El populismo que hace retroceder la élite global está creciendo. Ya ha reclamado Grecia, Hungría y también Turquía. Ahora posiblemente Italia también siga ese camino. Incluso al populismo se lo ha visto en los pasos del parlamento europeo: en el 2014, la institución dio la bienvenida a su primer neonazi, cortesía del NPD de Alemania. Luego también estuvo el voto Brexit.
El populismo ha seguido un camino notablemente similar de país en país. Cabe notar que la globalización ha dado lugar a una clase internacional de adinerados tecnócratas urbanos que parecen estar totalmente desconectados con el resto de sus respectivas poblaciones. Por ello, la reacción populista contra el sistema tiene como blanco a la experiencia institucional y su pasión a menudo está llevando a políticos menos calificados o sin calificación alguna al poder. Por su parte, las redes sociales han eliminado la exclusividad que tenía el monopolio izquierdista en las noticias.
Esto, por cierto, propiciará el cumplimiento de la profecía bíblica como ninguna otra cosa podría hacerlo. Recordemos que es la pasión la que ha impulsado el motor de la revolución y ha derrocado gobiernos establecidos y cansados. De alguna manera esto nos recuerda la Revolución Francesa aunque todavía no ha llegado a ser tan brutal. Pero es global.
Los políticos populistas dicen lo indecible y prometen destruir el sistema corrupto. Usan los temores y la ira de la población para ascender al poder político. Por su parte, hace algunos años, la élite reconoció que esto iba a venir y formularon sus planes de escape durante su reunión durante el foro económico en Davos, Suiza.
A continuación se encuentran una serie de líderes, pasados y presentes, que han llegado al poder e influencia gracias a las alas de los movimientos populistas.
Nigel Farage, líder del Partido de Independencia del Reino Unido hizo el eufemismo del año: «Creo que la política necesita un poco de condimento». Farage llevó al Reino Unido al Brexit.
Marine Le Pen, líder del Frente Nacional en Francia, considera la victoria del señor Trump como parte de «un gran movimiento en todo el mundo». Aunque ella perdió las elecciones presidenciales en Francia ante Emmanuel Macron, logró dejar a Francia mucho más a la derecha. Si Macron no logra revivir la Francia industrial, Le Pen bien podría regresar. Ella ha prometido poner primero la Francia tradicional «básica». Esos temas podrían atraer masivamente a los votantes de la clase trabajadora cuando Francia celebre sus próximas elecciones en 2022.
A Narendra Modi, primer ministro de la India, se le preguntó si lamentaba la masacre de miles de musulmanes ocurrida bajo su mandato, a lo cual contestó: «Si un cachorro cae bajo el volante de su automóvil, ¿será doloroso? Por supuesto que sí». Modi es vegetariano y primer ministro de la India, una nación equipada con armas nucleares. Él es un CEO que promociona puestos de trabajo en la industria manufacturera y goza de un nivel de aprobación cercana a los 80. También está haciendo todo lo posible para librar a la India de sus poblaciones musulmana y cristiana. Un líder opositor llamó a Modi el comerciante «de la religión y la muerte».
Vladimir Putin, presidente de Rusia, dijo: «Soy el hombre más rico no solo de Europa, sino de todo el mundo. Colecciono emociones». Putin tiene diecisiete años en el poder e incuestionablemente su mandato podría extenderse hasta el 2024, o incluso más allá si lo desea. Él ha usado su energía para eliminar la mayoría de las libertades civiles de Rusia.
Norbert Hofer, miembro del Partido de la Libertad en Austria, está en un conflicto contra el sistema: «Cuanto más pelea conmigo, más fuerte me vuelvo». Por poco Hofer casi gana la presidencia de Austria. Obtuvo el 43% de los votos gracias a sus fuertes opiniones contra la migración de musulmanes. Actualmente lidera el partido que fue fundado por un ex oficial de las SS en la década de 1950.
Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas posee la siguiente lógica hermética: «Dios mío, odio las drogas. Y tengo que matar gente porque odio las drogas». Este alcalde provincial ganó la presidencia de Filipinas alentando a los vigilantes de los escuadrones de la muerte para ejecutar unos mil presuntos delincuentes menores y jurando matar a otros cien mil en sus primeros seis meses en el cargo. Conocido por su retórica inflamatoria, él mismo se ha comparado con Adolfo Hitler y ha dicho que el Papa es «hijo de una prostituta». También ha admitido no tener problemas para asesinar a miles de drogadictos. El ex alcalde Duterte ganó la oficina nacional gracias a su plataforma contra el crimen y lucha contra la corrupción. Su guerra brutal contra las drogas, la cual recientemente desactivó, ha llevado a miles de asesinatos extrajudiciales por parte de la policía. Aunque es una persona adinerada, la fuente de su riqueza sigue siendo un misterio.
Ashin Wirathu, militante religioso de Birmania tiene estos pensamientos sobre un compañero budista: «No respeto al Dalai Lama». Este monje poco agradable lidera la coalición de los «969», la cual está conformada por budistas militantes que buscan prohibir los matrimonios entre personas de distinta religión y la deportación de todos los musulmanes. Wirathu ve la islamofobia como una receta urgente para el «nacionalismo y la seguridad del país». Sin embargo, ya tiene alrededor de cien mil musulmanes birmanos muriendo de hambre en los campos de internamiento y cientos más han sido linchados por las turbas budistas. Como dice el himno de los 969: «Construiremos una valla con nuestros huesos de ser necesario».
Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, piensa que la inmigración “no es un medicamento sino un veneno. No la necesitamos y no la tragaremos”. Hungría se lanzó al gobierno nacionalista de derecha cuando Orbán se convirtió en su primer ministro en 1998, y nuevamente en 2010. Este desertor de Oxford se jactó diciendo que él diseñaría «un estado anti liberal». Orbán fue el primer jefe de una nación de la UE en respaldar a Donald Trump. Lo cual tiene sentido, ya que Orbán literalmente construyó un muro durante la crisis migratoria en 2015 para frenar la corriente de personas que cruzan la frontera desde Serbia. Orbán es considerado ampliamente como uno de los jefes de estado con mayor corrupción financiera en el mundo. Tiene apiladas las leyes electorales, pinta a los opositores como «socialistas», y ha desbaratado la libertad de los medios manteniendo listas gubernamentales de todos los periodistas a quienes amenaza con multas y suspensiones. Incluso intentó poner impuestos al Internet. «Tenemos que abandonar los métodos y principios liberales para la organización de una sociedad», dijo a una multitud en 2014. Realmente ha cumplido lo que dijo.
Geert Wilders, fundador del Partido de la Libertad en los Países Bajos realmente dijo: «No odio a los musulmanes, odio su libro y su ideología». Wilders ha sido toda su vida un luchador contra la sharia progresiva y los inmigrantes no blancos. El ex diputado ha construido un seguimiento global. Mucho antes de que Trump tratara de prohibir los viajes de Estados Unidos a ciudadanos de varios países musulmanes, Wilders estaba exasperando a sus oponentes al pedir la prohibición de la inmigración musulmana. A pesar de todas sus contradicciones, Wilders, ha atraído a suficientes votantes como para hacer de su partido uno de los partidos de oposición más grandes de Holanda gracias a su xenofobia, reducción de impuestos y apoyo al Brexit. El primer ministro holandés Mark Rutte logró resistir el desafío que le impuso Wilders en las elecciones de marzo dando un giro hacia la derecha y cuestionando el lugar del Islam en la sociedad holandesa.
Recep Tayyip Erdoğan, presidente de Turquía, tiene un mensaje para todos sus oponentes: «No me importa que me llamen dictador». De hecho, no se equivocan pues Erdoğan es definitivamente un dictador. Erdoğan es un ex islamista quién se auto rebautizó como conservador secular. Él comenzó a consolidar su poder después de que los líderes militares desafiaran la actitud de su partido en el 2007. Erdoğan pasó varios años rellenando las «profundidades del estado» turco con personas de lealtad mientras usaba juicios falsos para eliminar a los que le desafiaran. Durante este tiempo, su partido, el AKP, ejecutó adquisiciones hostiles en los tribunales y medios de comunicación independientes, allanando el camino para que Erdoğan asumiera la presidencia en el 2014. En enero de 2016, se le preguntó al irritable tecnócrata cómo funcionaría su régimen a lo cual respondió: «Ya hay ejemplos en el mundo. Puede verlo cuando observa la Alemania de Hitler».
Andrej Babis es un empresario multimillonario y opositor de la clase dirigente, quien se convertirá en el próximo primer ministro de la República Checa después de que su partido ANO ganara tres veces el número de votos que obtuvo el partido conservador ODS, el cual quedó en un distante segundo lugar. Él lo logró gracias a su plataforma anti corrupción. Babis tiene un imperio empresarial en expansión. Incluye vastas posesiones en agricultura y silvicultura, productos químicos, bienes raíces y periódicos. Él ha prometido utilizar su perspicacia comercial para cortar la burocracia gubernamental y luchar contra la corrupción, a pesar de ser sospechoso de un posible delito fiscal y una investigación por conflicto de intereses. Su campaña la hizo bajo la promesa de resistir la inmigración y su deseo de que la República Checa forje vínculos más estrechos con socios no pertenecientes a la Unión Europea, incluida Rusia.
El búlgaro Veselin Mareshki, de 50 años, es un político y hombre de negocios que fundó el partido Volya, el cual se opone a la inmigración. Mareshki posee una cadena de farmacias con más de 350 sucursales en todo el país. The New York Times informó este año que su nombre está en todas ellas.
Boris Johnson, de 53 años, es el ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, y posiblemente futuro primer ministro. Johnson, un ex periodista, ayudó a liderar la campaña para que Gran Bretaña saliera de la Unión Europea.
El populismo de derecha implica la preparación de los gobiernos para colaborar con los Estados Unidos y el papado en el cumplimiento de su destino profético. Va a terminar colaborando en la creación de la adoración legal del domingo tal como lo predice la Biblia. Esto no sería tan probable con los gobiernos de izquierda. El ascenso de los movimientos populistas de derecha en todo el mundo también tendrá un impacto en otras naciones. Continúe observando este movimiento.
Véase Apocalipsis 13:8,11, 12-17.
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