Un importante diario alemán pide ahora que el país «abandone el Tratado Dos más Cuatro», despejando el camino para el armamento nuclear alemán. Un editorial reciente del Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ) sostiene que la «preparación militar alemana» requiere cabezas nucleares como parte del refuerzo del ejército, pero señala el obstáculo de las obligaciones del Tratado. Berlín no sólo tiene prohibido adquirir armas nucleares, biológicas y químicas (NBQ), sino también aumentar el personal de la Bundeswehr por encima de 370.000 efectivos. El impulso de algunos sectores para que Alemania se convierta en una potencia nuclear se produce cuando los expertos confirman que, tecnológicamente, Alemania es ciertamente capaz de construir bombas nucleares y de instalar misiles de crucero con ojivas nucleares. El único problema logístico es, según el artículo de opinión del FAZ, encontrar un lugar donde llevar a cabo las inevitables pruebas nucleares de un programa independiente de armamento nuclear. Desde el punto de vista político y jurídico, esta medida exigiría también la retirada de Alemania del Tratado de No Proliferación Nuclear. Esto podría tener consecuencias mundiales de gran alcance. Por un lado, alentaría a una serie de países que ya están considerando la posibilidad de dotarse de armas nucleares a dar el salto: no sólo Irán y Arabia Saudí, sino también Corea del Sur y Polonia. Las encuestas indican que la aprobación pública de una bomba atómica alemana está creciendo, pero todavía hay más gente en contra. Los expertos de la Bundeswehr identifican «reflejos morales» de larga data detrás de las reservas públicas – reflejos que, dicen, deben ser superados.
Tecnológicamente factible
Aunque Alemania ha eliminado progresivamente las centrales nucleares, los expertos creen que en un plazo bastante breve podrían movilizarse las capacidades tecnológicas para producir sus propias armas nucleares. Todos los expertos coinciden en que la tecnología y los conocimientos necesarios para el enriquecimiento de uranio ya existen en los centros de investigación de Jülich y Gronau. El siguiente paso consistiría probablemente en construir una planta de enriquecimiento de uranio mucho mayor. Sin embargo, un proyecto de este tipo produciría fácilmente «la cantidad necesaria para varias cabezas nucleares en un plazo de tres a cinco años», según informes que citan a Rainer Moormann, químico y antiguo empleado del Centro de Investigación de Jülich[1] Podrían surgir problemas en relación con las pruebas que habría que realizar. Una prueba subterránea en Europa es sencillamente inviable, por lo que no se sabe a ciencia cierta dónde podría ir Alemania. Otro aspecto se refiere a los misiles necesarios para llevar las armas nucleares a su objetivo. Alemania se encuentra en una posición relativamente mala en lo que respecta a la construcción de sus propios misiles balísticos de largo alcance. Sin embargo, la opción de producir misiles de crucero equipados con armas nucleares parece, según el editorial del FAZ, bastante factible. El misil Taurus, por ejemplo, podría ser un punto de partida. Estaría listo para su despliegue en un plazo no superior a cinco años[2].
Legalmente posible, políticamente arriesgado
La situación jurídica y política es más difícil. Por un lado, la República Federal de Alemania ratificó el Tratado de No Proliferación Nuclear el 2 de mayo de 1975, aunque con un retraso considerable (según informa german-foreign-policy.com [3]). Si el gobierno alemán actual quisiera empezar a construir sus propias armas nucleares, primero tendría que derogar el acuerdo. Este paso sería legalmente posible sin más, pero tendría graves consecuencias políticas. Otros países que quisieran conseguir sus propias bombas nucleares se sentirían autorizados a hacer lo mismo que Alemania. Irán ha sido considerado durante décadas uno de los candidatos más probables a engrosar las filas de las potencias nucleares del mundo. Arabia Saudí, el rival regional más acérrimo de Irán en el pasado, también ha señalado ahora sus ambiciones nucleares. Corea del Sur también está considerando la construcción de armas nucleares. Seúl afirma que estas consideraciones, que fueron objeto de fuertes críticas internacionales el año pasado, «no están fuera de la mesa» en vista de la aparente falta de fiabilidad de EE.UU. bajo la administración Trump[4] La consideración de las opciones nucleares se están expresando ahora incluso en otros países europeos. El primer ministro polaco, Donald Tusk, anunció recientemente que Varsovia no descartaría la adquisición de armas nucleares[5].
El Tratado Dos más Cuatro
Lo que también obstaculiza el camino de Alemania hacia el armamento nuclear es el Tratado Dos más Cuatro, en virtud del cual la República Federal de Alemania confirmó su renuncia a las armas NBQ y también acordó limitar el tamaño de sus fuerzas armadas a un límite máximo de 370.000 soldados de la Bundeswehr. El tratado no puede rescindirse fácilmente. Cualquier cambio requeriría el consentimiento de las Cuatro Potencias que ocuparon Alemania tras la Segunda Guerra Mundial. El diplomático alemán Ernst-Jörg von Studnitz, antiguo embajador en Rusia, expresó recientemente la opinión de que existía una salida: invocar el principio de derecho internacional de «clausula rebus sic stantibus», según el cual las disposiciones de un tratado «pueden rescindirse si han cambiado las condiciones fundamentales bajo las que se celebró»[6], lo que, según él, podría argumentarse desde la perspectiva alemana, puesto que el paraguas nuclear estadounidense ya no podía considerarse fiable y el conflicto con Rusia se había recrudecido. Ayer lunes, el FAZ adoptó el núcleo de este argumento en un editorial muy leído. Hay «buenas razones», dice, «para hablar de una pérdida de los fundamentos del Tratado Dos más Cuatro». Concluye que «un compromiso contractual que perjudica al país o sólo sirve a un adversario y antiguo socio del tratado no podría, por supuesto, perdurar.» [7] Como dice el editorial del FAZ, Alemania debe «soltarse los viejos grilletes».
Potencial para una inmensa agitación
La conmoción política resultante de la supresión del Tratado Dos más Cuatro sería potencialmente inmensa. El armamento nuclear alemán provocaría fuertes reacciones de los cuatro antiguos aliados de la guerra mundial firmantes del Tratado, aunque por motivos diferentes en cada caso. Además, el Tratado Dos más Cuatro también contiene importantes disposiciones que regulan el territorio y las fronteras alemanas. Si Berlín declara que ya no desea acatar el tratado, habrá caído un importante pilar del orden de posguerra en Europa.
Creciente aprobación pública
No sólo en el exterior, sino también en el interior, los partidarios de las armas nucleares alemanas se enfrentarían a algunos obstáculos difíciles. Una clara mayoría de la población sigue estando en contra de tal plan. Sin embargo, hay variaciones considerables en los datos de las encuestas, dependiendo del instituto de investigación que se cite. La tendencia es, sin duda, a la disminución de la aversión a una bomba alemana. Una encuesta de Forsa, por ejemplo, realizada hace unas dos semanas y media, mostraba que el 64% de la población estaba en contra de que Alemania tuviera armas nucleares. Sólo el 31% estaba a favor. Sin embargo, el campo del «sí» era ya cuatro puntos porcentuales más alto que en 2024[8] Una encuesta realizada por el instituto de estudios de opinión Civey en el mismo periodo de tiempo llegó a la conclusión de que sólo el 48% de la población rechazaba claramente una bomba alemana. Un año antes, esa cifra había sido del 57%. La proporción de los que están a favor de la adquisición de armamento nuclear alemán aumentó al 38%[9]. Curiosamente, ambas encuestas muestran también que la proporción de alemanes a favor del armamento nuclear en su país es considerablemente mayor en Alemania Occidental, es decir, la antigua RFA, que en el Este, el territorio de la antigua RDA.
Reflejos morales
Ante el insuficiente, aunque rápidamente creciente, apoyo público al armamento nuclear, dos empleados de la Universidad Helmut Schmidt de las Fuerzas Armadas Federales de Hamburgo escribieron un artículo, publicado de nuevo en el FAZ, en el que abogan por realizar esfuerzos para contrarrestar la reticencia y pasividad de la sociedad en la cuestión de la disuasión nuclear. El artículo, publicado el lunes, se queja de que el debate alemán sobre las armas nucleares «sigue caracterizado por reflejos morales y narrativas tradicionales heredadas del pasado» [10]. [10] Por el contrario, hay que emprender «una sobria reevaluación» del «tema», afirman. Por ejemplo, es importante «mantener las funciones del Estado» incluso «después de un ataque nuclear». Para que el país siga funcionando, el debate actual debe ampliarse para abarcar «los importantes aspectos de la defensa civil y la resiliencia social». La población alemana debe «aprender a vivir con la bomba», y esto exige «una estrategia global, social y políticamente arraigada, que integre las dimensiones militares, políticas y sociales pertinentes». En resumen, dicen, «hay que convencer a nuestra propia población» de la necesidad del armamento nuclear y de aceptar sus consecuencias. Se trata de una tarea que tradicionalmente corresponde a los grandes medios de comunicación.
[1], [2] Gernot Kramper: Eine deutsche Bombe? stern.de 09.03.2025.
[3] See also: Die „Atom-Supermacht Europa“.
[4] Richard Lloyd Parry: South Korea says nuclear weapons are ‘not off the table’. thetimes.com 02.03.2025. See also: Bloc Formation in East Asia (II).
[5] Reinhard Lauterbach: Polen will die Bombe. junge Welt 17.03.2025.
[6] Ernst-Jörg von Studnitz: Leserbrief: Der Weg für eine deutsche Nuklearoption. Frankfurter Allgemeine Zeitung 14.03.2025.
[7] Reinhard Müller: Deutschland muss alte Fesseln lösen. Frankfurter Allgemeine Zeitung 24.03.2025.
[8] Lorenz Wolf-Doettinchem: Sollte Deutschland zum Schutz vor Putin eigene Atombomben bauen? stern.de 11.03.2025.
[9] Umfrage zeigt Wende bei Zustimmung zu Atomwaffen. t-online.de 10.03.2025.
[10] Michael Jonas, Severin Pleyer: Die Bombe verstehen lernen. Frankfurter Allgemeine Zeitung 24.03.2025.
Conexión Profética:
«El Espíritu de Dios contristado, se retira de la tierra. Las naciones están airadas unas contra otras. Se hacen inmensos preparativos para la guerra. La noche se acerca. Levántese la iglesia para cumplirla tarea que le ha sido asignada. Todo creyente, cualquiera que sea el grado de su instrucción, puede llevar el mensaje..» Testimonios para la Iglesia, vol.9, pág. 22.
Comments
William Stroud
05 de abril de 2025 at 09:58 09Sat, 05 Apr 2025 09:58:23 +000023.As the quote from the Spirit of Prophecy says, we must go forth and spread the message while there is time.