Un millón y medio de personas llegaron a la misa de despedida del Papa Francisco en Cracovia, Polonia, al final de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). «En un momento de creciente escepticismo hacia la autoridad, ningún otro líder mundial puede atraer a una multitud como esta. Ningún otro hombre de 79 años de edad podría haber atraído a 300.000 jóvenes dispuestos a escuchar lo que tiene que decir”. Francisco es ampliamente carismático y ha dominado el lado teatral de su papel, usando pequeños gestos para comunicar grandes ideas a inmensas audiencias.
Mientras que el enormemente popular predecesor de Francisco, el Papa Juan Pablo II, se arrodillaba y besaba el suelo al llegar por primera vez como Papa a su tierra natal comunista en 1979, Francisco pagó su boleto y llevó su propia maleta cuando fue destinado a la silla papal. Todavía se niega a quedarse en los grandes apartamentos papales. Sus pequeños gestos transmiten grandes mensajes y atraen a las multitudes.
A pesar de que ambos han utilizado sus talentos al servicio de agendas muy diferentes, Francisco está creando una revolución tal como lo hizo Juan Pablo. Juan Pablo dictó sentencia sobre todo el sistema del comunismo. El Papa Francisco ha hecho famosa la pregunta: «¿Quién soy yo para juzgar?», al hacer referencia a los homosexuales. Juan Pablo II enfocó su mensaje hacia los gobiernos comunistas de la Unión Soviética y se vinieron abajo. Francisco ha dirigido su mensaje hacia la ayuda a los pobres. Su primera visita fue al islote mediterráneo de Lampedusa, donde refugiados desesperados llegan cada semana. Y tan pronto como llegó a Polonia, le «sacó en cara al gobierno su negativa de aceptar a los solicitantes de asilo musulmanes».
El Papa Juan Pablo II vio la fachada del comunismo, apuntó a su quebrada estructura y logró ubicar fuertemente a la Iglesia Católica en el centro de la geopolítica. El Papa Francisco quiere que la iglesia abrace a todos, especialmente a los pobres, sin hacer referencia a las naciones.
Estos dos hombres han tenido un impacto significativo en mundos muy diferentes. Su visión de Europa se encuentra en polos muy distintos pero avanzan hacia una trayectoria común. Al igual que Juan Pablo II, Francisco empuja a las naciones y sus culturas por una ruta hacia la asimilación, en un intento de eliminar las fronteras étnicas, mezclando culturas muy diferentes, sobre las cuales su iglesia presidirá algún día. El objetivo del Papa Francisco es sentar a la iglesia papal como una reina (véase Apocalipsis 18:7), y está usando poderosamente a los pobres y refugiados a ayudarle.
El Papa Francisco anhela la globalización y desea que el mundo lo siga. Aunque Europa y el mundo han cambiado desde la época de Juan Pablo II, Francisco está estructurando la siguiente fase de la fortaleza papal.
«Y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia». Apocalipsis 13:3.
«Y la adoraron todos los moradores de la tierra.» Apocalipsis 13:8.
Comments
Fritz
01 de septiembre de 2016 at 03:24 03Thu, 01 Sep 2016 03:24:45 +000045.Yes the work of the antichrist is following the agenda of his master and is coming to fruit : take care my brothers do not be mislead or follow him like the masses !!! Stand up and stand apart for Jesus. And rather the agenda of the Antichrist for all to see !!!
Thordis
02 de septiembre de 2016 at 08:00 08Fri, 02 Sep 2016 08:00:12 +000012.So true and no matter how much we try to point this out to the public, they just seem to blindly follow like sheep