Menos de dos meses han transcurrido después de que los incendios de Santa Rosa destruyeran miles de hogares y causaran la muerte de 40 personas. Ahora un voraz y rápido incendio arrastrado por los poderosos vientos de Santa Ana ha consumido con sus llamas más de 65,000 acres cerca de Los Ángeles durante el lunes y el martes, destruyendo más de 150 edificios y sacando de sus hogares a decenas de miles de residentes de la zona. No se ha podido contener ni en un 1% y es muy peligroso.
El incendio se extendió rápidamente desde las laderas de esta ciudad de 30.000 personas, aproximadamente a 60 millas al oeste del centro de Los Ángeles, hacia la ciudad y oeste de Ventura. El gobernador Jerry Brown declaró el estado de emergencia para el condado de Ventura.
«Este incendio es muy peligroso y se está extendiendo rápidamente, pero continuaremos atacándolo con todo lo que tenemos», dijo Brown. «Los residentes de la zona crítica se encuentran listos para evacuar inmediatamente si se les pide que lo hagan».
“Las ráfagas de viento que a veces exceden las 60 mph han complicado los esfuerzos”, dijo Rich Macklin, vocero del Departamento de Bomberos del Condado de Ventura. «Personalmente, nunca había visto estructuras destruidas de esta manera en el condado», dijo Macklin. «Estamos haciendo todo lo posible para hacerle frente a esto».
Irónicamente, después de años de sequía, podrían ser las lluvias que finalmente barrieron la región el invierno pasado lo que ayudó a alimentar las llamas de este año, según Mark Bove, investigador de la firma de reaseguros Munich Re. «La lluvia causó un período de rápido crecimiento de la vegetación, especialmente los matorrales y pastos que cubren las laderas de las colinas del estado. Al detenerse la lluvia antes de la primavera, hizo que la nueva vegetación se secara lentamente, convirtiéndose en abundante leña y combustible para los incendios forestales», explicó.
El primer informe fue a las 6:20 p.m. PT del lunes pero el incendio de Thomas creció rápidamente, saltó la carretera 150, que corta un camino de Ojai a Santa Paula en el extremo oriental del condado de Ventura. A las 2:30 a.m., el fuego se había extendido ya en 26.000 acres.
La electricidad se apagó en Santa Paula, Ventura y las ciudades de todo el condado justo antes de las 10 p.m., mientras se ordenaba la evacuación de más vecindarios. Las autoridades tocaron las puertas y despertaron a las personas para decirles que evacuaran. “Es difícil de seguir. Es un incendio que se mueve rápidamente”, dijo el sheriff del condado de Ventura, Geoff Dean, a última hora del lunes. “Se debe cumplir con estos avisos de evacuación. Ya hemos visto el desastre y las pérdidas en el norte de Sonoma y este es un fuego móvil rápido y muy peligroso”.
Las llamas llegaron a Ventura antes de la medianoche del lunes, lo que provocó que la ciudad emitiera evacuaciones obligatorias. El jefe de bomberos de Ventura, Joe Morelli, dijo que decenas de miles de residentes no tenían electricidad. «Este es probablemente uno de los eventos más importantes en nuestra ciudad», dijo Morelli.
En el Hospital Vista del Mar, las llamas se tragaron la instalación psiquiátrica del condado de Ventura, un edificio de administración y una unidad para adolescentes.
El fuego comenzó el lunes por la noche y ha aumentado constantemente. El martes por la noche, saltó la autopista 101 cerca de Solimar Beach quemando 70 millas cuadradas. Cal Fire dijo que 12.000 estructuras más están amenazadas. Más de 7.000 casas en el condado de Ventura se encuentran bajo evacuación obligatoria debido a que el incendio llegó cerca del centro de Ventura, donde se informa que varias estructuras ardían. Funcionarios de bomberos dijeron que 27.000 personas fueron evacuadas de sus residencias. Ventura impuso un toque de queda para limitar el saqueo en las áreas de evacuación.
El martes, fuertes vientos azotaron la zona haciendo que la lucha contra el incendio fuera peligrosa y difícil. Aunque ha habido una pausa en el viento el miércoles por la mañana, se espera que los vientos fuertes de Santa Ana regresen más tarde en la noche y continúen hasta el jueves por la mañana.
“En incendios, inundaciones, terremotos, en la furia de las grandes profundidades, en calamidades por mar y tierra, se da la advertencia de que el Espíritu de Dios no contenderá para siempre con el hombre”. Eventos de los Últimos Días, pág. 26.
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