The Washington Post: El sospechoso del espeluznante tiroteo que dejó 11 muertos en una sinagoga de Pittsburgh fue acusado el miércoles de 44 cargos que lo incriminan en delitos federales de odio.
Los oficiales dicen que Robert Bowers, de 46 años, de Baldwin, Pensilvania, se dirigió a la sinagoga del Árbol de la Vida armado con pistolas Glock .357 y un rifle Colt AR-15. La acusación formal indica que mientras se encontraba dentro de la sinagoga, Bowers hizo declaraciones que indicaban su deseo de «matar judíos».
En una declaración en que se anunciaba la acusación, el fiscal general Jeff Sessions dijo que los presuntos delitos «son incomprensiblemente malvados y totalmente repugnantes a los valores de esta nación. Por lo tanto, este caso no solo es importante para las víctimas y sus seres queridos, sino también para la ciudad de Pittsburgh y para toda la nación».
Los cargos contra Bowers, un conductor de camiones, de haber matado a 11 personas, enfrenta cargos separados por cada una de esas víctimas por obstrucción del libre ejercicio de la religión que resulta en la muerte y del uso de un arma de fuego para cometer un asesinato durante un crimen con violencia.
También enfrenta cargos por intentar matar a personas que ejercen sus creencias religiosas y cargos de derechos civiles relacionados con herir a varios policías que respondieron al ataque.
Los cargos llevan una posible sentencia de muerte, y el Departamento de Justicia ha dicho previamente que los fiscales federales en Pittsburgh habían iniciado el proceso para buscar ese castigo. Sin embargo, el caso aún debe ser revisado por abogados del Departamento de Justicia que se especializan en casos capitales, y la decisión final finalmente se dejará en manos del fiscal general.
El ataque contra judíos fue el más letal en la historia de EEUU. Se llevó la vida de fieles que tenían entre 54 y 97 años. Entre los muertos había dos hermanos que habían asistido a los servicios cada semana desde la infancia, un médico que dirigió los estudios de la Torá y un asistente de investigación que se turnaba para dar la bienvenida en la puerta de entrada. La acusación enumera a cada víctima solo por sus iniciales.
Poco se sabe acerca de Bowers, aparte de una supuesta profunda capacidad para odiar. Los vecinos dijeron que rara vez recibía visitas en su apartamento de Baldwin, aunque intercambiaba saludos con los transeúntes. Sin embargo, en línea publicaba comentarios antisemitas y racistas, comparando a los judíos con Satanás y usando comentarios indecentes para referirse a las mujeres que tenían relaciones con hombres negros.
Bowers también enfrenta varios cargos estatales presentados durante el fin de semana, incluidos 11 cargos de homicidio criminal. El fiscal de distrito del condado de Allegheny, Stephen A. Zappala Jr., dijo el martes que su oficina buscaba que se procese a Bowers por los cargos del estado, pero las autoridades federales lo denegaron. Zappala dijo que preferiría que los residentes locales «juzguen» a Bowers en un juicio, pero dejaría que el caso federal procediera y dejara en suspenso los cargos estatales por el momento. El fiscal del distrito ha indicado que es probable que también busque una sentencia de muerte para Bowers por los asesinados con los disparos en la sinagoga de Pittsburgh.
Mientras que la Oficina de Control de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos dijo el martes que Bowers adquirió y poseía legalmente las armas encontradas en la sinagoga y su hogar, la agencia dijo el miércoles que este anuncio fue «prematuro» y que «aún no se hizo una determinación».
Las autoridades no han dicho si Bowers, quien resultó herido durante el combate con la policía que acudió a la sinagoga, está cooperando con los investigadores o detalló lo que pudo haberles dicho. Pero de acuerdo con el hospital que lo trató durante dos días después del ataque, él continuó haciendo comentarios sobre el deseo de matar a judíos, incluso cuando algunas de las enfermeras y médicos que lo trataron eran judíos.
La oficina del defensor público federal no respondió de inmediato a un mensaje en busca de comentarios sobre el caso.
Nuestro comentario:
Estos adoradores judíos estaban adorando en el séptimo día de reposo de Dios. ¿Qué les sucederá a otros guardadores del sábado cuando sean demonizados en los medios públicos por desobedecer las leyes de adoración del domingo? ¿La gente tratará de matarlos? Quizás la hostilidad tenga un resultado diferente.
Conexión Profética:
“Los centinelas celestiales, fieles a su cometido, siguen vigilando. Por más que un decreto general haya fijado el tiempo en que los observadores de los mandamientos puedan ser muertos, sus enemigos, en algunos casos, se anticiparán al decreto y tratarán de quitarles la vida antes del tiempo fijado. Pero nadie puede atravesar el cordón de los poderosos guardianes colocados en torno de cada fiel. Algunos son atacados al huir de las ciudades y villas. Pero las espadas levantadas contra ellos se quiebran y caen como si fueran de paja. Otros son defendidos por ángeles en forma de guerreros.” El Conflicto de los Siglos, pág. 689.
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