El agua subterránea está desapareciendo. Los acuíferos están disminuyendo y las bombas están succionando aire. Los condados de todo Estados Unidos se están secando. La agricultura depende de los depósitos subterráneos y sin agua, los campos de cultivos podrían marchitarse. El debilitamiento de los recursos hídricos tiene preocupados a muchos agricultores porque en cinco o diez años sus granjas podrían ya no existir. “La pregunta es cuánto tiempo queda», dijo el granjero de Kansas, Jay Garetson.
El acuífero High Plains, ubicado debajo de ocho estados, desde Dakota del Sur hasta Texas es el alma de una de las economías agrícolas más productivas del mundo. Este depósito de agua subterráneo suministra agua a cerca de una quinta parte de las cosechas de maíz, trigo y ganado del país. También conocido como el acuífero Ogallala, éste ha ido disminuyendo rápidamente y cada año más pozos se secan.
Al oeste de Kansas, el agua subterránea ya se ha agotado. En otras áreas, se prevé que el agua restante podría fácilmente ser utilizada hasta dentro de una década. Sin embargo, la crisis abarca todo el territorio nacional debido a que se está bombeando más agua de la que puede reponerse naturalmente, ocasionando un grave descenso de los niveles de agua. El agua de riego está muy escasa desde California hasta la llanura de la costa del Golfo y el río Mississippi, y desde el suroeste hacia el sureste.
En un estudio del problema a nivel nacional realizado por USA Today se encontró que los niveles de agua han disminuido casi dos tercios en los pozos analizados (32.000). El Servicio Geológico de Estados Unidos reveló que los niveles de agua en todo el país se han reducido a un 64 por ciento en las últimas dos décadas con una disminución media de más de 10 pies, mientras que en algunas zonas, el nivel freático ha bajado más de 100 pies. Eso equivale a cinco pies por año.
A medida que la sequía en el oeste se ha intensificado, los niveles de agua subterránea también han disminuido porque también se ha intensificado el excesivo bombeo, incluso en estados relativamente húmedos como Maryland y Florida.
La sequía y la pérdida de los recursos hídricos es un presagio de hambruna. Al acercarnos al final de los tiempos, es importante recordar las palabras de Jesús: «Y habrá hambres…» Mateo 24: 7.
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Comments
ROBERTO
23 de diciembre de 2018 at 19:14 07Sun, 23 Dec 2018 19:14:38 +000038.LA SOLUCION:
https://www.facebook.com/mashable/videos/10156388477309705/