La democracia ha perdido fuerza en todas partes, especialmente entre los jóvenes. Tan grande es la indiferencia democrática y la desvinculación entre los milenarios que un impactante número de ellos quieren algo nuevo, como un golpe militar.
Yascha Mounk, investigador de la Universidad de Harvard y científico político de la Universidad de Melbourne, publicarán en enero un estudio en el Journal of Democracy, en el cual analizan datos históricos sobre la actitud de las personas hacia el gobierno en diferentes generaciones de Norteamérica, Europa Occidental, Australia y Nueva Zelanda. Encontraron que de modo generalizado, los ciudadanos de democracias estables y liberales están hastiados de sus gobiernos o peor aún.
“Incluso ellos se han vuelto cínicos sobre el valor de la democracia como sistema político y la ven con menos esperanza de poder realizar algo para influir en la política pública”, dijeron. Ellos están “más dispuestos a expresar su apoyo a alternativas autoritarias”.
Los milenarios son especialmente vulnerables a esta “crisis de legitimidad democrática”. Los jóvenes de hoy en día están más a favor del radicalismo político y muestran menos apoyo a la libertad de expresión que las generaciones previas”.
Aquí hay algunos detalles:
1. Más nuevos milenarios en Europa y América se oponen al golpe militar en comparación con los ciudadanos mayores.
2. Solo un tercio de los milenarios de U.S.A. y Europa (un poco más) ven los derechos civiles como “absolutamente esenciales” en una democracia, mientras el 41% al 45% de sus conciudadanos mayores los ven como esenciales. Es importante notar que incluso entre los grupos de personas mayores, menos de la mitad ven también los derechos como esenciales.
3. Más del 25% de los milenarios de U.S.A desechan la importancia de tener elecciones libres para una democracia (el porcentaje es mayor en Europa).
En 1995, sólo el 16% de los jóvenes estadounidenses en sus últimos años de la adolescencia y al inicio de los veinte años pensaban que la democracia era un “mal” sistema político para su nación. Para el 2011, ya el 25% de los milenarios no veían con buenos ojos a la democracia.
Por un lado, los sistemas políticos tradicionales se han vuelto muy tensos debido a los conflictos y escándalos. Por otro lado, el estado de derecho ha sufrido tantos ataques en los países occidentales que muchas personas están abandonando las instituciones democráticas. Aunque los Estados Unidos fueron fundados como una república, en gran medida ésta ha sido sustituida por ideas del mayoritarismo, lo cual es un concepto democrático. Se está a un paso de que exista el imperio de la turba, el cual está a un paso del imperio de un dictador. Ahora es más común encontrar personas dispuestas a vivir bajo un dictador que resuelva los problemas de la sociedad.
Los principios de las constituciones occidentales han sido diezmados por las sociedades democráticas en aras de la lucha contra el terrorismo. Por ello, la constitución de los Estados Unidos, así como otras constituciones occidentales, se encuentran en proceso de repudiar cada una de sus provisiones. Finalmente, las crecientes generaciones vivirán en ambientes opresivos que no protegerán los derechos de ninguno. Véase Testimonios para la Iglesia, Vol. 5, pág. 426.
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