El domingo 15 de noviembre, el Papa Francisco realizó una visita a la Iglesia Evangélica Luterana Christuskirche en Roma para reunirse con sus líderes y otros miembros de la comunidad. También participó en su liturgia.
Pidiendo a luteranos y católicos caminar juntos en el amor, dijo que «la pobreza es el centro del Evangelio… ¿usas tu vida para ti mismo o para servir? ¿Usas muros para defenderte de otros o les das la bienvenida con amor? Esta será la decisión final de Jesús».
Nuevamente habló del tiempo del fin y dijo que Jesús siempre acompañaba a aquellos que Él guiaba. Dijo: «¿De qué lado estamos? Jesús también nos sirve para lograr la unidad, la cual nos ayuda a caminar juntos», dijo. Y señalando cómo las dos congregaciones acababan de orar juntos, y en muchas situaciones, «compartiendo el amor juntos», para trabajar y cuidar en favor de los pobres y necesitados.
Cerró su homilía orando por la gracia de la «diversidad reconciliada… (Ser como) Dios que vino a servir y no a ser servido».
Tanto católicos como luteranos reconocen el bautismo de cada uno como válido. Francisco dijo, en respuesta a una pregunta, «que como cristianos todos tenemos el mismo bautismo, y el asistir a los servicios [comunión] de los demás es una manera de participar en la Cena del Señor juntos». Él volvió a insistir en que todos compartimos «un solo bautismo, un solo Señor, una sola fe».
El Papa Francisco es un hombre con una misión ecuménica. Continuamente invita a estrechar más y más los lazos entre los diversos grupos cristianos, en este caso, los evangélicos luteranos.
«Y la adoraron todos los moradores de la tierra». Apocalipsis 13: 8.
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