Los legisladores de Carolina del Norte aprobaron una medida para permitir que los magistrados con objeciones morales se puedan negar a expedir licencias de matrimonio a parejas homosexuales. Ya el gobernador conservador Pat McCrory había vetado la medida. No obstante, el jueves, 11 de junio de 2015, la Cámara estatal anuló el veto y convirtió esta legislación de libertad religiosa en una ley estatal. Previamente, ya el Senado estatal había dado su voto para anular el veto.
Carolina del Norte y Utah son los únicos Estados que han implementado protecciones para los funcionarios que tengan objeciones religiosas hacia el «matrimonio» homosexual. La ley estatal permite que el juez principal del distrito o el registro del condado puedan emitir también licencias para matrimonios homosexuales, lo que permite a los magistrados con objeciones a estar exentos de la emisión de las licencias.
Dos magistrados del estado, Thomas Holanda y Gilbert Breedlove, tuvieron que renunciar bajo amenaza de persecución al negarse a emitir licencias para matrimonios homosexuales. La Oficina Administrativa de Tribunales de Carolina del Norte les ordenó de manera directa que realizaran las bodas entre personas homosexuales y los amenazó con la pérdida de sus puestos de trabajo y el enjuiciamiento penal si se negaban a hacerlo. «Al negarse, incurrirán en una seria violación de la Constitución de Estados Unidos bajo el gobierno federal, una violación del juramento y un incumplimiento al deber de funcionario público”, dijo la oficina de la corte. Holanda y Breedlove están demandando al Estado con el fin de recuperar sus empleos, junto con sus salarios y beneficios, así como una orden judicial permanente que reconozca su libertad religiosa. Carolina del Norte legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo, en octubre de 2014 y casi de inmediato se produjo la lucha por la libertad religiosa.
El Gobernador McCrory es un conservador que se opone al matrimonio homosexual pero insistió en que nadie debe estar exento de la ley. Esta visión distorsionada de la ley es un problema grave. El ajuste por razones religiosas ha sido un pilar fundamental de la Constitución de Estados Unidos desde sus inicios. «Es difícil creer que cualquier gobernador, y mucho menos uno conservador, vete un proyecto de ley que protege la libertad religiosa de sus electores», dijo Tami Fitzgerald, Director Ejecutivo de la Coalición para los Valores de Carolina del Norte. Por lo tanto, cualquier persona que se halle en un puesto importante de liderazgo, trátese de un gobernador, legislador o magistrado, quién esté encargado de la aplicación de la ley y la protección de la Constitución de Estados Unidos o de las constituciones de los Estados, debe estar familiarizado con el valor fundamental y el marco legal que incluye las adaptaciones por motivos religiosos.
La batalla en Carolina del Norte no ha terminado. Los activistas de los derechos homosexuales prometieron litigio sobre la nueva ley. Los activistas no quieren adaptaciones por objeciones religiosas en cuanto a su estilo de vida.
Mientras la lucha por el matrimonio continúa, nótese que la batalla ha emigrado en gran parte de la defensa del matrimonio tradicional hacia las enmiendas constitucionales, referendos y la acción judicial en defensa de las libertades religiosas. Estados Unidos se está convirtiendo en el equivalente moral de Sodoma. ¿Podría esto atraer los juicios de Dios?
«Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la puerta”. Génesis 19: 9.
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