Aproximadamente unas 58 personas murieron (30 confirmadas) en un infierno en la torre durante el incendio que destruyó uno de los edificios de viviendas públicas en Londres. Theresa May, Primer Ministro de Gran Bretaña, ha tenido que enfrentar una lluvia de críticas debido a la respuesta inicial que el gobierno le dio a la tragedia en la Torre Grenfell.
May dijo que el gobierno ha comenzado a distribuir ayudas desde un fondo de emergencia de $6.4 millones (USD) creado para ayudar a las víctimas del incendio. Los funcionarios encargados del ministerio de vivienda están realizando verificaciones de seguridad en otras torres públicas de gran altura en Londres. «He escuchado las preocupaciones y he ordenado acciones inmediatas para ayudar a los familiares de las víctimas y los supervivientes», dijo May.
Los manifestantes en Londres exigen conocer las razones por las cuales no se prestó atención a las preocupaciones que desde hace rato venían expresando un grupo de inquilinos sobre el edificio de 24 pisos, ubicado en un barrio de la ciudad de North Kensington. También expresaron su enojo porque la Primer Ministro no se reunió con los sobrevivientes y las víctimas del incendio cuando visitó inicialmente el barrio después de la tragedia.
El comandante Stuart Cundy, portavoz de la Policía Metropolitana de Londres, expresó que el número de muertos puede aumentar si había más personas en la torre de las que la policía tuviera conocimiento. «Las 58 personas es la cifra de los desaparecidos y que debemos suponer que están muertos», dijo Cundy. «Puede ser que algunos de ellos se encuentren bien y a salvo pero por alguna razón no han llegado para hacérnoslo saber. Cundy agregó que tomará semanas o más para recuperar e identificar a todos los muertos en el devastado bloque de viviendas. La policía dijo que 19 heridos en el incendio permanecen hospitalizados, entre ellos 10 están en estado crítico.
«Mi corazón se dirige a los afectados», dijo Cundy. «Tan pronto como podamos, localizaremos y recuperaremos los seres queridos». Cundy dijo que las autoridades planean emitir un video y fotografías desde el interior del edificio carbonizado.
Los investigadores están tratando de averiguar por qué el fuego se extendió tan rápidamente a las plantas superiores, especialmente dado que el complejo de apartamentos sufrió una renovación de $13 millones el año pasado que incluía nuevos revestimientos térmicos en el exterior.
Por años, el Grupo de Acción de Grenfell, la organización de inquilinos, había venido expresando su preocupación sobre las pruebas, el mantenimiento del equipo de extinción de incendios y el bloqueo del acceso de emergencia al sitio. «Todas nuestras advertencias cayeron en oídos sordos y predijimos que era inevitable que ocurriese una catástrofe como esta», dijo el grupo después de que estalló el incendio, según la Associated Press. En un blog escrito el año pasado, el Grupo de Acción Grenfell advirtió sobre las «peligrosas condiciones de vida» en la torre. «Es un pensamiento realmente aterrador, pero el Grupo de Acción de Grenfell cree firmemente que sólo un evento catastrófico pondrá al descubierto la ineptitud e incompetencia de nuestro propietario, el KCTMO».
KCTMO, la Organización de Gestión de Kensington y Chelsea, ha administrado el edificio en nombre de los propietarios, las autoridades públicas locales. La administración dijo que era consciente de las quejas de los residentes pero que era «demasiado pronto para especular sobre lo que causó el incendio y contribuyó a su propagación».
La reina Isabel II y el príncipe Felipe observaron un momento de silencio para honrar a las víctimas. Mostraron su respeto antes del inicio de la procesión anual de Trooping the Color que marca la celebración del cumpleaños de la reina. La reina expresó que estaba «profundamente impresionada por la inmediata disposición de la gente de todo el país para ofrecer consuelo y apoyo a aquellos que lo necesitan desesperadamente».
«Cuando se pone a prueba, el Reino Unido es decidido ante la adversidad», añadió. «Unidos en nuestra tristeza, estamos igualmente decididos, sin temor ni favor, a apoyar a todos aquellos que deben reconstruir sus vidas tan horriblemente afectadas por lesiones y pérdidas».
«Las condiciones que prevalecen en la sociedad, y especialmente en las grandes ciudades de las naciones, proclaman con voz de trueno que la hora del juicio de Dios ha llegado, y que se acerca el fin de todas las cosas terrenales. Nos hallamos en el mismo umbral de la crisis de los siglos. En rápida sucesión se seguirán unos a otros los castigos de Dios: incendios e inundaciones, terremotos, guerras y derramamiento de sangre. No debemos quedar sorprendidos en este tiempo por acontecimientos grandes y decisivos; porque el ángel de la misericordia no puede permanecer mucho más tiempo para proteger a los impenitentes». Profetas y Reyes, pág. 207.
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