El grupo Barna recientemente publicó su clasificación de las diez ciudades más pos cristianas de los Estados Unidos. Estas son las ciudades cuyos residentes son los menos propensos a creer en Dios o a considerar la infalibilidad de la Biblia y de Jesús. Ocho de las ciudades más pos cristianas se encuentran ubicadas en el Noreste, de las cuales Portland-Auburn, Maine, encabezan la lista.
A fin de poder calificar dentro de la categoría “pos cristiana”, las 76.505 personas encuestadas tuvieron que elegir nueve o más factores identificadores de la lista establecida. Allí se incluía categorías tales como “No creo en Dios”; “Me identifico como ateo o agnóstico”; “Nunca he tenido un compromiso con Jesús”; “No he orado a Dios (en la última semana)”; “Estoy de acuerdo con que Jesús cometió pecados”; y “Estoy en desacuerdo con la infalibilidad de la Biblia”, entre otras.
Barna explicó que el tipo de preguntas usadas fue más allá de la simple pregunta donde la persona tenía que marcar una casilla si se consideraba o no cristiana. Más bien, se indagó sobre la esencia de lo que en realidad creía la gente.
Barna incluyó la clasificación de tales ciudades, entre las cuales las primeras 10 son las siguientes:
1. Portland-Auburn, ME (57%)
2. Boston, MA-Manchester, NH (56%)
3. Albany-Schenectady-Troy, NY (54%)
4. Providence, RI-New Bedford, MA (53%)
5. Burlington, VT-Plattsburgh, NY (53%)
6. Hartford-New Haven, CT (52%)
7. New York, NY (51%)
8. San Francisco-Oakland-San Jose, CA (50%)
9. Seattle-Tacoma (50%)
10. Buffalo, NY (50%)
“En consecuencia, el rol de la religión en la vida pública se ha ido desvaneciendo lentamente y la iglesia ya no participa de la autoridad cultural que tuvo en el pasado”, agregó.
Muchos estudios están concluyendo que la influencia de los líderes religiosos y las iglesias está disminuyendo gradualmente en los Estados Unidos. Una encuesta Gallup en el 2016, por ejemplo, mostró que el 21% de los encuestados no tenían una identidad formal religiosa comparada al 2 a 3% en los años 1940 y 1950. Además Gallup estableció que también la asistencia a la iglesia ha disminuido. En 1937, el 73% de los encuestados afirmó ser miembro de una iglesia pero ese número disminuyó en el 2016 al 56%. En general, el 72% de los encuestados en el 2016 por Gallup expresó que la religión está perdiendo su influencia en la vida de los estadounidenses.
Con razón los líderes religiosos desean tener más poder político. Ellos sienten que su influencia está en decadencia y quieren recuperar algo de ella, así sea solo en la política.
“Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”. Mateo 24:12.
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