A las 8:07 de la mañana del sábado 13 de enero, un empleado de la Agencia de Manejo de Emergencias de Hawái presionó un botón enviando un mensaje a todos los teléfonos celulares del estado. El mensaje decía: «AMENAZA DE MISIL BALÍSTICO ENTRANDO A HAWÁI. BUSQUE REFUGIO INMEDIATO. ESTO NO ES UN SIMULACRO». Luego las estaciones de TV pusieron advertencias diciendo “Busque refugio”, generándose un completo pánico.
La gente huía en todas direcciones, algunos se acurrucaban en sus bañeras, algunos se metían en los desagües pluviales cercanos y en los pozos de registro, mientras que otros corrían hacia sótanos y negocios ubicados en edificios de concreto. Las personas abandonaron el juego dejando desiertos los campos de golf en un tiempo récord.
Las tensiones entre la administración Trump y la nación con armas nucleares de Corea del Norte han aumentado debido al temor de que el régimen de Pyongyang pueda alcanzar el territorio estadounidense con un misil nuclear. Previamente, las autoridades hawaianas habían estado preparando y probando sistemas de alerta temprana e indicando a los residentes a tener planes de emergencia.
«Todos tienen un plan», dijo Ashly Trask, de 39 años, quien vive en la isla de Kauai. «Es muy real». Cuando llegó la alerta, Trask dijo que salió con su madre, su hijo de 15 años, su hija de dos años y su compañero en el automóvil, pasó por el lugar de trabajo de su otro hijo para recogerlo, y luego corrió a su oficina en los jardines botánicos: un edificio con paredes de concreto usado como refugio contra huracanes. «Definitivamente fue como una zona de pánico», dijo. «Todo el mundo sabe que cuenta con alrededor de 15 minutos antes de la detonación pero nadie sabe dónde aterrizará».
Los familiares al otro lado de la isla estaban demasiado lejos para llegar a los jardines dentro de ese corto período de tiempo. «Nos llamaron llorando al darse cuenta que no alcanzaban a llegar a donde estábamos nosotros», dijo Trask.
En el oeste de Oahu, la gente salió de los edificios hacia las calles. Según un testigo, algunos se refugiaron en el sótano de una estructura de estacionamiento, donde la gente lloraba y los niños se acurrucaban sobre rollos de tela. Aproximadamente 38 minutos después, las autoridades dijeron que la alerta había sido un error.
Esos 38 minutos fueron un período de completo pánico, testigo de los abrazos de las personas con sus seres queridos para decirles adiós. Otros cayeron de rodillas y rezaron en las calles. En Honolulu, padres desesperados abrieron desagües de tormenta de concreto y metieron a sus hijos adentro.
El gobernador David Ige se disculpó por el error y dijo que la alerta se envió durante lo que debería haber sido un cambio rutinario de turno en el centro neurálgico de comando y control de la Agencia de Manejo de Emergencias de Hawái. «Se trató de un procedimiento que realizan en el cambio de turno y por el cual se aseguran que el sistema funcione. El problema fue que un empleado presionó el botón equivocado», expresó, agregando que tales cambios de turno ocurren tres veces al día. «Me despertó la alerta como a todos los demás del estado de Hawái. Fue una situación desafortunada y lamentable. Vamos a ver cómo podemos mejorar los procedimientos para que no vuelva a ocurrir».
El procedimiento operativo estándar requiere que los trabajadores prueben el sistema de alerta para asegurarse de que esté en pleno funcionamiento, pero esta vez el mensaje, que no debería haber sido escuchado o visto más allá de la sala de control de la sede de la agencia, se hizo público.
«La gente de Hawái estuvo muy angustiada y ahora no está contenta», escribió Silas Aiton, colaborador del New Daily, «especialmente con el final del mensaje que decía: ‘Esto no es un simulacro’. Precisamente eso fue lo que se anunció durante el ataque japonés a Pearl Harbor en 1941.
Cuando llegó el mensaje de que se trataba de una falsa alarma, muchas personas en los albergues de estacionamiento se abrazaron, lloraron, se sacudieron y se prepararon para regresar al exterior. Otros dijeron que permanecerían encubiertos hasta recibir confirmación de que todo estaba seguro por parte de la guardia costera.
Kim Smith, residente de Honolulu, le dijo a The Guardian que fue a Diamond Head, un parque estatal y antigua base militar. Ese «es un lugar de congregación para un tsunami» y tiene «bunkers y túneles». Smith agregó que allí los turistas estaban caminando «sin tener la más mínima idea de lo qué estaba pasando».
«Terminamos sentados afuera en el automóvil, a la espera de ver qué pasaría», expresó. «Hace un par de meses se inauguró el sistema de sirenas de misiles pero las sirenas no sonaron. Tampoco hubo actualizaciones en la radio así que fue un poco confuso.
Beth Ann Brooks de Haleiwa dijo que estaba en la playa cuando recibió la alerta y corrió a casa. Ella y su esposo se refugiaron en el baño. «Tomamos los cojines del sofá, nuestro kit de huracanes y agua, y nos sentamos a hablar con los niños y tratar de calmarlos», dijo Brooks. «No dijeron mucho. Fue horrible. El miedo que sentí fue diferente a todo lo que alguna vez haya experimentado».
Para algunos, la perspectiva del fin del mundo se convirtió en una oportunidad para permitirse un gusto. Joshua Keoki Versola estaba solo en Mililani cuando recibió la alerta. Mientras esperaba que su prometida manejara hasta su casa desde su lugar de trabajo, el ingeniero de redes de 35 años abrió una botella de Hibiki 21, un galardonado y caro whisky japonés.
Durante 38 minutos, la gente de Hawái pensó que el fin del mundo había llegado. Algunos pidieron perdón por sus pecados. Incluso algunos de los llamados ateos estaban orando a Dios. Otros abriendo una champaña cara, dijeron que querían salir «con estilo». Pero, sobre todo, el error causó un pánico sin precedentes en la era de la posguerra fría. El miedo era palpable a medida que la gente reflexionaba sobre sus vidas y se preguntaba qué pasaría con ellos si los mataban.
Si alguna vez hubo un rumor de guerra, este podría ser el caso. Las advertencias de la Palabra de Dios nos dicen que la guerra está por venir. Solo aquellos que estén en Cristo; y por lo tanto, bajo la protección de los ángeles del cielo, serán capaces de no sentir miedo y pánico cuando de repente les sobrevengan una amenaza.
«Y oiréis de guerras y rumores de guerra; mirad que no os turbéis». Mateo 24:6.
Comments
Jason W
21 de enero de 2018 at 23:26 11Sun, 21 Jan 2018 23:26:47 +000047.I spoke about this sad false alarm with Dan, a bus driver a few days ago. I made the points that no matter where you go or what you do it is not going to matter. In Phoenix, AZ if everyone tried to flee..to where? there would be absolute GRIDLOCK in minutes! The people in HI need to think about how they responded. DO they think their actions were really going to help them? It is quite amazing that there really are no atheists when they are on their «deathbed» It is sad for them that it might be a little late for repentance at that time. My final points are that if an alert like that occurred in Phoenix I would not try to run from the inevitable, I would not panic or cry! I would PRAY!! JESUS is my ROCK!