Una investigación especial realizada por The Age, el periódico principal de Melbourne, ha revelado que la Iglesia Católica en Australia tiene un patrimonio valorado en por lo menos $30 mil millones, y plantea serias dudas sobre los pagos de compensación dados a las víctimas de abuso sexual infantil.
La Iglesia Católica ha tratado de minimizar su riqueza mediante la infravaloración de sus activos y argumentando recortes en los programas sociales (muchos de los cuales son financiados por el gobierno) si tiene que hacer grandes pagos a las víctimas de abuso sexual.
La fortuna de la Iglesia Católica en Victoria supera los $9 mil millones, siendo el mayor propietario de propiedad no gubernamental en el estado y mucho más rico de lo que ha admitido en evidencia a las principales investigaciones oficiales sobre abuso sexual infantil.
La iglesia testificó ante la comisión real que la cantidad de sus bienes en fideicomiso era de solo 109 millones, a pesar de poseer cientos de escuelas, iglesias y otros bienes. De hecho, la investigación del diario The Age ha encontrado que la arquidiócesis posee alrededor de $115 millones en propiedades solo en el suburbio sudoriental Greater Dandenong de la municipalidad de Melbourne, una zona donde vive la clase obrera. La letra pequeña del informe revela que las propiedades relevadas por la comisión real se valoraron a «costo histórico», es decir, el monto pagado por las propiedades cuando se adquirieron originalmente, a menudo en los años 1800 o principios de los 1900.
Muchas de ellas fueron concesiones de tierras por parte del gobierno y, por lo tanto, su valor histórico fue de cero. No obstante, su valor se ha disparado en el mercado actual. La letra pequeña revela otras inversiones en acciones, pagarés convertibles y lo que parece ser propiedad comercial de $72.9 millones.
La investigación de seis meses ha encontrado que la iglesia engañó a la Comisión Real para la Respuesta Institucional al Abuso Sexual Infantil al infravalorar en gran manera su cartera de propiedades. Las cifras extrapoladas de un gran volumen de datos de valoración del consejo de Victoria muestran que la iglesia tiene más de $30 mil millones en propiedades y otros activos en toda Australia.
Con base en estas cifras, la iglesia es claramente la mayor propietaria no gubernamental en el estado y en Australia. Por su valor, se encuentra cerca y rivaliza con el más grande de Australia, el gigante Westfield, propietario de una vasta red de centros comerciales y otros activos. De esta manera, la iglesia queda incluida dentro de la lista de los cinco principales propietarios en Australia.
La iglesia también cuenta con extensos activos no patrimoniales que incluyen el Catholic Church Insurance y sus propios bancos internos, a menudo conocidos como los Catholic Development Funds, los cuales tienen activos totales de varios miles de millones de dólares, incluyendo más de mil millones en Melbourne. Además tiene otras inversiones, incluyendo jubilaciones y telecomunicaciones. Un administrador de fondos de propiedad de la iglesia tiene más de $1.4 mil millones bajo su responsabilidad.
Cuando se le pidió específicamente que diera un valor de los activos de la iglesia y sus entidades asociadas, el director de comunicaciones de la arquidiócesis de Melbourne, Shane Healy, dijo que dicha información «no estaba disponible».
La infravaloración hace que se planteen seriamente nuevas preguntas sobre la negociación de la iglesia en décadas pasadas a fin de evitar o minimizar los pagos de compensación para los sobrevivientes de abuso. La comisión real informó que el promedio de los pagos fue de $35.000 de acuerdo a la Respuesta de Melbourne, el esquema de compensación establecido por el entonces arzobispo George Pell en 1996 en la cual se asignó un total de $11.3 millones para 324 sobrevivientes de abuso sexual infantil.
Por otro lado, la arquidiócesis de Melbourne pagó $39 millones en el 2015, más de tres veces la cantidad total de la compensación, por nuevas oficinas premium en la Industry House, patrimonio de la humanidad en East Melbourne, cerca de la catedral de San Patricio.
«Estas cifras confirman lo que hemos sabido: la existencia de una enorme inequidad entre la riqueza de la Iglesia Católica y la respuesta que le ha dado a los sobrevivientes», dijo Helen Last, directora ejecutiva de la Fundación In Good Faith, que apoya a los sobrevivientes de abuso. «Los 600 sobrevivientes registrados para los servicios de nuestra fundación continúan experimentando una compensación mínima y falta de atención integral en relación con los abusos perpetrados por la iglesia. Dice que las necesidades de estas personas se encuentran en el lugar más bajo de la lista de prioridades de la iglesia».
No obstante, Healy expresó que la iglesia tiene gran interés en responder a los reclamos de los sobrevivientes con denuncias de abuso confirmadas y que era «una de sus más altas prioridades». Además dijo que desde ese informe, la iglesia ha pagado $17.2 millones adicionales a los sobrevivientes.
La investigación del diario también puso en tela de juicio los privilegios que tiene la iglesia, incluyendo exenciones de casi todas las formas de impuestos y miles de millones de dólares que recibe desde fondos del gobierno cada año para ejecutar servicios. Por ejemplo, tan solo en el 2015, recibió $7.9 mil millones para sus escuelas en Australia. Dentro de la investigación se obtuvo el avalúo de 36 propiedades victorianas, muchas de ellas tienen solicitudes con referencia a la ley de libertad de información. Además se identificaron más de 1860 propiedades de la iglesia con «valor de capital mejorado» (terrenos más edificios) de poco menos de $7 mil millones. El diario The Age ha utilizado la información que ha obtenido sobre las propiedades y otros datos financieros para extrapolar a una Victoria más amplia y a un nivel nacional, obteniendo un cálculo conservador de la riqueza de la iglesia en más de $9 mil millones en el estado y más de $30 mil millones en toda Australia.
La iglesia es notoriamente reservada y protectora de su riqueza. En varias ocasiones, los líderes de la iglesia han subestimado públicamente los bienes de la iglesia, han evitado asumir una mayor responsabilidad financiera y han obstaculizado la respuesta a una montaña de solicitudes que buscan mayor información.
«El valor de los activos de la iglesia es una pregunta que permanece sin respuesta», dijo la parlamentaria liberal Georgie Crozier, quien presidió el comité parlamentario. «Me gustaría que se respondiera esa inquietud».
La señora Crozier le dijo al Cardenal George Pell en el 2013 durante su comparecencia antes de la investigación: “Da la impresión que el liderazgo dentro de la Iglesia Católica ha sido mal dirigido y orientado hacia la protección de la iglesia y sus bienes”. Cuando se le preguntó a Pell sobre el valor de los activos de la iglesia, ofuscado respondió: “Primero, no sé. Segundo, depende de la definición que se le dé. Usted sabe, ¿qué valor hay en un edificio de la iglesia?”
A pesar de hacer avalúos bajos usando los «costos históricos», la iglesia asegura sus activos en términos comerciales actuales. Además, aunque la Iglesia Católica a menudo se presenta como una institución única, sus finanzas son complejas debido a una estructura antigua y desagregada, la cual le ha permitido a los líderes de la iglesia eludir las preguntas sobre la riqueza general y ha hecho que sea difícil para los sobrevivientes poder identificar un acusado al que puedan demandar por los daños.
«Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías; mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol; y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres. Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás. Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando». Apocalipsis 18:11-15.
Comments