Por Betsy Mayer
Un mes antes de las primarias del GOP, Trump se reunió con más de 1.000 líderes evangélicos para abordar sus preocupaciones con su candidatura. Trump les prometió que si es elegido, nombraría jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos que sean Pro-vida y protegería a aquellos que deseen «expresar sus creencias religiosas en la esfera pública».
A cambio, los anteriormente reacios líderes evangélicos decidieron respaldar la candidatura a la presidencia del hombre tres veces casado, dueño de casinos, anfitrión de un show de reality y a veces mal hablado, Donald Trump, porque es «el menor de dos males».
La justificación de su apoyo revela la profundidad de su temor a una presidencia de Hillary Clinton para el futuro de los EE.UU., así como su raciocinio para aprobar un hombre algo alejado de sus estilos de vida.
Marjorie Dannenfelser de la Lista Pro-vida de Susan B. Anthony declara: «Cuando usted tiene una opción binaria, debe tomar una decisión. … Mantenerse al margen en este momento es francamente irresponsable teniendo en cuenta hacia dónde se dirige la república. La idea de poder retroceder las desastrosas consecuencias de una presidencia de Hillary Clinton, es presumir del tiempo y de la misericordia».
Penny Nance de Concerned Women for America explica: «Para mí ha sido claro, incluso antes que otras personas, que no podemos quedarnos con nuestros brazos cruzados y permitir que Hillary Clinton sea nuestra próxima presidente. …Ninguno de nosotros está engañado pensando que Trump será un denunciante evangélico con la Biblia en la mano. Ciertamente, él es diferente de muchos de nosotros…».
Tony Perkins del Family Research Council, admitió que Trump «…no encaja dentro de nuestro molde. Pero lo que he encontrado es que él es abierto, es receptivo, pone a las personas adecuadas en torno a él. …Quiero que él tenga éxito, porque si tiene éxito, Estados Unidos sobrevivirá. Esa es la línea base».
Cuando se preguntó si la reciente «conversión» de Trump a la corriente Pro-vida podría ser poco profunda y sin comprobación, Ralph Reed de la Coalición Faith and Freedom replicó: «La forma en que el movimiento Pro-vida crece es dando la bienvenida a los conversos, no es mediante la realización de exámenes farisaicos para saber si su conversión es genuina o… sugiriendo que deben pasar cierto período de tiempo o penitencia para poder ser aceptados».
Recientemente, James Dobson aprobó a Trump porque «ha sido firme en su compromiso con los temas que son importantes para los evangélicos como yo. En particular, he sido alentado por su promesa de nombrar jueces conservadores en el Tribunal Supremo, preservar la libertad religiosa, la reconstrucción de los militares y la defensa de la santidad de la vida humana».
Todavía está por verse si un presidente Trump podría cumplir estas promesas. No obstante, lo que sí es seguro es que Trump y sus improbables socios evangélicos están unidos en el deseo de «hacer grande a los Estados Unidos de nuevo». Debemos orar para que sus esfuerzos no sean acelerar el cumplimiento de las profecías de los últimos tiempos, donde los poderes políticos globales restablecerán la persecución mortal para lograr un reavivamiento religioso.
Comments
Tumo Galeragwe
28 de septiembre de 2016 at 03:51 03Wed, 28 Sep 2016 03:51:41 +000041.The interesting thing is that even well meaning people may fulfill prophecy unaware that they are pushing the agenda of the enemy of righteousness and start persecuting god’s people through the influence of religious leaders? talk about the Jews influencing Pilate to destroy Christ; the president may not even understand the underlying agenda of the Sunday movement but he will be used to execute it under the pretense of defending religion and doing away with dissenters and fanatics who bring the curse of God upon the nation! «While men are sleeping, Satan is actively arranging matters so that the Lord’s people may not have mercy or justice. The Sunday movement is now making its way in darkness. The leaders are concealing the true issue, and many who unite in the movement do not themselves see whither the undercurrent is tending. Its professions are mild and apparently Christian, but when it shall speak it will reveal the spirit of the dragon. {CCh 335.2}