La reciente convención republicana celebrada en Cleveland, con el fin de nominar a Donald Trump como su candidato presidencial, ha definido su plataforma política. Uno de los aspectos más destacados es su intención de derogar una ley que tiene 50 años de antigüedad en la cual se prohíbe participar en actividades políticas a las iglesias y otras organizaciones exentas de pagar impuestos.
«Esto va a crear una revolución entre los líderes cristianos, organizaciones y universidades sin fines de lucro, y en general”, dijo Jerry Falwell Jr., presidente de la universidad cristiana Liberty en una entrevista a los medios.
En 1954, el entonces senador Lyndon Johnson presentó una enmienda, la 5501 (c) (3), la cual prohíbe a las iglesias y organizaciones de caridad el participar en campañas políticas. El Congreso aprobó la enmienda.
Mientras algunos creen que la ley viola la Primera Enmienda al negarles la libertad de expresión a los líderes religiosos, otros creen que mantiene la integridad del sistema fiscal en la cual las iglesias y organizaciones no lucrativas no pagan impuestos sobre sus ingresos y las contribuciones hechas a ellos son deducibles de impuestos por los donantes.
Los líderes cristianos, evangélicos y católicos quieren estar activos políticamente pero sin perder su estatus de exención de impuestos. Casi el 60 por ciento de los republicanos cree que las iglesias deben expresar sus puntos de vista políticos, en contraste al 42 por ciento de los demócratas.
Tony Perkins, presidente del Family Research Council y miembro del comité para la plataforma republicana, expresó que la propuesta de derogar la ley sería una «prioridad» para la administración Trump. Casi el 80 por ciento de los evangélicos blancos dicen que la apoyarían.
Las organizaciones religiosas deben «estar en capacidad de hablar libremente, y… vivir sin temor al IRS», dijo Perkins.
Los intentos anteriores para derogar la Enmienda Johnson en 2013 y 2015 fracasaron en el Congreso.
El reverendo Steven Baines de Americans United for the Separation of Church and State (Estadounidenses Unidos para la Separación de Iglesia y Estado), dijo en el 2012: «Básicamente lo que usted hace al apoyar a un candidato desde el púlpito es inyectar miles de dólares de dinero no gravado con impuestos hacia los partidos políticos. Ellos están convirtiendo las casas de adoración en comités de acción política sin arriesgar el ingreso gravable».
«Cuando las iglesias principales de los Estados Unidos, uniéndose en puntos comunes de doctrina, influyan sobre el estado para que imponga los decretos y las instituciones de ellas, entonces la América protestante habrá formado una imagen de la jerarquía romana, y la inflicción de penas civiles contra los disidentes vendrá de por sí sola». El Conflicto de los Siglos, pág. 498.
«Con pasos rápidos nos aproximamos a este período. Cuando las iglesias protestantes se unan con el poder secular para sostener una falsa religión, a la cual se opusieron sus antepasados soportando la más terrible persecución, entonces el día de descanso papal será hecho obligatorio por la autoridad combinada de la iglesia y el estado. Habrá una apostasía nacional, que determinará tan sólo la ruina nacional». El Evangelismo, pág. 174.
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