Los líderes mundiales y los principales expertos en relaciones internacionales salieron de la Conferencia de Seguridad de Múnich 2018 con incertidumbre sobre cómo evitar una catástrofe internacional. Sin embargo, nótese que estos eran expertos.
Hay suficientes crisis en este momento para tres Conferencias de Seguridad de Múnich. El mundo necesita liderazgo a nivel mundial pero en Múnich no hubo líderes a la vista, ni de Alemania ni de los Estados Unidos.
El presidente de la conferencia, Ischinger, dijo al cierre de la conferencia: «No me quedo tranquilo con las debates de los últimos dos días y medio». Agregó que debemos alejarnos del borde de la catástrofe pero que no se han escuchado suficientes «pasos concretos» como para lograrlo.
La conferencia produjo muchas más preguntas que respuestas y, a medida que avanzaba, más y más acusaciones. Israel culpó a Irán, Irán culpó a Israel, Estados Unidos culpó a Rusia y Turquía culpó a los kurdos. Mientras tanto, los arsenales nucleares se están modernizando, se están desarrollando nuevas armas y se están enviando tuits con mensajes de enojo.
Muchos hombres de estado trajeron accesorios para expresar su punto de vista. Por ejemplo, Benjamin Netanyahu agitó una pieza de un avión no tripulado iraní, Petro Poroshenko trajo una bandera de la UE y el ministro de Asuntos Exteriores japonés, Tarō Kōno, mostró fotografías de petroleros norcoreanos. Estos proporcionaron a los periodistas asistentes buenas imágenes pero poco contribuyeron al diálogo.
Al comienzo de la conferencia, parecía que Europa podría proporcionar el liderazgo que faltaba. Pero rápidamente quedó claro que los europeos no están listos para llenar el vacío que está creando el alejamiento de los Estados Unidos del sistema internacional. Tanto el Ministro de Defensa alemán como el francés subrayaron la importancia de Europa: «Queremos seguir siendo transatlánticos, pero también queremos ser más europeos» (Von der Leyen – Alemán); «Europa no es agradable, es imprescindible» (Florence Parly – Francés) – pero estas fueron declaraciones de intenciones más que hechos.
Hasta el momento, el mundo no ha sido informado de ningún acuerdo nuevo que surja de estas discusiones aunque es posible que nuevas políticas o acuerdos se logren poner en marcha este fin de semana en Múnich.
La Biblia no predice una estabilidad mundial en los últimos días. De hecho, se espera lo opuesto. El mundo se volverá menos estable y menos seguro. Y la ausencia de liderazgo es una característica que se puede esperar.
«Entonces habrá… en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas». Lucas 21:25.
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