Los legisladores de los Estados Unidos están utilizando una nueva ley de gastos para atacar la Enmienda Johnson en el código del IRS, la cual prohíbe a las organizaciones sin fines de lucro, como las iglesias, a oponerse o apoyar candidaturas políticas. Muchos pastores creen que estas prohibiciones tienen un efecto congelante en su libre expresión debido a que no pueden mostrar su apoyo a aquellos candidatos que están alineados con sus propias agendas.
El nuevo lenguaje propuesto probablemente evitaría que el IRS use sus fondos y empleados para investigar a las iglesias por su apoyo a candidatos desde el púlpito o la donación de dinero a sus campañas. Sin embargo, esto no aplicaría para otras organizaciones sin fines de lucro, lo cual le brinda una preferencia a las iglesias por encima de otras organizaciones exentas de impuestos.
Aunque el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tiene en su mira a la Enmienda Johnson como parte de su retórica hacia los conservadores religiosos, la Enmienda es una Ley y para poder eliminarla se requeriría una acción por parte del Congreso.
En lugar de eliminar la Enmienda Johnson, el proyecto de ley haría que el comisionado del IRS, quien debe rendir cuentas ante el Congreso, cierre la investigación. Claramente, el lenguaje utilizado es un esfuerzo para desmembrar la Enmienda Johnson en lo que se refiere a las iglesias, dijo Charles Haynes, un experto en libertad religiosa en el Newseum. “Al menos lo que se busca es paralizar cualquier intento del personal del IRS para aplicar la Enmienda Johnson con respecto a lo que se predique desde el púlpito, punto de la enmienda a la cual las iglesias conservadoras se han opuesto más”, expresó Haynes. “Lo peor es que el proyecto de ley busca evitar que los delegados del IRS cumplan con su trabajo y no impidan que las donaciones de caridad terminen fluyendo hacia las campañas políticas”.
Muchos grupos religiosos enviaron una carta a los principales congresistas para expresarles su oposición a la medida. Cuarenta organizaciones expresan en la carta que “el debilitamiento de la actual ley permitiría que los políticos y otros interesados en el poder político ejerzan su presión en las iglesias para que les brinden su apoyo, causando la división de congregaciones y permitiéndoles acceder al flujo de dinero exento de impuestos”. Entre los grupos mencionados en la carta están la Iglesia Episcopal, el Comité Judío-Americano, la Iglesia Luterana de América y el Comité Unido de Bautistas para la Libertad Religiosa.
“Si esta medida llega a ser promulgada, los burócratas encontrarán maneras para presionar sutilmente a las casas de adoración (por ejemplo, demorando el otorgamiento de permisos de zona) hasta que se les brinde el apoyo deseado”, dijo Melissa Rogers, miembro senior de la Institución Brookings. “Eso es ilegal pero sería imposible de detener si se aprueban medidas como éstas”.
La Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos impide que el gobierno favorezca a ciertas corrientes religiosas en lo que se refiere a subsidios y beneficios. No obstante, es posible que con el proyecto de ley se permita a los administradores elegir a cuáles iglesias negarles la exención de impuestos y a cuáles no, basados en si esa iglesia apoya las políticas de una administración demócrata o republicana.
La modificación de la Enmienda Johnson es realmente una gran amenaza para la libertad religiosa. Si las iglesias reciben más poder, lo usarán para imponer leyes religiosas dentro de la cultura estadounidense.
“Los dignatarios de la iglesia y del estado se unirán para hacer que todos honren el domingo, y para ello apelarán al cohecho, a la persuasión o a la fuerza. La falta de autoridad divina se suplirá con ordenanzas abrumadoras. La corrupción política está destruyendo el amor a la justicia y el respeto a la verdad; y hasta en los Estados Unidos de la libre América, se verá a los representantes del pueblo y a los legisladores tratar de asegurarse el favor público doblegándose a las exigencias populares por una ley que imponga la observancia del domingo. La libertad de conciencia que tantos sacrificios ha costado no será ya respetada”. El Conflicto de los Siglos, pág. 650.
Comments