Ahora las imprentas también han sido arrastradas a la guerra de los homosexuales. Aun en contra de su fe y al igual que a fotógrafos y decoradores pasteleros, se quiere obligar a las imprentas cristianas a no negar sus servicios a los homosexuales.
Un juez de la Corte Superior de Arizona decidió que los derechos de los «homosexuales» están por encima de la protección que otorga la Primera Enmienda al «libre ejercicio de la religión». El caso podría agregar también a las imprentas, y una amplia gama de otros proveedores de servicios, a la lista que ordena a panaderos, fotógrafos y alquiler de lugares a proporcionar sus servicios para las bodas homosexuales aún a pesar de estar violando la fe de sus dueños.
Una ley de Phoenix especifica que las empresas no pueden tomar decisiones basadas en su fe cristiana para dejar de prestar sus servicios en los casamientos de homosexuales. El juez se negó a ordenar una medida cautelar contra la ejecución de la ciudad de Phoenix, en la cual dos artistas de Brush & Nib Studio, han desafiado la ordenanza de Phoenix que los obliga a prestar su servicio artístico en bodas de parejas del mismo sexo.
De hecho, la Comisión de Derechos Civiles de EE.UU. quiere llevar el asunto a un nivel completamente nuevo. Un reciente informe de la Comisión dice que las leyes estatales y federales deben modificarse para establecer que los derechos de los homosexuales primen por encima de los derechos religiosos protegidos en la Constitución. Incluso señaló que la Constitución obstaculiza lo que el gobierno quiere imponer sobre las personas religiosas».
La Comisión escribió a Barack Obama diciendo que «permitir exenciones religiosas a las protecciones de los derechos civiles basados en clasificaciones tales como raza, color, nacionalidad, sexo, discapacidad, orientación sexual e identidad de género es precisamente la violación de estos mismos derechos».
Esencialmente lo que se está diciendo es que la culpa la tiene la Cláusula de Establecimiento de la Primera Enmienda. La Comisión cree que las «exenciones religiosas cargan excesivamente las leyes y políticas antidiscriminatorias». También expresa que «los tribunales federales y estatales, legisladores y responsables políticos de todos los niveles deben adaptar las excepciones religiosas a las libertades y derechos civiles a la forma más cercana posible a las exigencias de la ley».
Jonathan Scruggs, de la Alliance Defending Freedom que representa a los artistas, dijo: «Los artistas no deberían ser amenazados con cárcel y otras sanciones simplemente por hacer arte que sea consistente con sus creencias. Es por eso que pedí a la corte que suspendiera la ejecución de la ordenanza de Phoenix en contra de nuestros clientes mientras su caso prosigue. La ciudad debe conceder libertad a los artistas para tomar decisiones personales sobre lo que van a crear y lo que no. Esto y el requisito adicional de la ordenanza en la cual los artistas deben mantener silencio sobre sus puntos de vista, hace que sea claramente una orden injusta e ilegal. Tenemos la intención de apelar la decisión del tribunal».
«El informe de la Comisión es un vergonzoso documento anti-estadounidense y anti-Dios, el cual destruye la libertad religiosa», dijo Mat Staver, fundador y presidente de Liberty Counsel. Staver dijo que el presidente de la comisión, el demócrata Martin Castro, está «fuera de contacto con la realidad y con nuestra Constitución… Él, y los demás miembros de la comisión que están de acuerdo con él quieren tirar a la basura la Primera Enmienda y la libertad religiosa porque su fe y práctica colisiona con la intolerante agenda LGBT», agregó Staver. «El informe es una declaración de guerra contra la libertad religiosa».
El comisionado Kirsanow, el único republicano dijo: «La tensión entre la no discriminación y la libertad religiosa se basa en la suposición de que los derechos en conflicto son de igual peso, o incluso que la no discriminación es de mayor peso. Esta suposición es errónea. La libertad religiosa es un derecho constitucional indiscutible».
En los últimos tres años, ha habido muchos casos en los cuales los tribunales ordenan a diversas empresas y organizaciones religiosas a brindar sus servicios a las parejas homosexuales a pesar de sus convicciones religiosas y en violación de su libertad religiosa.
Cualquier persona de fe sabe que el ejercicio religioso se trata de mucho más que la libertad de culto. «Se trata del derecho a vestirse de acuerdo a sus creencias religiosas, a predicar abiertamente, a evangelizar, a participar en la plaza pública. Todo el mundo sabe que los judíos religiosos observan el kosher, los cuáqueros religiosos no van a la guerra, y las mujeres musulmanas religiosas llevan velo. Sin embargo, la «libertad de culto» no protege ninguno de estos actos de fe», dijo Catholic Online.
«Asimismo como sucedió en los días de Lot.» Lucas 17:28.
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