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NutritionFacts.org, por el doctor Michael Greger: Las células asesinas naturales son una de las formas en que nuestro cuerpo combate el cáncer, y visitar un bosque puede inducir un aumento significativo tanto en su número como en su actividad.

Ya he mostrado anteriormente cómo la exposición a la naturaleza puede tener beneficios psicológicos autodeclarados, pero había una escasez de datos sobre los cambios en las mediciones objetivas, por lo que me entusiasmó ver este artículo sobre los efectos de los baños de bosque, «una práctica tradicional caracterizada por visitar un bosque y respirar su aire», en los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en la saliva de los participantes.

El nivel de cortisol en nuestra saliva se considera un indicador de nuestro nivel de estrés, y los niveles de cortisol salival de los participantes en el estudio fueron significativamente más bajos después de caminar en un bosque o incluso simplemente pasar el rato en uno («observar el bosque»), en comparación con caminar o simplemente estar en una ciudad, como se puede ver en el minuto 0:49 de mi vídeo Impulsar la inmunidad anticáncer con baños de bosque.

Sin embargo, también se observó el mismo efecto antes de ir al bosque. De hecho, «el baño de bosque, en particular la observación de bosques, se asoció con niveles de cortisol significativamente más bajos tanto antes como después de esta práctica en comparación con la visita a una zona urbana». Por lo tanto, parece que sólo pensar en pasar tiempo en un bosque alivia el estrés. Así pues, «al comparar los efectos del baño en el bosque frente a la visita urbana, el efecto placebo anticipado… puede desempeñar un papel más importante a la hora de influir en los niveles de cortisol [estrés] que la experiencia real» de estar en el bosque. Estaba dispuesto a descartar esto como otro efecto psicológico nebuloso hasta que leí esto: «Los estudios sobre los efectos del ‘Shinrin-yoku’ [baño en el bosque] en la función inmunitaria demostraron que visitar un bosque puede inducir un aumento significativo del número y la actividad de las células asesinas naturales (NK)», una de las formas que tiene nuestro cuerpo de combatir el cáncer. Eso llamó mi atención.

Todo empezó con este estudio: Se llevó a doce hombres a pasear por el bosque durante un largo fin de semana, y casi todos ellos (11 de 12) mostraron después una mayor actividad de las células asesinas naturales. No se trataba de un pequeño aumento, sino de un aumento del 50% en la actividad de las células NK después del viaje en comparación con antes de ir al bosque, como se puede ver en el minuto 2:00 de mi vídeo.

Ahora bien, el ejercicio por sí solo puede afectar a la función inmunitaria, pero «no hubo diferencias significativas en los pasos dados antes y durante el viaje». En cambio, los participantes en el estudio se limitaron a caminar por un bosque. Sin embargo, se les llevó de viaje a algún lugar, lo que introdujo otras variables, así que ¿qué tal si se les aleatoriza para ir de viaje a la ciudad frente a un viaje al bosque? Si hubiera algún efecto especial en el bosque, ¿cuánto duraría? ¿Hay que pasear por el bosque todos los días? Antes de entrar en todo eso, veamos primero si también funciona en las mujeres.

En este estudio se utilizó el mismo tipo de montaje y se obtuvieron los mismos resultados: un aumento significativo de la actividad de las células asesinas naturales al caminar por el bosque. Y lo que es más, esta vez se volvió a examinar a los participantes una semana después, y su actividad de células asesinas naturales seguía aumentando. Un mes después de la excursión, los niveles volvieron a la línea de base, como se puede ver en el minuto 2:45 de mi vídeo.

Por lo tanto, caminar por el bosque una vez a la semana debería ser suficiente, pero el estudio incluyó un viaje de varios días. ¿Quién puede ir al bosque todo el fin de semana, todos los fines de semana? ¿Qué tal una excursión de un día? El título lo dice todo: «Una excursión de un día a un parque forestal aumenta la actividad de los asesinos naturales humanos y la expresión de proteínas anticancerígenas en sujetos masculinos». Los mismos resultados y el mismo gran salto medido al día siguiente de la excursión en comparación con antes y con el mismo poder de permanencia, como puede verse en el minuto 3:08 de mi vídeo. Y la actividad de las células asesinas naturales seguía aumentando una semana después. «Esto sugiere que si la gente visita un parque forestal suburbano una vez a la semana en una excursión de un día, pueden ser capaces de mantener una mayor actividad NK» y un impulso en la función inmune contra el cáncer.

Sin embargo, sigo sin estar convencido. ¿Cómo puedes atribuir el beneficio al bosque en sí, cuando todo lo que tienes son datos de antes y después? Para demostrar que la naturaleza tuvo algo que ver, se necesitaría un grupo de control de participantes en el estudio que hicieran el mismo tipo de viaje pero en otro lugar. Y allá vamos. De nuevo, el título del estudio lo dice todo: «Visitar un bosque, pero no una ciudad, aumenta la actividad de los asesinos naturales humanos y la expresión de proteínas anticancerígenas». Al final del viaje al bosque, los participantes experimentaron un aumento del 80 por ciento en la actividad NK después del baño de bosque, en comparación con sólo un 10 por ciento de aumento para los caminantes de la ciudad, como se muestra a continuación y en 3:58 en mi video.

En ambos viajes se compararon también la actividad física, el alcohol y el sueño, otros factores y comportamientos que pueden afectar a la función inmunitaria. Así pues, se confirma el aumento de la inmunidad, pero sólo en el viaje por el bosque, «lo que indica que el baño en el bosque mejora la actividad NK humana». Además, los investigadores descubrieron que «el aumento de la actividad NK y del número de células NK inducido por un viaje de baño en el bosque duró más de 7 días, incluso 30 días, después del viaje.» Como se puede ver a continuación y en el minuto 4:26 de mi vídeo, la actividad NK seguía aumentando una semana después e incluso un poco un mes después. «Esto sugiere que si las personas visitan un bosque una vez al mes, pueden ser capaces de mantener una mayor actividad NK. Esto puede ser importante en la promoción de la salud y la medicina preventiva».

Ahora que sabemos que los baños de bosque inducen un efecto real, la siguiente pregunta es: ¿Por qué? ¿Qué tienen los bosques que nos estimulan? (Ya te puedes imaginar a las grandes farmacéuticas preguntándose si se puede convertir en una pastilla.) Lo averiguaremos la próxima vez.

El vídeo que he mencionado al principio es ¿Hay beneficios para la salud por pasar tiempo en la naturaleza?.

Conexión Profética:
«Que varias familias que viven en una ciudad o pueblo se unan y dejen las ocupaciones que les han agotado física y mentalmente, y hagan una excursión al campo, a la orilla de un buen lago, o a una bonita arboleda donde el paisaje de la naturaleza sea hermoso… Que se dedique todo el día a la recreación. El ejercicio al aire libre será beneficioso para la salud de aquellos cuyo trabajo ha sido puertas adentro y sedentario. Todos los que puedan deben sentir el deber de seguir este camino. No se perderá nada, pero se ganará mucho. Pueden volver a sus ocupaciones con nueva vida y nuevo valor para dedicarse a su trabajo con celo, y están mejor preparados para resistir la enfermedad.» Hogar Adventista, página 502.1.

Source References

• Forest Bathing to Boost Anticancer Immunity