Debido al asesinato de tres estudiantes musulmanes en Carolina del Norte, el Consejo de la ciudad de Taylor, Michigan ha aprobado por unanimidad, una medida diseñada para «solidarizarse con la ‘campaña para enfrentar el odio’ de la Red Nacional de Comunidades Árabes Estadounidenses».
«[Taylor] se compromete a proteger a todos sus ciudadanos y sus familias, sin importar su religión o etnia». La resolución dice lo siguiente: “…Como servidores públicos tenemos una responsabilidad aún mayor de hablar en contra de la discriminación y del odio porque cuando lo inaceptable se convierte en la norma de nuestra sociedad, los derechos humanos de todos están amenazados. Estamos en contra de aquellos que promueven el odio e incitan a la violencia».
«Creo que tenemos que asegurarnos de continuar recordándonos los unos a los otros que nos apoyamos mutuamente y que señalaremos al odio cuando éste se produzca», dijo el concejal Alex Garza, quien introdujo la legislación. «Nos comprometemos a enfrentar continuamente el odio en este país”.
Si bien esta resolución no menciona a los musulmanes, señala el problema que los yihadistas islámicos han ocasionado en los países occidentales. Dictar resoluciones, leyes y órdenes para defenderse de alguna circunstancia única, a menudo conlleva implicaciones más amplias que entran en juego más tarde. Quizás algún día, se vuelva imposible explicar la verdad sobre la identidad de la bestia del Apocalipsis y del anti-Cristo.
Recientemente, el concejo de Detroit aprobó una resolución similar y se espera que también otras ciudades como Chicago y Los Ángeles analicen tomar medidas similares.
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