Atenas se encuentra bajo presión para aumentar la semana laboral a seis días como parte de las severas condiciones del segundo rescate económico del país. La supervisión de la «troika», compuesta por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, insiste en reformas del mercado laboral las cuales van desde los salarios mínimos hasta los límites para las horas extras y horas flexibles laborales. La «troika» está estudiando si Grecia cumple con los términos del rescate y emitirá un veredicto para determinar si a Grecia finalmente se le permite permanecer en la unión de la única moneda.
En una carta, la «troika» le ordena a los ministerios de finanzas y laborales griegos ampliar la jornada de trabajo en el fin de semana (lo cual probablemente implicará el Sábado). Allí se expresa: «Medida: aumentar la flexibilidad de los horarios de trabajo, aumentar el número de días de trabajo a un máximo de seis días por semana en todos los sectores».
La carta revela detalladamente la intrusión de la zona euro en un sistema nacional y cultura laboral vistos desde afuera como ampliamente disfuncionales. Sigue diciendo: «Se debe aumentar la flexibilidad de los horarios de trabajo; establecer el descanso mínimo diario a 11 horas; desvincular las horas de trabajo de los empleados de las horas de apertura del establecimiento; eliminar las restricciones a un tiempo mínimo/máximo entre los turnos de la mañana y tarde; permitir que el permiso de dos semanas consecutivas sea tomado en cualquier momento durante el año en sectores estacionales».
«El desempleo es demasiado alto y se necesitan políticas para evitar que se convierta en algo estructural», dice la carta. También pide que se bajen los costos laborales no salariales, se eliminen las contribuciones sociales de los empleadores y haya una desregulación del mercado de trabajo. Las instrucciones también piden que la inspección del trabajo nacional sea radicalmente reformada y puesta bajo supervisión europea.
El gobierno griego de Antonis Samaras está solicitando más tiempo antes de poner en práctica la austeridad exigida en los dos últimos rescates, incluyendo recortes superiores a los € 11.6 mil millones. Pero eso requeriría otro rescate. Y en toda la zona euro hay poco deseo de invertir en más fondos de rescate, lo cual significa que Grecia, en última instancia sería sacrificada.
La semana laboral griega no coincide con el resto de Europa, la cual a menudo incluye el trabajo en sábado. La ampliación de la semana laboral en el fin de semana como un medio para ayudar a la economía, pondría a Grecia en sintonía con las otras naciones. Aunque podría parecer que la ampliación griega de la semana laboral en realidad no estuviese requiriendo el trabajo en sábado, sí la lleva un paso más cerca al tipo de demandas que se encuentran en la siguiente declaración:
«Entre los errores y la superstición que prevalecían, muchos de los verdaderos hijos de Dios se encontraban tan confundidos, que a la vez que observaban el sábado se abstenían de trabajar el domingo. Mas esto no satisfacía a los jefes papales. No solo exigían que se santificara el domingo sino que se profanara el sábado; y acusaban en los términos más violentos a los que se atrevían a honrarlo. Sólo huyendo del poder de Roma era posible obedecer en paz a la ley de Dios”. El Conflicto de los Siglos, pág. 70.
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