Aaron y Melissa Klein, dueños de la ya cerrada pastelería Sweetcakes by Melissa, habían tenido éxito en la corte de apelaciones. Ellos argumentaron que el comisionado laboral Brad Avakian violó las leyes estatales y federales al obligarlos a pagar la suma de $135.000 por daños emocionales a una pareja de lesbianas que los había demandado por negarse a decorar un pastel para su boda. Los Klein se negaron a hacerlo debido a sus convicciones religiosas dado que al decorar el pastel, estarían apoyando la boda entre personas del mismo sexo.
Sus abogados dijeron que Avakian y la Oficina de Trabajo e Industrias del Estado violó los derechos de los Klein, quienes como artistas tienen derecho a la libertad de expresión, a la libertad religiosa y a tener el debido proceso si eran acusados.
Sin embargo, el Tribunal de Apelaciones de Oregón se puso del lado del estado el jueves. Dijo que los Klein habían fallado en demostrar al estado que habían sido atacados por sus creencias religiosas. Los jueces también encontraron declaraciones públicas hechas por Avakian antes de decidir que el caso no establecía una falta de imparcialidad.
«El fallo de hoy envía un fuerte mensaje de que Oregón permanece abierto para todos», dijo Avakian en un comunicado luego de que la opinión de 62 páginas fuera publicada el jueves. Adam Gustafson, el abogado que argumentó la apelación de los Klein, no respondió de inmediato un mensaje telefónico.
La decisión se produce semanas después de que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos escuchara los argumentos en un caso de alto perfil sobre un panadero de Colorado que se negó a hacer un pastel de bodas para una pareja del mismo sexo.
Ese panadero, Jack Phillips, afirma que sus pretensiones de libertad artística de la Primera Enmienda fueron violadas, una cuestión similar planteada por los Klein. Al respecto, la corte de Oregón dijo que el argumento de los Klein sobre la expresión artística en sus pasteles tenía «derecho a ser tomado en serio» pero no era suficiente como para que la pareja afirmara que sus pasteles eran piezas de arte, o percibieran sus creaciones como semejantes a una escultura o pintura.
«Aunque aceptamos que los Klein pueden otorgar su propio toque artístico a cada pastel de bodas, no pudo demostrarse que el pastel de bodas de los Klein fuese percibido por otros mayormente como una ‘expresión’ de arte sino como un alimento», dijo la opinión.
El estado penalizó a los pasteleros tras determinar que habían violado una ley de Oregón de 2007 que protege los derechos de las personas homosexuales, lesbianas, bisexuales y transgénero en el empleo, la vivienda y el alojamiento público. La ley proporciona una exención para las organizaciones religiosas pero no permite que las empresas privadas discriminen por su orientación sexual.
Rachel y Laurel Bowman-Cryer elogiaron el fallo en un comunicado emitido a través de su abogado: «No importa cómo naciste o a quién amas. Todos somos iguales ante la ley y debemos ser tratados con igualdad».
Consistentemente, los activistas LGBTQ están atacando a las organizaciones cristianas con el fin de establecer precedentes judiciales. Esto está finalmente llevando a la quiebra los negocios de los cristianos que no siguen la agenda LGBTQ debido a sus convicciones religiosas.
Con el tiempo, los Estados Unidos llegarán a repudiar todos los principios de su constitución, incluyendo su primera enmienda (véase Testimonios para la Iglesia, Vol. 5, página 426). La libertad religiosa ahora está siendo atacada por la agenda LGBTQ y recibiendo presión por parte de los tribunales.
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