Preparándose para la Iglesia Subterránea, Parte 2
By Pastor Hal Mayer
Apreciados amigos,
Bienvenidos al Ministerio Guardad la Fe. Espero que estén pensando en prepararse para la iglesia subterránea de la que hablamos el mes pasado. Este mes vamos a retomar este tema y profundizar en el pensamiento necesario que debe tener lugar en nuestras mentes. No podemos ser demasiado cuidadosos en este momento de la historia de la tierra. Y es difícil expresar los conceptos que el pueblo de Dios necesita poseer para comprender lo que hace la iglesia subterránea. Así que, entremos de lleno en el tema y comencemos con una oración.
Padre nuestro que estás en los cielos, nos damos cuenta de que estamos llegando a lo último del fin de los tiempos. Las naciones occidentales están siendo preparadas para el caos. La gente estará tan alterada que estará fuera de control. Tus fieles necesitan darse cuenta que no pueden involucrarse en los asuntos políticos de hoy. Necesitan pasar su tiempo preparándose para la salvación de sus almas y para el trabajo necesario de la iglesia clandestina. Así que, por favor, acompáñanos hoy en nuestro estudio, y ayúdanos a comprender lo que vemos a nuestro alrededor. Envía Tu Espíritu Santo a nosotros hoy para abrir nuestras mentes a lo que Tú quieres decirnos. En el nombre de Jesús, amén.
La Biblia tiene varios ejemplos de iglesias clandestinas. Se reunían en lugares no oficiales y no eran reconocidos por el gobierno. Leamos algunas escrituras con respecto a esto. La primera es 2ª Corintios 16:19.
«Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila os saludan mucho en el Señor, con la iglesia que está en su casa».
Así que, Aquila y Priscila en Éfeso tenían una iglesia en su casa. También tenían una casa en Roma. Leamos acerca de esto en la carta de Pablo a los Romanos en el capítulo 16:3-5.
«Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús: A quienes no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles. Saludad también a la iglesia que está en su casa. Saludad a mi bienamado Epaeneto, que es la primicia de Acaya para Cristo».
Estas eran dos de la red de iglesias clandestinas con las que Pablo estaba relacionado. Otro ejemplo se encuentra en Colosenses 4:15.
«Saludad a los hermanos que están en Laodicea, a Ninfas y a la iglesia que está en su casa».
Laodicea estaba a unas 12 millas de Colosas, así que los colosenses tenían comunicación y comunión con ellos. Ninfas que vivía en Laodicea también tenía una iglesia en su casa. Se podría decir que era un grupo pequeño que no podía permitirse un edificio público. Pero debemos recordar que los judíos eran hostiles a estos cristianos. Y aprovechaban cualquier oportunidad para avergonzarlos públicamente, desacreditarlos e incluso violentarlos y perseguirlos. Por lo tanto, tenían que reunirse en privado, incluso en secreto en la casa de alguien en lugar de tener una reunión pública. Esto es lo que hace una iglesia clandestina en tiempos de persecución. Un tercer ejemplo es Filemón 1:1, 2.
«Pablo, prisionero de Jesucristo, y Timoteo nuestro hermano, a Filemón nuestro amado y compañero de trabajo, y a nuestra amada Apia, y a Arquipo nuestro compañero de trabajo, y a la iglesia en tu casa:»
Filemón y su esposa Apia también tenían una iglesia en su casa. Arquipo pudo haber sido su hijo que estaba tomando un papel de liderazgo cuando el líder principal no estaba allí. En cualquier caso esto también era parte de la iglesia clandestina. Cada Sábado los creyentes en Cristo se reunían en estas casas para adorar y confraternizar, planeando y organizando para minimizar la posibilidad de arresto. Eran lugares sagrados y santificados. Los miembros de estas iglesias reconocían su vulnerabilidad y se protegían entre ellos y a la iglesia con mucho cuidado.
Veamos una más. Se trataba de la casa de María, la madre de Juan Marcos. Lucas dice lo siguiente en Hechos 12:12.
«Y habiendo considerado el asunto, vino a casa de María madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos; donde estaban muchos reunidos orando».
Probablemente se reunían regularmente para orar. Este era su tiempo de comunión entre ellos y con el Señor. La Biblia sugiere que la casa de Filemón era grande porque aparentemente había una gran congregación que se reunía allí. Esto sugiere que era un hombre rico e influyente, al igual que Aquila y Priscila. Esta era la iglesia primitiva. No era sofisticada. Estos eran creyentes humildes y consagrados. La persecución elimina a los no sinceros y comprometidos y lleva a la iglesia a la clandestinidad. La gente no elige ser miembro de una iglesia clandestina durante la persecución si no es sincera. ¿Por qué una persona renunciaría a su seguridad y se haría vulnerable a las fuerzas hostiles si realmente no creyera en la causa con todo su corazón? Veamos una declaración de El Conflicto de los Siglos, página 518.
“A pesar del decaimiento general de la fe y de la piedad, hay en esas iglesias verdaderos discípulos de Cristo. Antes que los juicios de Dios caigan finalmente sobre la tierra, habrá entre el pueblo del Señor un avivamiento de la piedad primitiva, cual no se ha visto nunca desde los tiempos apostólicos. El Espíritu y el poder de Dios serán derramados sobre sus hijos. Entonces muchos se separarán de esas iglesias en las cuales el amor de este mundo ha suplantado al amor de Dios y de su Palabra. Muchos, tanto ministros como laicos, aceptarán gustosamente esas grandes verdades que Dios ha hecho proclamar en este tiempo a fin de preparar un pueblo para la segunda venida del Señor.”
¿Ha pensado alguna vez que algún día tendrá que formar parte de la iglesia clandestina? Tal vez has tenido el concepto de que tal vez no puedas tener comunión con tu iglesia pública ahora o en algún momento en el futuro. Por eso hay muchas iglesias autosuficientes hoy en día. Pero aun estas iglesias no han considerado realmente lo que es la iglesia subterránea y como se relacionaran con ella en el futuro.
Siempre que haya persecución de la verdad y de aquellos que la sostienen, es necesario que ellos establezcan una iglesia subterránea, si es que no está ya establecida. El pueblo de Dios necesita encontrar un lugar alternativo para adorar que no esté registrado con el gobierno, que no esté en un espacio público, y que no tenga todos los adornos que una iglesia publica tiene, como una corporación 501(c)3, una estructura administrativa, un letrero al frente identificando la iglesia, reuniones evangelísticas públicas, u otros adornos de una iglesia pública.
Hay muchos ejemplos en la historia de este tipo de cosas. Los valdenses, por ejemplo, tenían sus iglesias en casas particulares, en el bosque y en otros lugares. Los metodistas también experimentaron esto. Y también los bautistas en muchas partes del mundo.
Hace tiempo, tuve la ocasión de viajar durante una semana con 50 ministros bautistas independientes y recorrer lugares históricos bautistas de Nueva Inglaterra. Fuimos a la casa histórica de Isaac Bacchus, que fue ministro congregacional en Massachusetts. Pero cuando se convenció de la doctrina bíblica del bautismo del creyente, se hizo bautista. En aquel tiempo en Massachusetts era ilegal estar involucrado en otra fe que no fuera la Congregacional. Isaac Bacchus organizaba reuniones para compañeros creyentes en su ático. Los cincuenta nos turnábamos para subir al ático y ver el lugar donde Isaac Bacchus celebraba sus reuniones bautistas. Y en lugar de un baptisterio, realizaba bautismos en el arroyo cercano.
Estos 50 predicadores bautistas independientes entendieron algo sobre la iglesia clandestina de lo que ahora me doy cuenta y no en aquel momento. Defendían que una iglesia no debería constituirse con un estatus 501(c)3 exento de impuestos. Su problema era que el estatus 501(c)3 de exención de impuestos vincula a la iglesia con el gobierno y le da al gobierno autoridad sobre la iglesia. Y aunque no nos demos cuenta de lo que eso significa, una cosa que sí sabemos es que da a conocer al gobierno qué es la iglesia, dónde está y qué hace. Esto puede parecer demasiado radical.
Pero bajo persecución esos temas que parecían extremos cuando no hay persecución se vuelven muy reales e importantes cuando la hay. Y lo que la mayoría de la gente no tiene en cuenta es que lo que se hace durante un tiempo de paz a menudo vuelve a perseguirte cuando surge la persecución.
Prepararse para la iglesia clandestina empieza por entender qué es la iglesia clandestina. La iglesia subterránea no es subterránea, aunque ha habido épocas en las que han tenido que reunirse en catacumbas o cuevas. Pero eso no define a la Iglesia subterránea. Cuando hablamos de iglesia subterránea, nos referimos a una iglesia que no está vinculada al gobierno de ninguna manera. No tiene las trabas legales o administrativas que tiene una iglesia pública. Está organizada, pero lo está por otros medios que por una estructura legal. Durante la persecución, esa organización es llevada a cabo en gran parte por el Espíritu Santo. Y aunque la estructura legal era importante en tiempos de paz, se vuelve difícil de manejar e inutilizable en tiempos de persecución.
El liderazgo de una iglesia pública tiene la tarea de mantener la viabilidad de esa iglesia contra todas las amenazas. Esto naturalmente enfrenta a los líderes de las iglesias públicas con aquellos que creen en las doctrinas que están siendo perseguidas. Los líderes de la iglesia pública tienen que distanciarse de ellos. Y lo hacen convirtiéndose en perseguidores. Una iglesia multinacional mantiene su presencia pública en los países donde tienen libertad, pero también intentan mantener su presencia pública en los países donde no hay libertad. Esto significa que tienen que transigir con el gobierno para mantener su viabilidad. La preservación de la institución se vuelve más importante que la seguridad y el éxito espiritual de los miembros y sacrificarán a los miembros para preservar la institución.
Cuando los discípulos comenzaron la iglesia cristiana, tuvieron que tener cuidado de no exponer innecesariamente a los creyentes a las autoridades a causa de los judíos. Los judíos estaban incesantemente decididos a erradicar las nuevas doctrinas. Jesucristo, y sus seguidores fueron los receptores de la peor parte de la persecución. Tuvieron que reunirse en iglesias clandestinas. Pablo se convirtió en uno de ellos.
Cuando Saulo se dirigía a Damasco y fue confrontado por Jesús en el camino, se sintió humillado, pero la iglesia clandestina de Damasco no lo sabía. Por eso, cuando Ananías vio una visión de Jesús que le decía que fuera a la calle Recta y sanara a Saulo de Tarso, tal vez Ananías tuvo un poco de miedo. Después de todo, Saulo había proferido amenazas y matanzas contra los discípulos del Señor. Leamos su respuesta en Hechos 9:13, 14.
«El Señor le dijo: Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en casa de Judas por uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone la mano encima para que recobre la vista. Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a tus santos en Jerusalén: Y aquí tiene autoridad de los príncipes de los sacerdotes para atar a todos los que invocan tu nombre».
El Señor no le reprendió por falta de fe, sino que le dio más seguridad de la conversión de Saulo.
«Pero el Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel. Porque yo le mostraré cuán grandes cosas ha de padecer por causa de mi nombre».
Así que, una de las características clave de la iglesia subterránea es el sufrimiento. Y para prepararte para la iglesia clandestina tienes que preparar tu mente para sufrir por causa de Jesús. No hay ninguna escuela donde puedas ir a aprender u obtener un título en sufrimiento. Solo puedes aprenderlo en la escuela de Cristo. Solo lo experimentaras si tienes comunión con Cristo en Su sufrimiento o por Su causa. Cuando sufres por causa de Cristo has comenzado a preparar tu mente para la iglesia clandestina. Cuando usted ha sido falsamente acusado, o mal representado, o aprovechado por sus compañeros miembros de la iglesia, entonces usted ha comenzado a experimentar lo que es la iglesia subterránea. No podemos estar en el cielo a menos que hayamos pasado por el sufrimiento, porque es el sufrimiento el que nos humilla, nos purifica y nos hace darnos cuenta de nuestra humanidad. Esto nos prepara para ser compasivos y misericordiosos con los demás, como Jesús es compasivo y misericordioso con nosotros.
La mayoría de nosotros nunca hemos pensado que tendríamos que formar parte de la iglesia clandestina. Y a menos que preparemos nuestras mentes para el sufrimiento, nunca estaremos listos para experimentar la iglesia clandestina y hacer lo necesario para que la iglesia clandestina sea segura y esté protegida en la medida de lo posible. Si no experimentamos el sufrimiento, traicionaremos las confianzas sagradas y malgastaremos descuidadamente los recursos.
A medida que el secularismo, el comunismo y el islam ganan influencia y poder en diversas partes del mundo, los cristianos deben saber cómo es y qué hace una iglesia clandestina, porque serán perseguidos por causa de Cristo.
Mientras que la iglesia clandestina es comparativamente desconocida, podemos incluso tenerla justo al lado, pero no estamos preparados para unirnos a ella porque no estamos entrenados para ello. Para la iglesia clandestina, el mundo entero es su campo de misión. Y las experiencias y circunstancias trágicas ocurren en todas partes, por lo que tenemos el deber, en la medida de lo posible, de ayudar e instruir a quienes pasan por ellas.
En las naciones musulmanas, en China y en otros lugares, muchos creyentes se han convertido en víctimas de la persecución. Muchos han sufrido solos en las cárceles y muchos han muerto. Aunque esto es algo que consta, no nos alegramos de ello. Sin embargo, nos alegramos porque sabemos que aquellos que han sido víctimas de la persecución e incluso de la muerte han testificado de una manera poderosa por Cristo. Pero es muy importante tener instrucción sobre cómo hacer el trabajo clandestino y no ser capturado innecesariamente. El sufrimiento no puede evitarse en la iglesia clandestina, sean cuales sean las medidas que se tomen, pero el sufrimiento debe reducirse al mínimo.
¿Qué ocurre con la iglesia pública de un país cuando los poderes opresores toman el poder? Bueno, en algunos países el terror empieza enseguida, como en Mozambique y Camboya. En otros lugares todo empieza con la libertad religiosa. En algunos países primero quieren destruir o infiltrarse en la iglesia establecida, así que dan libertad religiosa a todos. Así pueden deshacer estratégicamente esa iglesia establecida. Algunos regímenes llegan al poder sin tener poder real. No tienen a la gente de su lado. No se han organizado con sus departamentos de policía, y el ejército, o lo que sea. Así que lleva tiempo.
Por lo tanto, hay un periodo de quietud en el que no son agresivos contra la religión objetivo. Pero durante ese tiempo de quietud, se infiltran en la fe objetivo con informantes. Descubren sus debilidades y los pecados de los pastores y otros líderes. Tal vez sea el amor al dinero. Tal vez sea la pornografía u otra lujuria. Tal vez es un pecado oculto con el que un pastor puede ser chantajeado. Entonces los presionan para que salgan y ponen su propio liderazgo leal, disfrazado de ministros, en el poder en la iglesia. Escuchen esto de Eventos de los Últimos Días, página 184.
» Muchos ocuparán nuestros púlpitos sosteniendo las manos la antorcha de la falsa profecía encendida por la infernal tea satánica…
Y si no encuentran nada que comprometa a un pastor, lo acusarán falsamente para sacarlo del ministerio e incluso de la iglesia. Con suerte, los pastores fieles emigrarán a la iglesia clandestina. La lección aquí es que los pastores y líderes en la iglesia clandestina deben ser limpios y puros, para que no se pueda encontrar nada en ellos que los comprometa. Porque si no lo son, se convertirán en delatores de otros miembros.
Aunque este proceso puede ser doloroso para el pastor, es necesario para darle una experiencia de sufrimiento que le convertirá en un excelente líder en la iglesia clandestina. ¿Cree que su iglesia pública está comprometida? ¿Está preparada para la iglesia subterránea? La mayoría de las iglesias públicas no tienen noción del peligro del compromiso, por lo que no pueden preparar a sus miembros para la iglesia subterránea.
Cuando todo está listo, la persecución comienza a veces en un día, a veces a lo largo de muchas semanas y meses, poco a poco. En cualquier caso, los creyentes fieles deben estar preparados para asumir el trabajo de la iglesia clandestina. Jesús, nuestro Señor, dijo a Ananías, ve al encuentro de Saulo de Tarso en la calle que se llama Derecha y endereza su ceguera, para que pueda ver las verdaderas realidades del Evangelio. «Él va a ser uno de Mis pastores clandestinos más eficaces, uno de Mis obreros clandestinos». Eso es lo que fue Pablo, un pastor de la iglesia clandestina. De hecho, él comenzó muchas iglesias subterráneas. Pero todo comenzó «mostrándole cuántas cosas debía padecer…».
En la antigua Unión Soviética, los agentes de policía recibían un curso de arrestología. Es decir, la ciencia de cómo arrestar a la gente para que nadie alrededor observe. Crearon un nuevo nombre, arrestología. Tal vez necesitemos crear un nuevo nombre también para un curso en la escuela de Cristo llamado sufrimientología. Se trata de una preparación intensamente espiritual. Y no puede evitarse.
En una iglesia pública basta con creer ciertas doctrinas y ser bautizado. En la iglesia subterránea no basta con ser miembro de ella. Puedes creer y ser bautizado, pero no serás miembro de la iglesia clandestina si no sabes sufrir por Cristo. Puede que tengas la fe más poderosa del mundo, pero si no estás preparado para sufrir, entonces te capturarán, te comprometerán y traicionarás a tus compañeros creyentes de la iglesia clandestina. Recibirás dos bofetadas del interrogador y lo declararás todo. Por lo tanto, puedes ver que la preparación de la mente para el sufrimiento es uno de los elementos esenciales en tu preparación para la iglesia clandestina.
El cristiano fiel no se asusta si le meten en la cárcel. El creyente de a pie encuentra en la cárcel un nuevo lugar para dar testimonio de Cristo. Para un pastor, la cárcel es una nueva iglesia. Es una iglesia con pocos ingresos, pero con grandes oportunidades de trabajo. Se puede tener una iglesia en una celda de una prisión común. Puede que tengas que aprender algún código para comunicarte, como el código morse, pero esa celda es tu iglesia.
En las iglesias públicas del mundo libre puedes oír los cantos en la calle, o puede haber una campana que llame a la gente al culto. La gente es libre de venir o no. Si a un hombre no le gusta el sermón un sábado, puede que no venga el siguiente, y tal vez busque otra iglesia. Puede que no venga si llueve. En las iglesias públicas del mundo libre los miembros miran sus relojes. «Ya ha predicado media hora. ¿Terminará alguna vez?»
Pero en la iglesia clandestina no tienes esas restricciones de tiempo que la gente te impone. Y en la cárcel tienes a tus miembros y buscadores contigo todo el día. Nadie tiene ni siquiera un reloj. Y no se preocuparían si lo tuvieran. Cuando te quitan los relojes o los teléfonos en la cárcel, tienes a los miembros de la iglesia toda la semana y puedes predicarles desde la mañana hasta por la noche. Aunque no tienen otra opción, nunca se han producido tantas conversiones como en las cárceles. Así que no teman a la cárcel. Considérenla como una nueva misión de Dios.
¿Qué debemos hacer ante la tortura? ¿Seremos capaces de soportarla? Bueno, si no puedes soportarla, acabarás metiendo en la cárcel a otra persona, quizá a muchos más creyentes. Después de todo, eso es lo que los opresores quieren que hagas, que traiciones a los que te rodean. Por lo tanto, hay una gran necesidad de preparación para el sufrimiento, que debe comenzar ahora, antes de que empiece el duro sufrimiento. Es demasiado difícil prepararse para ello cuando ya te enfrentas al sufrimiento o estás en la cárcel.
Hay que templar el corazón para resistir la tentación de evitar el sufrimiento. Esto sólo puede conseguirse mediante una estrecha relación con Jesús. Puedes decirte a ti mismo que no vas a ceder, pero eso no es posible a menos que aprendas de Cristo lo que significa ser un sufriente con Cristo. Tienes que planificar con antelación. Tienes que planear ahora la eventual tentación de ceder a la persecución y la tortura. Tienes que prepararte de antemano para todas las eventualidades. Tienes que prepararte para el sufrimiento. Jesús te dará fuerzas. Él estará a tu lado como lo hizo con los tres dignatarios hebreos. Pero tienes que practicar esto en tu vida ahora mismo. Tienes que entender que la humildad y la mansedumbre son características que debes tener en tu vida en todas las áreas. O no tendrás la ayuda que Jesús ofrece.
Cuánto puede sufrir cada uno de nosotros depende de cuánto estemos ligados a la causa de Cristo; cuán querida es Su causa para nosotros y cuánto significa para nosotros. Cuando comience la persecución habrá muchas grandes sorpresas. Habrá predicadores y escritores muy respetados que se habrán convertido en traidores. Algunos de los lideres mas prominentes serán luces que se apagarán. Leamos esto de Profetas y Reyes, página 141.
“No está lejos el tiempo en que cada alma será probada. Se procurará imponernos la observancia del falso día de reposo. La contienda será entre los mandamientos de Dios y los de los hombres. Los que hayan cedido paso a paso a las exigencias mundanales y se hayan conformado a las costumbres del mundo cederán a las autoridades, antes que someterse al ridículo, los insultos, las amenazas de encarcelamiento y la muerte. En aquel tiempo el oro quedará separado de la escoria. La verdadera piedad se distinguirá claramente de las apariencias de ella y su oropel. Más de una estrella que hemos admirado por su brillo se apagará entonces en las tinieblas. Los que hayan asumido los atavíos del santuario, pero no estén revestidos de la justicia de Cristo, se verán en la vergüenza de su propia desnudez.”
¿Están preparados para eso? ¿Estás preparado para que surjan traidores entre nosotros? Probablemente ya están aquí. Durante la pandemia fuimos testigos de algunos que, si no se arrepienten y entregan sus vidas a Jesús, serán precisamente este tipo de personas. Durante el tiempo de persecución y sufrimiento los sermones, la teología y los libros no ayudarán. Sólo Dios y la Biblia serán de ayuda. Y puede que no tengas tu Biblia contigo, así que será mejor que memorices todo lo que puedas, y también que te familiarices profundamente con el resto. Pero es el Señor quien te fortalece en los momentos difíciles. Tu fe en Dios es tu fuerza. Un versículo bíblico sólo te da las promesas de lo que Dios hará por ti si crees en la realidad expresada por ellos. Puesto que son la verdad de Dios, proceden de Él. Expresan cómo es Dios. Y si crees en lo que te dicen que Dios es y confías en Dios, Él puede estar a tu lado y hacerte soportar cualquier cosa. Porque si estás unido a Dios, la realidad del mal pierde su poder sobre ti; no puede doblegar al Señor todopoderoso. Él ha experimentado el trato con él y lo ha vencido.
Como pelar una cebolla, la persecución va quitando las capas que hemos construido a nuestro alrededor y que son falsas, hasta que llegamos al núcleo de la realidad de nuestra fe.
Veamos las palabras de Jesús en Mateo 16:24: «Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.»
La cruz era un instrumento de tortura. Jesús no bromeaba cuando dijo eso. Él nos mostró cuan pesada puede ser esta cruz. Tenemos que estar preparados para eso. Trata de ejercitarte espiritualmente. Haces ejercicio físico para estar mas en forma. Lo mismo con las cosas espirituales. Debes practicar. Hay tiempo para la oración, el estudio de la Biblia, la meditación y la contemplación. No sé tú, pero yo necesito mejorar en todas estas áreas. Lee Hebreos 11. Intenta comprender por lo que pasaron estas personas. Ponte en su lugar. Leamos los versículos 32-38.
“¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.”
Visualiza cómo sería ser aserrado, o quemado en la hoguera, o devorado por los leones. Piensa que te golpean, o que corres el riesgo de ser quemado, etc. ¿Cómo me comporto cuando me enfrento a estas cosas? Quizá no me echen a los leones, pero tendré que sufrir a manos de hombres que serían mucho peores que los leones. Decide aquí y ahora si deseas jurar lealtad a Cristo. Tenemos que prepararnos ahora, antes de que nos encarcelen o nos persigan de alguna manera.
En la cárcel lo pierdes todo. Te desvisten y te dan un traje de preso. Se acabaron los muebles bonitos, las alfombras bonitas y las cortinas bonitas. Se acabó la buena comida. No tienes a tu familia contigo. No tienes tu biblioteca contigo. Y nunca verás una flor. Nada de lo que hace agradable la vida permanece. El que ha renunciado de antemano a los placeres de la vida es capaz, con la ayuda de Cristo, de resistir a los que le oprimen. Así es cuando llega la persecución. Y hay que prepararse para ello ahora. Hay que aprender a prescindir. Yo no estoy acostumbrado a eso. Así que tengo que entrenar mi mente para prescindir.
La duda es un gran problema durante la persecución. A cada uno de nosotros nos vienen dudas, pero no permitas que la duda socave y subvierta tu fe en las doctrinas de la Biblia. Cada duda es una pequeña cuña que te convierte en un traidor potencial. Es fácil permitirse dudar cuando todo va bien, pero cuando te torturan por tu fe, esas dudas se transforman en traición porque tienes que decidir vivir o morir por esta fe. Y si tienes dudas sobre lo que crees, comprometerás a los demás y a ti mismo. Por tanto, no vivas con dudas, sino busca su solución. Uno de los preparativos clave de un trabajador clandestino es encontrar la solución a sus dudas. Si no encuentras la solución es posible que hayas cometido un error en alguna parte al entender lo que la Biblia quiere decir. Así que sigue trabajando en ello hasta encontrarla.
La tortura te endurece y refuerza tu decisión de no contar nada a la policía. Siempre hay un momento de crisis cuando estás casi listo para escribir y pronunciar el nombre de tu cómplice en el trabajo clandestino, o para decir dónde está la imprenta secreta, o el lugar de la reunión secreta. Te han torturado tanto que ya nada cuenta; el hecho de que no debieras tener dolor tampoco importa. En ese momento, si consideras que nada importa, incluido el hecho de que no deberías tener dolor, entonces has superado la crisis y eso te proporciona una intensa alegría interior. Si en ese momento no pueden obtener nada de ti, dejarán de torturarte. Saben que su continuación es inútil. Tu mente es tu defensa más importante cuando te están torturando.
Recuerda que el cuerpo de Cristo fue azotado. Siempre ha sido azotado. Ha sido azotado durante 2000 años. Fue azotado por los emperadores romanos. Fue azotado por los Nazis. Fue azotado por los comunistas, y todavía lo es en China. Tú perteneces al cuerpo de Cristo así que puedes esperar ser azotado también. Cuando te conviertes a Jesús te conviertes conscientemente en parte de Su cuerpo, ese cuerpo es un cuerpo azotado; un cuerpo escarnecido, un cuerpo escupido y uno coronado con una corona de espinas, con clavos clavados en las manos y los pies. Debemos aceptar esto como nuestro posible destino futuro. No debemos pensar que Cristo sufrió y fue crucificado hace más de 2000 años. Los sufrimientos de Jesús en su cuerpo deben hacerse realidad para nosotros hoy.
Jesús dijo en Mateo 10:37: «El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí.»
Dijo esto justo después de decir en el versículo 9: «Y los enemigos del hombre serán los de su casa».
Tenemos que estar preparados para que nuestras propias familias se conviertan en traidores a nosotros. Por lo tanto, tenemos que amar a Cristo más que a nuestras familias. Y cuando nos quiten a nuestros hijos pequeños por considerarnos incapaces de criarlos, será una dura prueba. Pero Cristo puede cuidar de sus hijos. Tienen que tomar sus propias decisiones posiblemente a una edad temprana. Pero no pueden traicionar a Cristo.
Cuando Jesús estaba en la cruz sufrió mucho, y su madre estaba delante de él sufriendo también. Se amaban, pero estaba en juego la gloria de Dios y aquí cualquier sentimiento humano debe ser secundario. Sólo cuando adoptemos esta actitud de una vez por todas podremos estar preparados para la Iglesia subterránea y su trabajo. Sólo Cristo, el Gran Sufriente, el Varón de Dolores, debe vivir en nosotros.
Algunos presos murieron a golpes, y habrá otros en el futuro. Hay que elegir entre morir con Cristo o convertirse en traidor. ¿Qué valor tiene seguir viviendo cuando te avergonzarás de mirarte al espejo, sabiendo que el espejo te mostrará el rostro de un traidor? Pensar así es el primer requisito para ser un trabajador clandestino, y especialmente un pastor clandestino. Más importante aún es que la esposa de un pastor clandestino piense así. Ella tiene que animar a su esposo a hacer su trabajo sin importar las consecuencias. Tiene que empujarlo a trabajar y a luchar. Debe sacrificarse.
Otra cosa que tenemos que aprender en la iglesia clandestina es a guardar silencio. Los pastores, por su propia profesión, son gente locuaz; gente que habla. Pero nadie puede predicar bien si no escucha bien. Los pastores descubrirán que se convierte más gente porque el pastor los escucha. La gente tiene tantas cargas en su corazón, y no hay nadie que tenga paciencia para escucharlos. Si alguien encuentra un hombre o una mujer que escucha, se le gana sin hablar mucho en la iglesia clandestina, el silencio es una de las primeras reglas. Cada palabra superflua que se dice puede llevar a alguien a la cárcel. No se puede mencionar el nombre de nadie por ningún motivo. O esa persona puede ser llevada a prisión.
No se puede aprender a callar de la noche a la mañana. Cuando todo el país se ha vuelto hostil a tu fe, no es el momento de empezar a aprender a callar. En realidad, tienes que aprender a callar desde el momento de tu conversión. Pero en cualquier caso, aprende a callar ahora y para el futuro. Conviértete en un cristiano que habla poco pero con mucho peso. Estamos acostumbrados a hablar mucho y a decir poco. Pero deberíamos ser exactamente lo contrario. Deberíamos hablar poco pero decir cosas importantes. Así que conviértete en un hombre o una mujer de pocas palabras.
Jesús dijo en Mateo 12:36: «Pero yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.»
Decimos tantas palabras que en realidad no significan nada. «¿Cómo estás?» «Bien. «¿No hace un tiempo precioso hoy?» «Sí, hace un tiempo estupendo». Y así sigue la conversación. ¿Pero de qué sirven esas palabras? Todos estamos acostumbrados a ellas y no les damos importancia. Pero en realidad no tienen ningún valor. No son más que palabras ociosas. Pero incluso palabras tan simples como estas pueden quizás hacer daño a la iglesia clandestina. ¿Tomamos en serio las palabras de Jesús? Seremos juzgados por ellas. Toda palabra ociosa será juzgada. No sé tú, pero yo tengo que mejorar mucho en ese aspecto. Una palabra de elogio sobre tu hermano, si no es necesaria, puede significar una catástrofe. Por ejemplo, alguien viene a visitarte y le dices: «¡Oh! Siento mucho que no hayas venido antes, el hermano W. acaba de irse». El visitante podría ser un informador. Ahora sabrá que el hermano W. está en la ciudad. Cierra la boca. Aprende a hacer esto ahora.
Cuando se usa la tortura psicológica, y estás en confinamiento solitario, y olvidas casi todo lo que alguna vez supiste, y olvidas todo sobre la Biblia, sólo ora. Y cuando ya no puedas orar más, sólo dile a Dios que lo amas y que quieres vivir con Él.
En la Iglesia clandestina no se permite la más mínima disputa. Toda disputa en la iglesia clandestina significa arrestos, palizas y quizás la muerte. Nuestros adversarios observarán y escucharán. Tendrán sus informadores en la iglesia clandestina. Siempre que hay una disputa, hay acusaciones recíprocas. El uno dirá al otro «cuando estabas con el hermano Smith, hiciste esto, etc. Entonces, la policía atrapa a Smith. Las peleas siempre sacan a relucir nombres y sacan a relucir hechos.
La Biblia en 2ª Timoteo 2:24 dice: «Pero las cuestiones necias e indoctas evítalas, sabiendo que engendran contiendas».
Y en Filipenses 2:3 dice: «Nada hagáis por contienda o vanagloria; antes bien con humildad de ánimo, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo.»
Este es un consejo sabio y esencial para la iglesia clandestina. No debe haber disputas ni discusiones. Comiencen hoy a aprender a ser santos. Será demasiado tarde para empezar a ser santo cuando empiece la persecución. No sabrás cómo empezar a ser santo. Tienes que empezar ahora. Si en el caso de un entorno hostil sería esencial no reñir, lo mejor es no reñir ahora. Incluso una pelea familiar puede llevar a la persecución y a la muerte. La preparación para la iglesia y el trabajo clandestinos es mucho más profunda que para un trabajador cristiano normal. Tiene que convertirse en una parte mucho más real de la vida. Y durante el tiempo de persecución u opresión es peligroso y significa encarcelamiento y quizás la muerte.
Estos son algunos de los principios que son esenciales para la iglesia clandestina. Espero que hayan aprendido algo hoy.
Oremos. Padre nuestro que estás en los cielos, vemos que nos acercamos al tiempo de la persecución final del pueblo de Dios. No hemos sido entrenados para esto ni tenemos la mentalidad que se necesita para vivir en tales circunstancias. Así que, por favor, ayúdanos a entender lo que hemos escuchado hoy. Danos una idea de cómo podemos prepararnos para lo que seguramente vendrá sobre el pueblo de Dios. No podemos confiar en las organizaciones, el gobierno, las instituciones o incluso la iglesia. Sólo podemos confiar en Ti. Ayúdanos a desarrollar un caminar contigo que sea invencible. Y Te alabaremos por Tu Providencia y Tu guía y Tu protección por toda la eternidad. En el nombre de Jesús oro, amén.
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