El Papa Francisco se reunió sábado por la mañana con el presidente italiano Sergio Mattarella en el Vaticano. Es la primera reunión desde la elección del presidente el 3 de febrero.
El desarrollo ordenado de «una sociedad civil pluralista requiere» que el «espíritu auténtico de la religión» no se «confine» a «la conciencia personal sino que se reconozca su papel significativo en la construcción de la sociedad», comentó el Papa Francisco al presidente italiano.
En otras palabras, lo que el Papa Francisco está expresando es que la iglesia no considera que la conciencia personal sea la última palabra sobre lo que los individuos creen y hacen. También intenta hacer que la conciencia personal puede ser confinada, al sugerir que la sociedad necesita de la iglesia para desarrollarse completamente. No debemos olvidar que fue la iglesia católica la que impidió el crecimiento y el desarrollo de la sociedad manteniendo a la gente en la oscuridad durante la Edad Media.
Reflexionando sobre la relación de la colaboración entre la Santa Sede y el estado italiano, tal como se define en los Tratados de Letrán y la Constitución italiana, el Papa expresó: «La Iglesia ofrece a todos la belleza del Evangelio y su mensaje de salvación. Sin embargo, para poder llevar a cabo su misión espiritual, requiere que haya condiciones de paz y tranquilidad, las cuales solo las autoridades públicas pueden promover».
El Papa Francisco afirma que la fuente del Evangelio es la iglesia, no la Biblia ni Jesucristo. El estado debe proporcionar límites a la libertad personal para que la iglesia tenga un ambiente pacífico para florecer. En otras palabras, las autoridades civiles deben evitar que elementos disruptivos desestabilicen o se opongan a la Iglesia Católica.
«Por otro lado», continuó el Papa Francisco, «las autoridades públicas, quienes deben crear las condiciones para un desarrollo justo y sostenible a fin de que la sociedad civil pueda desarrollar todo su potencial, puedan encontrar un apoyo valioso y útil para su acción en el compromiso y la colaboración leal de la Iglesia».
Al referirse a un desarrollo justo y sostenible, el Papa se está refiriendo a las definiciones asignadas para esas palabras por la Iglesia Católica.
Aunque de manera independiente, tanto la iglesia como el estado comparten «la responsabilidad común» de satisfacer las «necesidades espirituales y físicas de las personas… con humildad y dedicación», agregó.
El Papa habló sobre el impacto del cristianismo [católico] en la cultura italiana, incluido el arte, la arquitectura, las costumbres y la vida familiar. Hizo hincapié en la necesidad de cuidar el medio ambiente y desarrollar oportunidades de empleo para la juventud italiana.
También expresó su gratitud por el compromiso de Italia en dar la bienvenida a numerosos inmigrantes que desembarcan en las costas del país e instó a las autoridades italianas a solicitar a las comunidades europeas e internacionales un mayor compromiso con la asistencia en el área de la migración.
Italia se maravilló en pos de… Véase Apocalipsis 13:3.
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