Malcolm Turnbull, Primer Ministro de Australia, expresó su esperanza de recibir el apoyo del público australiano en el próximo plebiscito para aprobar el matrimonio homosexual. Dijo que él personalmente haría campaña por el voto del sí. Si finalmente ocurre el plebiscito, este sería el primero en 43 años y el cuarto en la historia australiana.
“Tengo otras cosas que atender durante mi periodo como Primer Ministro pero ciertamente voy a apoyar el voto del ‘sí’”, declaró Turnbull.
La coalición liderada por el Partido Liberal Conservador fue estrechamente reelegida en julio de 2016 con la promesa de permitirle a Australia poder reconocer el matrimonio homosexual a través de un voto popular. No obstante, el senado en noviembre bloqueó el plebiscito, el cual costaría 170 millones de dólares australianos ($135 millones de dólares de EUA) y promovería un debate público divisivo.
El Partido Liberal Conservador sostuvo una reunión de emergencia el pasado lunes para resolver la lucha interna y rechazar el esfuerzo para permitirles a los legisladores resolver ahora el asunto. El gobierno apoyó la decisión del partido sobre pedirle al Senado la reconsideración de permitir el plebiscito, el cual será llevado a cabo el 25 de noviembre. El voto va a ser obligatorio y quien no participe podría recibir una multa. Pero si el Senado rechaza nuevamente la medida, entonces el voto sería voluntario. El resultado no sería jurídicamente vinculante y ya algunos legisladores han declarado que no influiría su voto sobre la ley para el matrimonio homosexual.
Si la mayoría de los australianos expresan su deseo de apoyar el matrimonio homosexual, el Parlamento votaría la legislación antes de las últimas dos semanas de sesiones del Parlamento en diciembre 7.
“Los líderes fuertes cumplen sus promesas, los débiles las rompen”, expresó Turnbull.
Los defensores de los derechos de los homosexuales afirman que hay suficientes legisladores que apoyan la igualdad en el matrimonio de modo que ahora pueda hacerse legal el matrimonio homosexual en Australia. Por primera vez en la historia australiana, tanto el Primer Ministro como el líder de la oposición respaldan la reforma.
Un plebiscito es costoso y solo representa la opinión pública. Lo último es que algunos debaten que las personas deben decidirlo a través de un plebiscito mientras otros creen que es el Parlamento quien debe tomar la decisión. Algún día Australia patrocinará el matrimonio homosexual si se cumplen las profecías bíblicas.
“Asimismo como sucedió en los días de Lot…” Lucas 17:28.
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