Investigadores de la Universidad de Tufts en Massachusetts han encontrado que caminar más tiempo o más rápido puede traer beneficios para la salud del corazón de las personas mayores, incluso para los mayores de 75.
Los investigadores estudiaron a más de 3.900 hombres y mujeres durante un período de 10 años y evaluaron su distancia y ritmo, así como otras actividades como cortar el césped, la jardinería, natación, ciclismo y senderismo.
Sus conclusiones fueron sorprendentes. Para aquellas personas mayores que caminaban más rápido que 3 millas por hora (4,8 km / h), se reducía el riesgo de enfermedad cardíaca en un 50% y el riesgo de accidente cerebrovascular en un 35% que los que caminaban solamente a 2 millas por hora (3,2 km / h). Aquellos que caminaban un promedio de siete cuadras (menos de una milla) por día mostraron una disminución del riesgo en un 47% menos que aquellos que caminaban sólo cinco cuadras en la semana. La jardinería y la natación también reducen el riesgo de enfermedades del corazón. El promedio de edad de los participantes fue de 73 años.
La primera autora del estudio, Luisa Soares-Miranda, escribió: «Parece que si se aumenta la distancia total o el ritmo de la marcha, el riesgo de enfermedades cardiovasculares disminuye. Afortunadamente, caminar es una actividad que muchos adultos mayores pueden disfrutar».
El investigador líder del estudio, Dariush Mozaffarian, escribió: «Estos resultados son especialmente relevantes porque, a medida que avanza la edad, la capacidad de realizar actividades vigorosas a menudo disminuye. Nuestros hallazgos apoyan la importancia de continuar practicando ejercicio moderado para mejorar la salud mientras viva la persona».
Un estudio australiano del año 2011, realizado a más de 1.700 hombres mayores de 70 años, mostró que caminar 3 millas por hora es beneficioso para gozar de salud más adelante en la vida. Los que caminaban 3 millas por hora vivían más tiempo que aquellos que caminan solamente 2.
«“Los de hábitos sedentarios deberían siempre que el tiempo lo permitiera, hacer ejercicio cada día al aire libre, en verano como en invierno. La marcha a pie es preferible al montar a caballo o pasear en coche, pues pone en ejercicio mayor número de músculos. Los pulmones entran así en acción saludable, puesto que es imposible andar aprisa sin que éstos se ensanchen”. La Fe por la cual Vivo, página 234.
«Realizar ejercicio en la mañana, caminando al aire libre y vigorizante del cielo o cultivando flores o pequeños frutos y verduras, es necesario para una circulación saludable de la sangre. Es la salvaguardia más segura contra los resfriados, la tos, la congestión del cerebro y los pulmones, la inflamación del hígado, los riñones y los pulmones, y un centenar de otras enfermedades”. Healthful Living (Vida Saludable), página 130.
“No hay ejercicio que pueda sustituir a la caminata. Mediante ella la circulación de la sangre mejora grandemente”. Testimonios para la Iglesia, Vol. 3, página 88.
¡La naturaleza sabe mejor!
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