El cardenal católico romano Pietro Parolin y el patriarca ortodoxo ruso Kirill expresaron que la reunión que celebraron en conjunto marca «una nueva etapa» en las relaciones entre sus iglesias. Parolin estuvo en Rusia para conversar con Kirill del 21 al 24 de agosto.
Ellos afirman que esta «nueva etapa» surge del encuentro que tuvo el Papa Francisco con el Patriarca Kirill en La Habana en febrero de 2016, y también se debe al préstamo hecho a Rusia de las reliquias de San Nicolás durante el verano, lo cual atrajo a 2.3 millones de fieles ortodoxos para la veneración.
La reunión fue posible debido al «desarrollo de las relaciones entre la Federación de Rusia y la Santa Sede», dijo Kirill. «Sin embargo, veo con mayor satisfacción el desarrollo de las relaciones entre nuestras Iglesias», señalando que su encuentro con el Papa Francisco dio un nuevo impulso a la cooperación. «Este hecho da testimonio que realmente una nueva etapa ha comenzado en nuestras relaciones con acontecimientos de gran importancia, los cuales han sido posible gracias a los acuerdos que tomamos sobre nuestras posiciones sobre muchos temas actuales en La Habana».
El Cardenal Parolin hizo eco del sentimiento, ofreciendo el saludo del Papa Francisco a «mi hermano Kirill» y afirmando la observación hecha por el patriarca sobre cómo el encuentro de La Habana «ha sentado las bases de una nueva etapa en la relación entre nuestras Iglesias…»
Un punto clave del acercamiento entre los dos fue la transferencia a Moscú a principios de este verano de las reliquias de San Nicolás de Bari, uno de los santos más venerados de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Es la primera vez en casi 1.000 años que estas reliquias idolátricas, varios fragmentos de las costillas del santo del Siglo IV, son movidas de su lugar de descanso en Bari. Para las dos iglesias, este fue un «evento excepcional». Parolin declaró que se trató de un ejemplo de que «el ecumenismo de la santidad, es cierto y existe».
«Los santos nos unen porque están cerca de Dios y por eso son ellos quienes nos ayudan a superar las dificultades de las relaciones pasadas causadas por situaciones anteriores y caminar siempre más rápidamente hacia el abrazo fraternal y la comunión eucarística», dijo.
Kirill dijo a sus fieles que «ni la diplomacia eclesiástica ni la diplomacia gubernamental podrían lograr tanto en el desarrollo de las relaciones entre el mundo católico y el ortodoxo como lo hizo San Nicolás». Agregó que “San Nicolás ha entrado en la historia de las relaciones entre nuestras Iglesias como una página particularmente brillante y luminosa. Es una consecuencia espiritual de nuestro encuentro en La Habana».
El Papa Francisco denominó «un ecumenismo de sangre” al sufrimiento de los cristianos católicos y ortodoxos en el Oriente Medio. Al respecto Kirill expresó que era parte fundamental “la colaboración entre las iglesias Ortodoxa y Católica en la prestación de asistencia humanitaria» a la región y “puede ser un importante factor de unidad”. Además agregó que la cooperación en la provisión de ayuda puede servir de base para proyectos comunes en el Medio Oriente en el futuro.
El cardenal Parolin también visitó a Vladimir Putin en la residencia presidencial en Sochi para hablar sobre las relaciones bilaterales y otros asuntos.
La Iglesia Católica utiliza todas las vías posibles para promover la unidad ecuménica, incluida la idolatría de las reliquias, los encuentros políticos y la violencia y el conflicto.
«Todo el mundo se maravilló». Apocalipsis 13: 3.
Comments