VOA News, por Lisa Schlein: El Programa Mundial de Alimentos informa que se ha visto obligado a suspender la asistencia alimentaria a 1,7 millones de personas en Sudán del Sur debido a un déficit de financiación de 426 millones de dólares.
El conflicto, los tres años de inundaciones, la sequía localizada y el aumento de los precios de los alimentos, agravado por la pandemia del COVID-19, y la guerra en Ucrania han puesto de rodillas a Sudán del Sur.
El director interino del Programa Mundial de Alimentos en Sudán del Sur, Adeyinka Badejo, afirma que el país se enfrenta a su peor año de inseguridad alimentaria desde su independencia en 2011. Hablando desde la capital, Juba, dice que el PMA había planeado asistir a 6,2 millones de personas este año. Como se ha quedado sin efectivo, dice que el PMA se ha visto obligado a quitarle comida a los hambrientos para alimentar a los hambrientos.
«Estos recortes se producen al comienzo de la temporada de escasez, cuando las familias han agotado por completo cualquier reserva de alimentos y es probable que sigan sufriendo niveles agudos de hambre a medida que la temporada de escasez se profundiza… Estamos en modo de prevención de la hambruna mientras concentramos nuestros recursos disponibles para asistir a las personas al borde de la hambruna y a algunas de las que corren el riesgo de morir de hambre».
Badejo afirma que la situación de financiación es tan crítica que las raciones de alimentos para muchos de los beneficiarios de la agencia alimentaria de la ONU han tenido que reducirse a la mitad. Estos recortes, señala, se producen cuando las reservas de alimentos están en su punto más bajo. Advierte que millones de personas sufrirán niveles agudos de hambre a medida que la temporada de escasez se profundice y alcance su punto máximo en julio.
En consecuencia, dice, muchas personas se verán obligadas a adoptar estrategias negativas para sobrevivir.
«Mi equipo en el oeste de Bahr El Ghazal, donde hemos visto el mayor aumento de la desnutrición aguda, informa que las comunidades locales están recurriendo a la tala de más y más árboles para hacer y vender carbón vegetal sólo para sobrevivir. También estamos viendo un aumento en el número de niños mendigos en sólo las últimas dos semanas».
El PMA calcula que 8,3 millones de personas, entre ellas 2 millones de mujeres y niños en riesgo de desnutrición aguda, padecerán hambre aguda durante la época de escasez. Dice que la ayuda alimentaria debe restablecerse urgentemente en las zonas donde se ha suspendido para evitar que la gente caiga en la inanición y la hambruna.
El organismo alimentario afirma que el generoso apoyo de los donantes y la pronta acción humanitaria pueden evitar una crisis mortal y salvar vidas.
Conexión Profética:
“Una vez más se me presentaron los habitantes de la tierra, y nuevamente todo estaba en la mayor confusión. Las luchas, las guerras, el derramamiento de sangre, el hambre y la pestilencia se manifestaban en todas partes. Otras naciones se habían mezclado en esta guerra y confusión. La guerra produjo hambre. La miseria y el derramamiento de sangre causaron pestilencia. Y entonces se hallaron «desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra» (Luc. 21:26)” Testimonios para la Iglesia, vol.1, pág. 243.
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