente, o hasta el próximo año. Esto no es un problema para ellos. ¿Por qué existe tanta diferencia cultural entre los Alemanes y los Latinos?
Una vez traté de establecer una filial de Guardad la Fe en Brasil, por ejemplo. A mí me gustan los brasileños. Cuando llegué allá, me di cuenta que eran muy responsables con respecto al mensaje; pensé que sería una buena idea comenzar una filial allí de Guardad la Fe. Los brasileños son emprendedores y de un gran empuje. Son entusiastas y cuando uno está con ellos, son asombrosos. Son maravillosos. Pero cuando ya no se está con ellos, se van a olvidar.
Descubrí, sin embargo, que era imposible comenzar una filial de Guardad la Fe. Ni siquiera podía confiar en el sistema de Correos para enviar consistentemente los materiales, y a su debido tiempo. Todo lo que hay que hacer va acompañado de una tremenda burocracia. Y todos quieren dinero para “tomarse un cafecito” o una pequeña propina. Así es como consiguen hacerse de un dinerito extra. Como no son bien remunerados, la corrupción es muy grande. Cuando estuve en Brasil, las personas estaban ahí conmigo. Me ayudaron y me animaron. Tuve un gran placer de estar ahí con ellos. Pero cuando ya no estuve ahí, es como si se hubieran olvidado de Guardad la Fe. Finalmente, abandoné la idea de instalar una filial, parcialmente debido a que Dios dirigió mi misterio hacia otra dirección, pero también debido a que culturalmente, no iba a funcionar. Y eché de menos a los brasileños. Son muy divertidos. Son cariñosos, abiertos y amigables.
Lo que estoy diciendo es que existe una diferencia cultural muy grande entre los alemanes (mi cultura) y los brasileños, de tal manera que es muy difícil trabajar juntos. Dios hizo esto a propósito. Él diseñó las razas de tal manera que fuese difícil trabajar juntos. Así, sería difícil efectuar otra globalización y acelerar nuevamente su rebelión. Y los humanos trataron de hacer eso muchas veces a lo largo de los milenios. Aún hoy, las elites han gastado una enorme cantidad de tiempo para llegar hasta donde han llegado. Y siempre hay retrocesos. Yo creo que esto fue ingeniosamente diseñado así para que los globalistas no alcancen fácilmente sus objetivos. Dios sabe lo que está haciendo, ¿no es verdad? Y cuando Él hace algo, lo hace en forma perfecta. Él no hizo fronteras difíciles de cruzar, tales como fronteras geográficas, donde usted tiene que tener un pasaporte para pasar. Él hizo fronteras culturales, de tal manera que existiera una interacción entre las razas y las culturas, por lo menos en la periferia. Habría algunos matrimonios entre ellas, algunos negocios necesarios, algún comercio, y alguna interacción de traslación, de tal manera que las personas pudieran satisfacer sus necesidades.
Por lo tanto, Dios separó las razas. Él lo hizo así, debido a dos razones. Primero, porque tenía que detener la rebelión de Babel, e hizo “todas las naciones de hombres” para hacer difícil que este tipo de unión volviera a suceder. Y eso aún funciona, después de varios milenios. Pero, la globalización es parte del destino profético de este mundo. Dios no impidió totalmente la posibilidad de una globalización ni de un nuevo orden mundial. Él solo lo hizo bastante difícil.
Aun cuando Dios no establece fronteras difíciles, Él creó un conjunto único de circunstancias en cada cultura. Escuchen cuidadosamente; fundamentalmente, las razas interactúan mayormente con su propia raza. Esa es la razón por la cual existen iglesias Coreanas, Japonesas, Filipinas, Latinas y de negros en Norteamérica, Europa y en otros lugares, donde son minoría. Y en Japón y Corea, existen iglesias Caucásicas o “de habla Inglesa”, como son normalmente llamadas. Lo mismo es verdad en Europa y en otros lugares. Y como la adoración es nuestro principal compromiso emocional, naturalmente queremos adorar en un ambiente cultural o racial, con el cual estemos familiarizados.
Lo que une a estas iglesias es su cultura común. Ellas poseen una perspectiva común. Ellas poseen experiencias comunes y a menudo piensan de una forma similar, por lo menos en forma general. El hecho que sean minoría en cualquier país, los une más estrechamente como raza. Los mantiene focalizados en su etnia y en su cultura.
Ahora, piensen en las implicancias de lo que Dios hizo con aquellos que diseminó en la torre de Babel. Después del diluvio, se corrió el eje de la tierra, de tal manera que no había más una temperatura uniforme en todo el planeta. Ahora existía una capa polar y las regiones ecuatoriales tropicales.
Esto quería decir que las personas que vivían en las regiones más frías del mundo, poseían condiciones diferentes que aquellas que vivían en las regiones más cálidas. El clima puede afectar la genética. Y esa genética puede comenzar a mostrarse en sus características culturales. Piensen en las personas que vivían en las regiones más frías del mundo. Tuvieron que planificar cómo obtener alimentos entre las cosechas y especialmente en los meses de invierno. Tuvieron que preservar los alimentos que crecían en sus huertas. Tuvieron que guardar sus frutos en botellas. Tuvieron que guardar sus papas y sus manzanas en lugares fríos. Hasta su carne tuvo que ser curada y salada, para que no se echara a perder. Esto sucedió antes de la invención del aeroplano, el cual podía traer frutos de las partes más alejadas del planeta. Esto desarrolló en ellos las habilidades de estrategia y de organización. Y eso se diseminó a todas las demás áreas de sus vidas, hasta llegar a la decisión de efectuar reuniones a su debido tiempo, para organizar sus casas y sus campos, para organizar sus gobiernos, la manera en que tratarían a sus hermanos, y hasta la manera en que deberían ser organizados sus caminos y su tráfico.
Los que vivían en climas más cálidos, no tenían que enfrentar los mismos problemas que los que vivían en climas más fríos. Por ejemplo, hablemos nuevamente de Brasil.
Tengo algunos amigos que viven hace algún tiempo en Brasil. Me gusta mucho ir a sus hogares, porque viven en un bello lugar, al lado de una montaña, cerca de la ciudad de Río de Janeiro.
Estas personas solo tienen que salir de la puerta de sus casas y ya se encuentran con un árbol de plátanos. Solo tienen que ir con un machete para sacar un gran racimo de plátanos, y entrar con eso a la casa y esperar que maduren. Yo comí varios de esos deliciosos plátanos cuando estuve allí. También, justo delante de la puerta de su casa había un árbol de palta, que da frutos casi todo el año. Ellos solo tenían que salir y sacar las paltas, o recogerlas del suelo. Las llevaban hasta la casa y esperaban que maduraran y después se las comían, contentos de no tener que ir a comprarlas al supermercado de la ciudad.
También tenían un gran árbol, de hecho, varios de ellos, que da un fruto grande que parece una gran bola colgando del tronco. Ellos solo tenían que salir y sacar el fruto del árbol, y llevárselo a la casa, cortarlo y comérselo.
En los países tropicales, no existe la necesidad de planificar para el invierno, porque no hay invierno. Ellos siempre tienen alimentos a su disposición. La mayoría de las personas que conozco, poseen árboles de mangos en sus huertas. Ese tipo de vida es realmente fácil. Usted no necesita pensar en cómo va a sobrevivir. No necesita de estrategias; se puede ser espontáneo y se puede gastar su tiempo con sus amigos, en vez de pensar si va a tener suficientes alimentos para comer.
Las personas que viven en climas cálidos, no tuvieron que preocuparse en cómo preservar los alimentos, de una cosecha a la siguiente. Esperaban siempre poder encontrar alimentos cada vez que los necesitaran. Tenían sus gallinas corriendo alrededor en la huerta, y cuando querían comer carne, tomaban alguna gallina y lo cocinaban para la cena. En los climas más fríos, las gallinas tenían que ser protegidas. Estaban en su corral durante la noche. Pero ese corral tenía que ser planificado, construido y tenía que ser colocado en algún lugar estratégico, de tal manera que las gallinas se fueran a pasar la noche ahí.
En la India, los trenes notoriamente no andan a horario. En América Latina, ellos viven el momento. Si usted no está ahí, es fácilmente olvidado. “Fuera de la vista, fuera de la mente”, así es el dicho. Cuando uno está con ellos, los adora, y disfruta enormemente de esa compañía. Pero cuando uno ya no está ahí, ellos lo han olvidado – y bastante rápido.
Por lo tanto, existen considerables diferencias entre las razas y las culturas. Y cuando Dios las separó, Él no quiso que sucumbieran al racismo. Eso es algo del enemigo. Pero Él colocó “los límites de su habitación”. En otras palabras, Dios separó a las personas, desarrolló sus diversas culturas, y fue eso lo que les colocó límites – sus culturas.
Esas fronteras culturales poseen interacciones alrededor de la periferia con otras culturas, pero el centro emocional y cultural es con las personas de la misma raza o cultura. Dios no hizo una frontera difícil, porque el mundo aún necesita interactuar y conducir sus negocios y otros asuntos. Pero fundamentalmente, todos estamos conectados emocionalmente y culturalmente con nuestra propia raza. Tendemos a gravitar con nuestra propia raza. Tendemos a desear nuestra propia expresión cultural.
Desde luego que hay aspectos de nuestras culturas que no están en armonía con la voluntad revelada de Dios para todos los seres humanos. Esas cosas provienen del enemigo, quien está tratando de conducir a todas las personas de todas las razas hacia el infierno. Pero mientras no violemos los principios de Dios, no debiéramos sentir que gravitar en nuestra propia cultura sea algo malo. Dios nos hizo de esa manera, de acuerdo con Pablo.
Pero la frontera es realmente cultural. Yo estaba predicando en una iglesia muy pequeña en Australia. Fue durante la Escuela Sabática y había una pareja de filipinos sentados a mi izquierda, y había unas sillas vacías entre ellos y yo. Ellos eran los únicos filipinos en la sala. Durante el mensaje, una filipina amiga mía, una colega llamada Lolita, entró por la parte trasera de la iglesia. Me pregunté adónde se iba a sentar y tuve la sospecha inconsciente de que se iba a sentar con la pareja de filipinos a mi izquierda.
Ella miró la sala, observó la pareja, y se dirigió hacia ellos y se sentó ahí, tal como yo lo había esperado. Ellos nunca se habían encontrado antes. Después del servicio de la iglesia, tuvimos un almuerzo juntos, en un pequeño corredor al fondo de la iglesia. Había una gran mesa y todos se sentaron alrededor de ella. Mi amiga y sus nuevos amigos Filipinos se pasaron hablando durante la comida entre ellos, conociéndose, etc. El resto de nosotros, hablábamos y pasamos un bello tiempo juntos, pero yo me mantuve mirando a Lolita y a sus amigos, quienes no estaban interactuando con el resto de todos nosotros.
Finalmente, decidí interrumpir su conversación. “Lolita”, dije.
“¿Qué?” preguntó mientras se daba vuelta para mirarme.
“Lolita, yo tengo un texto bíblico para usted, le respondí”.
“¿Cuál es?” preguntó ella.
“Está en Hechos 17:26”, le dije.
“¿Qué dice?” preguntó ella.
“Mírelo usted misma”, le respondí, porque sabía que siempre es mejor que nosotros mismos miremos los textos bíblicos.
Lolita sacó su celular, y buscó el versículo. Ella me miró y me dijo: “Pastor Mayer, ¿qué significa esto?”
Yo me reí y le dije: “¡Usted es el cumplimiento clásico de ese versículo!”. Y después añadí: “Desde que usted entró aquí, no ha interactuado con nadie, a no ser con sus nuevos amigos Filipinos. Usted está culturalmente ligada a ellos, de una manera que ni siquiera usted misma lo entiende.
“Oh”, dijo ella, “Lo siento mucho”.
“Está bien ser así”, le respondí. “Solamente estoy señalando que usted es un ejemplo clásico de los “límites de su habitación”.
Ustedes pueden ver, mis amigos, lo que Pablo está diciendo, cuando nos dice que Dios “establece los límites de su habitación”, es que Dios intentó unirnos culturalmente, de tal manera que no sea fácil una rebelión global.
Pero, Dios nos dice que ciertamente vendrá una rebelión global. Los hombres han tratado durante años, establecer un plan globalista de gobierno. Ellos quieren controlarlos a todos y todo, incluyendo vuestra adoración y fe.
Pero siempre ha sido muy difícil y casi nunca ha perdurado en el tiempo. La Biblia dice que las naciones no se van a unir. Lo pueden leer en Daniel 2. Cuando Daniel le explicó el sueño a Nabucodonosor, le dijo en el versículo 43: “Y eso que viste, el hierro mezclado con la arcilla, significa que se mezclarán por medio de casamientos, pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con la arcilla”.
El hierro y el barro mezclados en los pies de la gran imagen que Nabucodonosor vio en su sueño, representaba un reino dividido, parcialmente fuerte y parcialmente débil. Esto es muy simbólico, porque las naciones de hoy, ya sea que esto se aplique a Europa o si es aplicado globalmente, en ambos casos, algunas naciones son fuertes y otras son débiles.
Pero observen que Dios, a través de Daniel, dijo que el reino estaría dividido. Ustedes pueden ver, que el plan de Dios, era hacer más difícil que nunca, que las naciones en los últimos días, trabajasen juntas. Habría guerras y rumores de guerras, dijo Jesús, en Mateo 24:6. Pero, de alguna manera, en toda esa división, existiría una unión global construida, una unidad forzada de los pueblos.
Noten lo que dice en Apocalipsis 13:8. “Y todos los que habiten en la tierra, la adorarán”. Esto no va a suceder por accidente, o por alguna gran hazaña de sentido global del deber y de responsabilidad. De ninguna manera. Será algo obligatorio para las naciones, a través de un poderoso gobierno central, el cual ha a hacer artificialmente obligatoria la adoración de todas las personas, a través de un poder gubernamental. Este es el destino de toda la humanidad. Pero debido a las divisiones, los ángeles tienen todas las oportunidades para retener los vientos de conflicto y de persecución.
¿Y no está dividida la humanidad? Hacia donde ustedes miren, hay división. Y la animosidad racial existe por todos lados. Eso proviene del enemigo. A él le gusta agitar el disenso racial, porque sabe que al hacerlo, hará que las personas pequen las unas contra las otras, y contra Dios.
El racismo es ahora un hecho en la vida, por así decirlo. Ya que la mayoría de las personas son carnales y vendidas al pecado, ellas se involucran con el racismo y con la animosidad contra aquellos que no piensan como ellos. Incidentalmente, el odio y los sentimientos duros están por todas partes, y a menudo ellos no tienen nada que hacer con nada. Ellos se basan en la sospecha, en la envidia, y la mayoría de las veces en el egoísmo.
No existe una solución para el problema del racismo. Ha sido el camino que el enemigo ha usado en las razas y en la cultura para ocasionar las guerras, las divisiones y hasta la esclavitud, entre otras cosas. Él no va a desistir, porque sabe que le queda poco tiempo.
Veamos cómo el enemigo va a usar las razas para unir a las personas al papado en los últimos días. Se encuentra en Apocalipsis 13:7. Observen como el enemigo planifica usar los poderes terrenales y los instintos carnales para oprimir y vencer a las personas.
“Y se le permitió combatir a los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu y pueblo, lengua y nación”.
Vemos que la bestia vence a los santos, o al pueblo de Dios. Y es cruel. Ella no lo va a dejar ir a usted, una vez que lo agarre. Solamente el poder de Cristo puede libertarlo y mantenerlo libre, aún bajo la presión de la persecución.
Vean el lenguaje usado. ¿Qué es “tribu”, “parientes”? Correcto, sus familias. ¿Qué es lenguas? Son los idiomas. ¿Y qué son naciones? Esas son las razas, mis amigos.
En otras palabras, el enemigo va a usar especialmente a las familias, los grupos de idiomas y hasta su raza, si es que puede controlarlos a ustedes. Imaginen. Satanás agita la animosidad en vuestro corazón contra alguien de otra raza. Él lo lleva a uno a generar malos pensamientos y eventualmente lo conduce a decir abiertamente o a hacer cosas que son fuertemente raciales.
Ahora, tengo algunas preguntas para ustedes. ¿Creen ustedes que el globalismo va a resolver el problema del racismo? ¿Por qué no? El globalismo le echa combustible al racismo, porque propone mezclar todas las razas y las culturas en una sola gran “olla”. Esto empuja a muchas razas incompatibles a juntarse y entonces ciertamente surgirá un conflicto.
Por ejemplo, observen lo que está sucediendo en Alemania. Hace algunos años atrás, la canciller Alemana Angela Merkel, estaba proclamando las virtudes de la integración cultural de Europa, especialmente con los musulmanes. Pero no funcionó. Entonces, finalmente proclamó que la integración cultural no había funcionado. Y luego de un par de años, ella abrió a la nación de Alemania a millones de Musulmanes para que ingresaran a Alemania. Esto ha producido serios conflictos y problemas en la población Alemana.
La razón es que los alemanes viven por el gobierno de la ley. Ellos son propensos al orden y al sistema. Y el gobierno de la ley apoya los principios del orden social. En Alemania no hubo caos. Todo estaba ordenado y organizado, hasta que llegaron los musulmanes.
Los musulmanes no saben vivir por el gobierno de la ley. Ellos viven por el gobierno de un dictador. Así que, cuando llegan a un país que no posee un dictador, no saben cómo integrarse en la sociedad. Ellos violan a las mujeres. Roban la propiedad que no les pertenece. Abandonan sus hogares y sus huertas con malezas por todos lados. No saben cómo vivir como los alemanes quieren que ellos vivan. Y están propensos a ser radicales con sus propios líderes religiosos, quienes los preparan para ser terroristas.
Para que Angela Merkel le abriera la puerta a millones de Musulmanes inmigrantes, después de haber dicho claramente que la integración de las culturas no funciona, está más allá de mi comprensión, excepto cuando uno entiende que Merkel es una globalista. Ella cree que la integración es importante de cualquier manera, y la está haciendo obligatoria con los alemanes y con otros europeos, aun cuando ella sabe que no funciona. Esta es la naturaleza de la globalización. Está diseñada a obligar a que las naciones se unan, y el conflicto resultante les va a dar a los globalistas la excusa para añadir más control y para obtener más poder. Y de eso se trata la globalización – poder; poder sobre las personas, poder sobre la política, y poder sobre la economía, sobre la sociedad, sobre todo, incluyendo la adoración – de acuerdo con la Biblia. Así que, los musulmanes invadieron Alemania, aun cuando la integración cultural supuestamente “no funciona”.
Observen también que el versículo siete es el precursor de lo que sucede en el versículo ocho. El caos va a ser tan grande, que va a incluir un caos racial, y las personas van a suplicar por un líder que pueda traer orden nuevamente. Este va a ser un líder religioso, quien va a cumplir con las profecías bíblicas concernientes a las leyes de adoración del fin del tiempo.
¿El racismo, se resolverá a través de medios políticos? No. Eso solo lo convertirá en algo peor. Aun si se aprueban leyes que prohíban la discriminación, el racismo va a continuar por debajo. Recuerden, los políticos quieren hacer lo mejor. Ellos no van a tomar decisiones que no los beneficien a ellos mismos.
¿Los movimientos sociales van a resolver el problema del racismo? No. Las marchas en las calles solo van a empeorar las cosas. Las personas que se levantan para defender sus derechos, a menudo dicen y hacen cosas que agitan la animosidad contra su raza. Y cuando exponen un evento que está teñido con racismo, eso solo hace que el racismo crezca en el corazón de sus oponentes.
Demoler estatuas puede ser una declaración, ¿pero resuelve algo? Pintar las estatuas y desfigurarlas puede ser una declaración, ¿pero resuelve algo? Ni en lo más mínimo. Eso solo hace que las personas se enojen y sean más racistas.
¿El entrenamiento diversificado, la igualdad de oportunidades, o las cuotas, resolverán el problema del racismo? Nunca. Eso solo va a hacer que el racismo sea más sutil.
La verdadera pregunta que debiéramos estar haciéndonos, es si el verdadero pueblo de Dios debiera envolverse en movimientos sociales y políticos, para promover su propia raza, o luchar por la discriminación y el odio de clases, o cualquier otra injusticia.
Escuchen esta declaración del libro La Educación pág.228. Se refiere al fin del tiempo, pero lo compara con lo que le sucedió a Francia, en el tiempo de la Revolución Francesa.
“Al mismo tiempo la anarquía trata de hacer desaparecer toda ley, no sólo divina sino humana. La concentración de la riqueza y el poder, las vastas combinaciones hechas para el enriquecimiento de unos pocos a expensas de la mayoría; la unión de las clases más pobres para organizar la defensa de sus intereses y derechos; el espíritu de inquietud, desorden y derramamiento de sangre; la propagación mundial de las mismas enseñanzas que produjeron la Revolución Francesa, tienden a envolver al mundo entero en una lucha similar a la que convulsionó a Francia”.
Este es el destino del mundo. ¿Escucharon aquello de odio de las clases? El rico, por un lado, odiando al pobre. El pobre, por otro lado, odiando al rico. No había ninguna manera de reconciliación. Y se nos dice que esto es lo que va a suceder en el fin del tiempo.
Por lo tanto, ¿cómo va a resolver Dios el problema del racismo? El racismo no va a desaparecer mientras el enemigo esté activo en el mundo. Él es el padre del racismo.
Vamos a Apocalipsis 14. Quiero mostrarles algo muy asombroso. Veamos el versículo seis. He aquí una declaración que debiera captar nuestra atención.
“Entonces vi a otro ángel que volaba por el cielo, con el evangelio eterno para predicarlo a los que habitan en la tierra, a toda nación y tribu, lengua y pueblo”.
Observen que este es el único versículo en la Biblia que describe el evangelio como siendo eterno. Cuando ustedes piensan en esto, realmente está diciendo que el evangelio ya existía antes que el mundo fuese hecho, y será nuestro tema de estudio a través de toda la eternidad.
Observen también que va a ser predicado a aquellos “que habitan…”, y el apóstol pudo muy bien haber dicho, “…en toda la faz de la tierra”. En otras palabras, el triple mensaje angélico es el antídoto para el racismo. Está alineado con lo que Dios quiso hacer con la antigua Babel, Babilonia literal, y con la Babilonia espiritual.
Noten además que el mensaje tiene que ser dado a toda nación, o raza, tribu o familia, lengua o idioma, o grupo de idiomas, o persona. ¿Qué es una persona? Ahí se está refiriendo a una persona. El evangelio es para toda persona. Usted no va a ser salvo debido a su raza. Usted no va a ser salvo por su familia. Usted no va a ser salvo por su idioma. Usted solo será salvo individualmente, a través de su relación con Cristo. Ese es el significado de “persona”. Jesús lo ama tanto que quiere tener una relación personal con usted ahora, de tal manera que usted pueda estar con Él en Gloria. El evangelio es para usted personalmente, y para cualquier otra persona en el planeta. El triple mensaje angélico es una obra personal para los individuos. Sí, tiene que ser proclamado a un nivel nacional. Sí, tiene que ser proclamado a todas las razas. Sí, tiene que ser proclamado a todo grupo de un mismo idioma, pero tiene que ser proclamado especialmente a toda persona.
El método de Dios para resolver el racismo es en los corazones de las personas. No es a través de una acción política o social. No es a través de una inversión masiva en programas sociales gubernamentales o esfuerzos de ese tipo. Ese no es el método de Jesús.
Escuchen esta declaración de El Deseado de Todas las Gentes pág.470. Jesús vivió en un tiempo cuando la discriminación y el odio racial estaban maduros. ¿Cómo actuó Él cuando tuvo que enfrentarse a estas cosas? He aquí la cita.
“El gobierno bajo el cual Jesús vivía era corrompido y opresivo; por todos lados había abusos clamorosos: extorsión, intolerancia y crueldad insultante. Sin embargo, el Salvador no intentó hacer reformas civiles, no atacó los abusos nacionales ni condenó a los enemigos nacionales. No intervino en la autoridad ni en la administración de los que estaban en el poder. El que era nuestro ejemplo se mantuvo alejado de los gobiernos terrenales. No porque fuese indiferente a los males de los hombres, sino porque el remedio no consistía en medidas simplemente humanas y externas. Para ser eficiente, la cura debía alcanzar a los hombres individualmente, y debía regenerar el corazón”.
Jesús vivió bajo el gobierno Romano, el cual discriminaba fuertemente a cualquier ciudadano no Romano y tenía en muy poco la vida. Con crueldad e injusticia a todo Su alrededor, podría haberse indignado y enfurecido, debido al prejuicio y a la desigualdad. Sin duda que todo eso lo entristecía, pero no quiso cambiar ningún sistema que hiciera la vida más dura e insoportable para algunos. Él podría, sin duda, haber solucionado esos problemas con una simple palabra. Podría haber humillado al más orgulloso monarca, y al menor de los opresores. Pero, cuando las personas estaban listas para hacerlo rey, Él se separó de ellos. Su propósito no era el de corregir los errores de la sociedad en este mundo carnal. Su propósito no fue el de instalar un nuevo gobierno más justo. Su propósito era el de salvar almas.
Observen que Jesús no trató de organizar un movimiento social. Él no interfirió con el gobierno, ni tampoco trató de establecer un nuevo partido político. Él no efectuó ninguna cruzada a favor de la justicia social, ni tampoco hizo ningún cambio en la ley. Ni tampoco quiso cambiar las actitudes de los rabinos hacia los Samaritanos. Él sabía que el único cambio efectivo, en términos de discriminación, prejuicio y racismo, sería el de cambiar los corazones de las personas, una a una. Esto, Él trató de hacerlo a través de sus milagros, su amor y su gracia.
Ustedes pueden ver, mis amigos, que cuando Jesús entra en vuestra vida, ya no están preocupados en cómo son tratados por los demás, por el gobierno, o por la sociedad. Ustedes ya no se preocupan si las personas lo odian, o abusan de usted, o lo discriminan. Ustedes ya no están interesados en saber si son iguales a los demás. Porque en Cristo, ahora ustedes están viviendo en un nivel diferente. Ustedes le pertenecen a Él. Ya no le pertenecen al mundo. Ya no están sujetos a las pasiones y principios de las tinieblas.
Piensen un poquito conmigo sobre las personas de Samaria. Los Judíos los odiaban. Los discriminaban y los trataban como enemigos. Despreciaban todo lo que proviniera de ellos. Pero, Jesús tomó a Sus discípulos, y para su asombro, en vez de caminar rodeando Samaria, tal como lo hacían los judíos, se dirigió directamente a Sicar. Los discípulos no esperaban eso y estaban asombrados. Toda la ciudad salió para escucharlo, y, sin duda, muchos creyeron en Él.
Jesús desarmó el prejuicio. Él no los animó ni por palabra ni por acción. No defendió los derechos de los discípulos. No les ofreció una libertad para con la ingratitud. Les enseñó que el favoritismo de una raza sobre otra, simplemente no es parte del evangelio.
Ni tampoco defendió Sus propios derechos. Cuando Pilato lo condenó a muerte, no lo castigó haciendo descender fuego del cielo. No reaccionó con rabia cuando los soldados Romanos lo estaban clavando en la cruz. Él pudo haber hecho muchas cosas. Él pudo haber escapado dejándolos a todos ciegos. Pero Él conocía Su propósito. Primero, era para salvar almas, pero también tenía que ser un ejemplo para todos los que tuvieran que pasar por las mismas injusticias y por los mismos tratamientos errados. Él solo oró: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
Jesús es nuestro ejemplo. Tenemos que aprender a reaccionar tal como Él lo hizo en circunstancias similares. Si no lo hacemos, no seremos capaces de alinear nuestros corazones y mentes con Cristo. Y vamos a perder nuestra eterna recompensa. Porque solamente aquellos que están en armonía con Cristo, serán capaces de vivir en Su presencia. Y una cosa más. Si ustedes son maltratados y sufren bajo la mano del opresor, piensen en esto. Jesús posee un camino especial para tratar eso en la tierra nueva. Él los va a recompensar, debido a lo que pasaron aquí por Él, en esta tierra. Aquellos que sufren más en esta antigua tierra, van apreciar más las alegrías en la nueva tierra. Todo el sufrimiento que ustedes tengan que pasar, será de más valor cuando estén en la eternidad.
Oh, mis amigos, ¿debiéramos levantarnos para defender nuestros derechos, o nuestra raza, o nuestro bienestar en la comunidad? ¿Debiéramos permitir la entrada de la tentación para encolerizarnos cuando somos maltratados o mal juzgados? ¿O cuando alguien descarga toda su ira contra nosotros? ¿Cómo reaccionó Jesús cuando los rabinos, y otros, estaban gritando: “¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!”?
Jesús los ama más de lo que ustedes se imaginan. Pero no es un tipo de amor indulgente que los libera de la persecución, del prejuicio y de la discriminación. Es el tipo de amor que permanece a vuestro lado y los sostiene mientras pasa la prueba. Cuando son tentados a quejarse debido a algo, no se olviden que el cielo los está observando y que está listo para sostenerlos.
Oremos. Nuestro Padre Celestial, en el nombre de Jesús, venimos a Ti para rogarte por Tu presencia en nuestro corazón. Anhelamos que el poder de Cristo venga a nuestras vidas, para que cuando nos sintamos perdidos, ignorados, olvidados o silenciados, podamos sentir Tu presencia y poder en nuestras vidas. Necesitamos a Jesús más que nunca en estos últimos días, porque las cosas de este mundo se están volviendo realmente difíciles y extrañas. Ayúdanos a vivir para Ti. Que brillemos como luces luminosas en este mundo oscuro y malvado. Ayúdanos a alejarnos de cualquier prejuicio, racismo y discriminación que pueda haber en nuestros corazones. Que tu presencia nos fortalezca y nos anime, porque lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.
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