El Retorno del Profeta
Por Pastor Hal Mayer
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Queridos amigos:
Bienvenidos al Ministerio Guardad la Fe. Gracias por estar con nosotros hoy mientras analizamos cuidadosamente la palabra de Dios. Necesitamos de la palabra de Dios más que nunca y es nuestro privilegio vincular los principios que encontramos en las Escrituras con nuestra vida diaria. Y como estamos viviendo en los últimos días, es crucial que entendamos la Biblia como un libro profético que revela muchos detalles acerca de nuestros tiempos.
La historia de Elías está llena de conexiones naturales con los asuntos del tiempo del fin que enfrentamos hoy. Si tan solo pasáramos tiempo con Dios y estudiáramos Su palabra, Él saciaría la sed de toda alma sedienta y polvorienta. Yo la necesito. Ustedes la necesitan. Y Dios nos la ha provisto. Oro para que Él les provea hoy mientras estudiamos.
Antes de comenzar, quiero contarles acerca del Centro de Calidad de Vida de Highwood, nuestra base ministerial en Australia. Ya completamos la fase dos de las renovaciones necesarias. El departamento de terapia está completamente renovado, con un diseño totalmente nuevo y ahora estamos aceptando pacientes nuevamente, y sus vidas están siendo cambiadas por la mano sanadora del Señor.
¡Fue emocionante! Dios envió 21 voluntarios, los cuales nos ayudaron en diciembre. Luego Él envió otros 20 voluntarios más para ayudar en enero. Algunos aún están allí trabajando en otros proyectos.
También me maravilló cómo Dios proveyó los fondos para este gran proyecto. Necesitábamos cerca de US$ 60.000 para el departamento de terapia. Comenzamos con algunos fondos, pero no teníamos todo lo necesario. Sin embargo, Él reunió a todos esos voluntarios provenientes de todas partes del mundo, incluyendo Canadá, Inglaterra, los Estados Unidos, Malasia, Alemania, Nueva Zelanda, y de toda Australia. No les podía decir que no vinieran. Pero aun necesitábamos fondos para comprar todo lo necesario para la construcción.
Tuvimos que avanzar por fe, creyendo que Dios iba a proveer. Pusimos nuestro “pie en el Jordán”, y comenzamos a trabajar, y “las aguas se abrieron”. Fue como si Dios hubiese “abierto las ventanas de los cielos y derramó bendiciones en abundancia”. Primero, recibí un llamado de una querida hermana de Australia, quien me dijo que quería ayudar con la obra de Dios en Highwood mediante una donación de US$ 30.000. Luego otra persona envió una donación de US$ 7.000 a nuestra oficina en los Estados Unidos ese mismo día. Un par de días después llegó otra donación de US$ 1.000 de otro australiano, y así continuó. Muchos otros contribuyeron a lo largo de los meses de noviembre y diciembre. Y cada vez que necesitábamos recursos para comparar materiales, los recursos siempre estaban ahí. ¡Alabado sea Dios por su piedad, y gracias a cada uno de ustedes que nos han ayudado en este esfuerzo! Y vaya un profundo agradecimiento de corazón a todos nuestros voluntarios también.
Y de paso, este es el momento para planificar vuestra participación en la fase tres de nuestras renovaciones en diciembre y enero próximos. Tenemos algunas pocas cosas que hacer para terminar el centro de calidad de vida cuando no haya pacientes. Las renovaciones son necesarias en el área de la cocina/despensa. También necesitamos instalar baños, en cuatro habitaciones más para pacientes. Si ustedes quieren participar en este proyecto especial, por favor pónganse en contacto conmigo para hacer los arreglos necesarios.
En el transcurso del 2014, tenemos que obtener nuevos muebles para nuestra sala de espera, comedor y dormitorios. Lo que poseemos ahora, no es adecuado para nuestras necesidades. Todas estas renovaciones probablemente van a costar otros US$ 60.000. Por favor oren a Dios por la provisión de los recursos para terminar la importante obra en Highwood. Y por favor oren por nuestro equipo y por los voluntarios. Ellos están trabajando tan duro y con tanta dedicación.
También para aquellos que estén interesados, estamos planificando un Tour de Estudio Valdense este año, durante la primera semana de septiembre en Italia. Betsy y yo hemos conducido muchos de estos tours durante algunos años. El tour está lleno de significado espiritual para el fin del tiempo. Es un maravilloso viaje de aprendizaje tanto para los niños como para los adultos. Si ustedes están interesados en hacer ese viaje, contáctenos para obtener más información.
También, suscríbanse a nuestro Boletín Misionero de Guardad la Fe en formato electrónico, si es que aun no lo han hecho. El Boletín Misionero de Guardad la Fe es publicado mensualmente y está lleno de lindas historias de cómo Guardad la Fe ha cambiado vidas para el Señor. No se las pierdan.
Ahora, al comenzar nuestro estudio de Elías, vamos a orar. Nuestro Padre celestial, gracias por Jesucristo, quien es el Capitán de nuestra salvación. Gracias por amarnos con un amor eterno. Que podamos ser llenos de tu Espíritu Santo, y que respondamos por amor. Gracias por la Biblia y por la historia de Elías. Al estudiar más hoy, abre nuestras mentes de tal manera que podamos ver y entender el principio de los tiempos en los cuales vivimos, de una manera nueva y real. Oramos en el nombre de Jesús, amén.
Amigos, abramos nuestras Biblias en 1ª Reyes 21:25. Necesitamos entender lo que Elías estaba enfrentando en el monte Carmelo. He aquí un pasaje que confirma cómo Acab trabajó para derrocar la verdadera adoración a Dios en el país. “A la verdad ninguno fue como Acab, que se vendió para hacer lo malo ante los ojos de Jehová; porque Jezabel su mujer lo incitaba.”
Dice aquí que Acab se vendió a sí mismo para hacer lo malo. Acab se casó con Jezabel probablemente para obtener un tratado con los Sidonios, una tribu Fenicia que controlaba la tierra entre Israel y el mar Mediterráneo. Israel necesitaba acceso al mar para fines comerciales y económicos. Pero el rey de Sidón, Etbaal, el padre de Jezabel y sumo sacerdote de Baal, pudo muy bien haber conseguido una promesa de Acab para unir ambos países en la religión para que se pudiera casar con su hija y entrar en el tratado. Acab debe haber pensado que una vez casado, podría hacer a un lado el acuerdo. Pero él no entendió el carácter de Jezabel. Ella trajo consigo cientos de sacerdotes de Baal y profetas de los bosques. Ellos le ayudarían a organizar a Israel en la adoración a Baal. Y Acab no pudo hacer absolutamente nada.
¿Observaron quién incitaba a Acab para que hiciera esa mala obra? Era Jezabel. ¿Pero qué significa esto que Jezabel lo incitara? Amigos, esto significa que Jezabel no dejó nada al azar. Ella sabía que podía conseguir que Acab cediera a sus demandas, si ella alimentaba sus pasiones carnales, lo cual incluía la adoración a Baal. Él era probablemente un visitante regular de las jóvenes prostitutas en la casa de Baal. La casa de Baal era el centro del “distrito de luz roja” de Samaria. Además había templos idolátricos de Baal y Astarté multiplicados también en otros lugares.
Pero ustedes deben estar preguntándose cómo sé todo esto. La Biblia nos dice que la adoración a la naturaleza siempre fue condenada por Dios. “No tendrás otros dioses delante de Mí”, es el primero de los Diez Mandamientos dados en el monte Sinaí. Pero por alguna razón, había un deseo ardiente entre el pueblo de Dios de adorar los dioses de la tierra, el fuego, el agua, el sol, la luna y las estrellas. Y los Baales y Astartés eran estos dioses. El dios principal, Baal, era el dios de la tormenta, el cual supuestamente hacía que la tierra fuera fértil y diese su fruto. Los otros Baales controlaban otros elementos de la naturaleza.
Israel había sido castigado porque había ingresado en la adoración pagana de la naturaleza. Este deseo de adoración a la naturaleza es descrito en el más gráfico lenguaje sexual en las Escrituras, tal vez para impresionarlos con lo ofensivo que es este problema. Escuchen cómo Jeremías describe a Judá, que eventualmente también apostató con la adoración pagana a la naturaleza. Esto está en Jeremías 2:20. “…Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso te echabas como ramera.” Y entonces en el versículo 24 él dice: “asna montés acostumbrada al desierto, que en su ardor olfatea el viento. De su lujuria, ¿quién la detendrá? Todos los que la buscaren no se fatigarán, porque en el tiempo de su celo la hallarán.”.
Pero Jeremías también habla de la idolatría de Israel en términos de sexualidad. En el próximo capítulo (versículo 9) él dice: “Y sucedió que por juzgar ella cosa liviana su fornicación, la tierra fue contaminada, y adulteró con la piedra y con el leño.” Esta adoración pagana de la naturaleza fue descrita de esta manera, porque la prostitución del culto y el misticismo sexual constituían una gran parte del proceso de adoración a la naturaleza y representaba muy adecuadamente el adulterio espiritual. La fertilidad de la agricultura fue entrelazada juntamente con la fertilidad sexual, en un culto pornográfico a la naturaleza que corrompió a casi toda la nación de Israel.
Baal era el dios de la tormenta y controlaba la lluvia. He aquí cómo funcionaba en el culto Fenicio. Sucedía que en el concepto místico de Baal, él tenía que pelear una batalla por una vida y muerte cíclica cada año con Mot, el dios muerto. Baal era desafiado y temporalmente vencido por Mot en el seco y caliente verano. Y Mot lo abandonaba a la muerte. Pero debido a los rituales de fertilidad, los ritos licenciosos practicados por los humanos, él era resucitado en el otoño para vencer a Mot con temperaturas más bajas, tormenta y lluvia.
El clima caótico en el otoño era atribuido a esta batalla entre ambos dioses, cuando Baal volvía a la vida. El ciclo de sequía solo podía ser aliviado por dos cosas en el culto religioso, el placer desenfrenado (esto es, placer sexual) para apaciguar a Baal y la auto-mutilación o dolor para apaciguar a Mot. Así, los sacerdotes de Baal se cortaban a sí mismos con cuchillos y lancetas para apaciguar al dios muerto, o el dios que trajo la sequía, mientras que por otro lado, ellos participarían en orgías sexuales desenfrenadas para apaciguar a Baal, el dios de la tormenta, para que pudiera traer lluvia nuevamente. Este licencioso ritual era llevado a cabo cada año, dentro del ciclo de la agricultura, y era diseñado para mostrarle al pueblo cómo debían adorar a estos dioses, para que la sociedad pudiera ser estable y para que hubiera mucho alimento.
Ba‘al Worship in the Old Testament
Pero esto no era para Israel. Su religión no era una religión pagana. Adoptar estos ritos y rituales era despreciar su fidelidad al Dios vivo del cielo. Mezclarse con el culto de esta religión, era una abominación y un insulto a Jehová. Era la más vil apostasía, y exigía severas medidas.
Escuchen lo que Oseas dice acerca de Israel en el capítulo 2:12-13. “Y haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales dijo: Mi salario son, salario que me han dado mis amantes. Y las reduciré a un matorral, y las comerán las bestias del campo. Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.”
Es interesante que aquellos que adoraban falsos dioses también se engalanaban con aros y joyas, y son clasificados juntamente con las prostitutas. ¿Creen ustedes que Dios hoy ve los adornos externos de la misma manera? No creo que muchas personas entiendan esto. Tal vez lo hacen ignorantemente y Dios hace la vista gorda hasta que les hace entender la verdad acerca de los adornos. La Biblia asocia los adornos externos con la falsa adoración y la maldad. Cuando no poseemos la belleza interna del adorno del corazón, sentimos que tenemos que colocarnos algo más para que seamos bellos, cuando en realidad, eso justamente hace decrecer nuestra imagen a los ojos de Dios y del hombre.
La adoración a Baal incluía tanto prostitutas femeninas como prostitutos masculinos. En 1ª Reyes 14:24 dice: “Hubo también sodomitas en la tierra, e hicieron conforme a todas las abominaciones de las naciones que Jehová había echado delante de los hijos de Israel.” La palabra Hebrea traducida como sodomitas se refiere a prostitutos en el templo. Estos prostitutos se conducían de una manera no natural, por lo cual Dios los destruyó. Ellos practicaban un afecto no natural, “y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.” Romanos 1:27. La adoración a Baal se caracterizaba por su licenciosidad con ambos sexos. Los prostitutos eran parte del culto en el templo.
La adoración a Baal también involucraba el infanticidio. Escuchen lo que dice 2ª Reyes 17:16-17. “Dejaron todos los mandamientos de Jehová su Dios, y se hicieron imágenes fundidas de dos becerros, y también imágenes de Asera, y adoraron a todo el ejército de los cielos, y sirvieron a Baal; e hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por fuego; y se dieron a adivinaciones y agüeros, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, provocándole a ira.” Esto se está refiriendo a los dos becerros que Jeroboam erigió en Dan y Betel (pueden encontrar eso en 1ª Reyes 12:28-29). Y luego en el versículo 17 se nos dice de este chocante sacrificio: “hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por fuego; y se dieron a adivinaciones y agüeros, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, provocándole a ira.”
¡De modo que sacrificaron a sus hijos a Baal! ¿De dónde consiguieron hijos para sacrificarlos? Una manera de conseguirlos era cuando una prostituta del culto quedaba embarazada, ellos no hacían abortar al niño, sino que esperaban a que naciera. Una vez que el bebé nacía, había un sacrificio. También se podía sacrificar a otros niños.
Esta terrible práctica de sacrificar niños fue observada con horror por Elías y los 7.000 que no habían doblado sus rodillas a Baal. Imaginen el horror de aquellos que amaban a Dios. Imaginen la repulsión y el disgusto en los corazones de aquellos que contemplaban estas cosas. La adoración a Baal estaba enferma. Israel cayó en la sensualidad, la licenciosidad y el infanticidio. La sensualidad se ha convertido en el pecado de las edades. ¿Creen ustedes que hoy, la sensualidad es el pecado de nuestra era? Eso es lo que se nos dice en El Ministerio Médico p.186, 187.
Observen también que al igual que Acab, el pueblo “se vendió a sí mismo para hacer el mal”. Ellos esperaban algún tipo de beneficio por su iniquidad. ¿Y no es esa la manera en que Satanás actúa? Él va a sugerir que ustedes podrán obtener algún beneficio sacrificando su moralidad. Pero al final, todo es desencanto, lamentación y pena, y como resultado ustedes pierden su salvación eterna.
Jezabel encendió una pasión carnal en Acab, lo cual lo dejó sin control. Él se convirtió en un adicto del pecado sexual. Es como aquellos que son esclavos de la pornografía. Cuando un hombre es adicto a la pornografía, no consigue pensar nada más que en eso. El corazón de Acab estaba tan seco espiritualmente, que todo lo que había dentro era yesca que encendía el fuego de la pasión. Y el fuego en su pecho fue encendido por una loca persecución de la gratificación sexual a través de la adoración a Baal. Jezabel hizo de este vacilante carácter una antorcha llameante. Bajo las malas insinuaciones de Jezabel, Acab se convirtió en un hombre inmoral. Y Jezabel incentivó su ardiente lujuria integrándolo profundamente en la licenciosa adoración a Baal.
Pero el hacer que Acab cayera profundamente en su propia licenciosidad y pecado, no era suficiente para Jezabel. Ella lo usó para fortalecer las leyes y decretos que obligaban la adoración a Baal en toda la nación y en todo Israel, casi lo convirtió en una prostituta en pos de Baal. La adoración a Baal se convirtió en la religión obligatoria del estado. ¿Sabían ustedes que la Biblia enseña que en los últimos días habrá una religión obligatoria impuesta por el estado? Sí, es verdad.
Permítanme mostrarles un poco más de historia sobre los tiempos. Ustedes deben recordar que la apostasía comenzó con Jeroboam, el hijo de Nabat, que gobernó sobre el reino del Norte, cuando fue dividido después del reinado de Salomón. Jeroboam mandó hacer dos becerros e hizo leyes para que las personas los adoraran. También eliminó a los sacerdotes y Levitas y en su lugar ordenó a aquellos que Dios no había ordenado y los puso a cargo de la adoración, hasta lo más bajo del pueblo. Entonces cada uno de los seis reyes que lo siguieron, hicieron lo peor, más que sus antecesores.
Omri, el padre de Acab, añadió a la impiedad el emitir nuevas leyes y estatutos, para presionar y aun obligar a Israel a que adorara falsos dioses. 1ª Reyes 16:25 dice que: “Omri hizo lo malo ante los ojos del Eterno, y fue peor que todos los que habían reinado antes de él”.
En aquel entonces la verdadera adoración a Dios ya estaba con problemas en Israel. El profeta Miqueas, en el capítulo 6:16 pronuncia juicio sobre Israel diciendo que: “Habéis seguido los mandamientos de Omri” en el país. En otras palabras, Omri comenzó a hacer estrictas leyes de adoración, las cuales obligarían a una falsa adoración. Estos estatutos ya estaban aprobados cuando Acab se casó con Jezabel. Jezabel completó aquello que su suegro ya había hecho. Jezabel era una perseguidora, porque esa es la naturaleza de los líderes paganos. Y ella también convirtió a Acab en un perseguidor.
Las cosas estaban yendo tan mal en Israel, que aquellos que querían permanecer leales a Dios tenían que ocultar su adoración. Y era brutal. Jezabel y sus subordinados, juntamente con los agentes de Acab, persiguieron a estas personas. Muchos de los profetas del Señor fueron muertos por Jezabel y los que quedaron tuvieron que esconderse en cuevas y esencialmente no pudieron trabajar. Fueron dejados fuera de utilidad. Ya no podían animar al pueblo a que fuese fiel al Señor, lo cual debe haber sido muy difícil para ellos. Jezabel tenía toda una fuerza de aplicación de su sistema que incluía a 450 profetas de Baal y 400 profetas de los bosques. Ellos eran importantes para todo el sistema como sacerdotes de la adoración pagana y para asegurarse que todos obedecían las leyes de adoración, que aparentemente habían sido impuestas por Omri, el padre de Acab, y que fueron fortalecidas por Acab y Jezabel.
Acab y el pueblo se convirtieron en adictos a la licenciosidad. Así es la pasión carnal, mis amigos. Conduce a las más bajas y contaminantes degradaciones morales posibles. Acab fue conducido como un toro con un anillo en su nariz cada vez más profundo al pecado. La adoración a Baal era impía. Ellos no poseían toda la tecnología que nosotros poseemos hoy, como publicaciones impresas, películas e Internet. De modo que Acab daba rienda suelta a sus pasiones en la casa de Baal con las prostitutas del templo. Era un perfecto esclavo de sus lujurias y estaba bajo sus insinuaciones y mandato. Perdió el respeto por sí mismo y perdió el respeto por los demás. Ni siquiera la vida misma era preciosa para él. Era culpable de la sangre de aquellos que se le opusieron.
Amigos, ¿conocen ustedes a alguien que se haya vendido para cometer iniquidades? Hay muchos hoy, aún entre aquellos que profesan ser el pueblo de Dios, y sin embargo ellos se venden a sí mismos por una pequeña ventaja financiera o social y cometerán iniquidad para poder disfrutar de los placeres del pecado durante algún tiempo. Y a menudo incluye sexualidad de una u otra manera.
Acab se sometió voluntariamente al dominio del pecado. Su vida es un testimonio de cuán bajo puede llegar alguien cuando se deja llevar por el pecado. Y mucho más, porque Acab era un Israelita. Imaginen el regocijo de Satanás cuando pudo tener a Acab bajo su control.
Esto fue lo que condujo al enfrentamiento de Elías con Acab. Fue por esta razón que Elías le suplicó a Dios que parara la lluvia. Le suplicó a Dios que detuviera la maldad trayendo una sequía sobre el país.
Permítanme leerles un pasaje de Profetas y Reyes p. 84-85. Esto nos da un vislumbre de cómo estaban las cosas en aquellos tiempos horribles.
“Bajo la influencia agostadora del gobierno de Acab, Israel se alejó mucho del Dios vivo, y corrompió sus caminos delante de él. Durante muchos años, había estado perdiendo su sentido de reverencia y piadoso temor; y ahora parecía que no hubiese nadie capaz de exponer la vida en una oposición destacada a las blasfemias prevalecientes. La obscura sombra de la apostasía cubría todo el país. Por todas partes podían verse imágenes de Baal (dioses masculinos) y Astarté (dioses femeninos). Se multiplicaban los templos y los bosquecillos consagrados a los ídolos, y en ellos se adoraban las obras de manos humanas. El aire estaba contaminado por el humo de los sacrificios ofrecidos a los dioses falsos. Las colinas y los valles repercutían con los clamores de embriaguez emitidos por un sacerdocio pagano que ofrecía sacrificios al sol, la luna y las estrellas”.
Elías fue movido por el Espíritu Santo para enfrentar esta terrible e inicua situación. Un hombre con una constitución muy fuerte fue enviado por Dios para enfrentar al impío rey. Él no era alguien que pudiese ser detenido por amenazas o intimidaciones. Él no era alguien que pudiese ser disuadido del mensaje de Dios por políticas o políticos. Él era firme y decidido. Espiritualmente era un hombre gigante. ¿Creen ustedes que Dios necesita hoy este tipo de hombres?
He aquí lo que dice Profetas y Reyes p.104. “Dios llama a hombres como Elías, Natán y Juan el Bautista, hombres que darán su mensaje con fidelidad, sin tener en cuenta las consecuencias; hombres que dirán la verdad con valor, aun cuando ello exija el sacrificio de todo lo que tienen”.
Como pueden ver, cuando Elías se fue a esconder, no poseía nada más que las ropas que llevaba en su cuerpo. No tenía un hogar adonde ir. Allí lo podrían haber encontrado. Él no podría haber ido con sus amigos. Habría sido encontrado allí. Dios sabía exactamente dónde Elías estaría a salvo, solo en el desierto en el arroyo de Querit. Acab y Jezabel fueron dejados con las consecuencias de la falta de lluvia. No había nada que pudieran hacer. Y la sequía era severa. 1ª Reyes 18:2 dice que había una gran hambruna en Samaria. Y los sacerdotes de Baal y los profetas de los bosques hicieron todos sus encantos, sus ritos inmorales y aplicaron todas sus herramientas rituales para que el imaginario dios Baal enviara lluvia. Y eso duró varios años, de hecho, 3 años y medio. Un año en el arroyo de Querit o el tiempo que éste haya permanecido con agua, y hasta dos años y medio con la mujer de Sarepta.
La sequía en Israel fue realmente extrema y severa. Escuchen este relato de Profetas y Reyes p.90-91. Cuando Elías pronunció la sentencia de juicio contra Acab: “Las palabras del profeta entraron en vigencia inmediatamente. Los que al principio se inclinaban a burlarse del pensamiento de que pudiese acaecer una calamidad, tuvieron pronto ocasión de reflexionar seriamente; porque después de algunos meses la tierra, al no ser refrigerada por el rocío ni la lluvia, se resecó y la vegetación se marchitó. Con el transcurso del tiempo, empezó a reducirse el cauce de corrientes que nunca se habían agotado, y los arroyos comenzaron a secarse. Pero los caudillos instaron al pueblo a tener confianza en el poder de Baal, y a desechar las palabras ociosas de la profecía hecha por Elías. Los sacerdotes seguían insistiendo en que las lluvias caían por el poder de Baal. Recomendaban que no se temiese al Dios de Elías ni se temblase a su palabra, ya que Baal era quien producía las mieses en sazón, y proveía sustento para los hombres y los animales…
Pasó un año, y aún no había llovido. La tierra parecía quemada como por fuego. El calor abrasador del sol destruyó la poca vegetación que había sobrevivido. Los arroyos se secaron, y los rebaños vagaban angustiados, mugiendo y balando. Campos que antes fueran florecientes quedaron como las ardientes arenas del desierto y ofrecían un aspecto desolador. Los bosquecillos dedicados al culto de los ídolos ya no tenían hojas; los árboles de los bosques, como lúgubres esqueletos de la naturaleza, ya no proporcionaban sombra. El aire reseco y sofocante levantaba a veces remolinos de polvo que enceguecían y casi cortaban el aliento. Ciudades y aldeas antes prósperas se habían transformado en lugares de luto y lamentos. El hambre y la sed hacían sus estragos con terrible mortandad entre hombres y bestias. El hambre, con todos sus horrores, apretaba cada vez más”.
Imaginen cómo debe haber sido eso. La inanición es algo terrible. Pero eso era lo que estaba sucediendo. ¿Qué significa “terrible mortandad”? Eso significa, mis amigos, que animales y personas estaban muriendo en grandes cantidades. Y la murmuración estaba por todas partes.
¡Esto es realmente serio! Si es que a Acab le quedaba aun algo de conciencia, sin embargo, Jezabel se aseguró que él no le hiciese caso. “Jezabel se negó en absoluto a reconocer la sequía como castigo enviado por Jehová. Inexorable en su resolución de desafiar al Dios del cielo, y acompañada en ello por casi todo Israel, denunció a Elías como causa de todos los sufrimientos. ¿No había testificado contra sus formas de culto? Sostenía que si se le pudiese eliminar, la ira de sus dioses quedaría apaciguada, y terminarían las dificultades”. Profetas y Reyes p.91-92.
Y escuchen esto de Profetas y Reyes p.100. “Así era cómo había llegado a acontecer que Dios hiciera caer sobre su pueblo sus castigos más severos. La predicción de Elías recibía un cumplimiento terrible. Durante tres años, el mensajero que había anunciado la desgracia fue buscado de ciudad en ciudad y de nación en nación. A la orden de Acab, muchos gobernantes habían jurado por su honor que no podían encontrar en sus dominios al extraño profeta. Sin embargo, la búsqueda había continuado; porque Jezabel y los profetas de Baal aborrecían a Elías con odio mortal, y no escatimaban esfuerzo para apoderarse de él. Y mientras tanto no llovía”.
Como ven, Jezabel habría matado a Elías si hubiese podido hacerlo, porque ella lo culpaba de la sequía. Jezabel y Acab buscaron a Elías por toda la nación y por las naciones vecinas. Profetas y Reyes p.92 dice: “Instado por la reina, Acab instituyó una búsqueda muy diligente para descubrir el escondite del profeta”. Y Jezabel era implacable. Ellos enviaron espías por todo el país de Israel. La vigilancia fue muy penetrante. Y ella también envió diplomáticos y embajadores a todos los países extranjeros alrededor de ellos.
Voy a continuar leyendo: “Envió mensajeros a las naciones circundantes, cercanas y lejanas, para encontrar al hombre a quien odiaba y temía. Y en su ansiedad porque la búsqueda fuese tan cabal como se pudiese hacerla, exigió a esos reinos y naciones que jurasen que no conocían el paradero del profeta”.
Ellos buscaron en todas partes, al menos así creían ellos. A medida que la hambruna aumentaba, y se hizo más intensa, sin lugar a dudas que redoblaron sus esfuerzos para encontrar al hombre a quien maldecían debido a todos sus problemas. Jezabel estaba loca.
Ella hizo a Elías lo mismo que le será hecho a aquellos que exalten la ley de Jehová en los últimos días. En esta forma, la historia de Elías es profética acerca de nuestros tiempos. Recordemos siempre que las Escrituras fueron escritas para nosotros sobre quienes ha llegado el fin del mundo.
Escuchen esto de El Conflicto de los Siglos p.672. “Los que honran la ley de Dios han sido acusados de atraer los castigos de Dios sobre la tierra, y se los mirará como si fueran causa de las terribles convulsiones de la naturaleza y de las luchas sangrientas entre los hombres, que llenarán la tierra de aflicción. El poder que acompañe la última amonestación enfurecerá a los malvados; su ira se ensañará contra todos los que hayan recibido el mensaje, y Satanás despertará el espíritu de odio y persecución en un grado de intensidad aún mayor”.
Ustedes pueden ver que el pueblo de Dios va a ser acusado falsamente. El apuntar con el dedo y maldecir es una respuesta humana natural cuando el corazón no quiere entender la verdad que condena sus pecados.
Pero el mensaje de Elías no era tanto sobre castigo como lo era sobre arrepentimiento y perdón. Dios quería perdonarlos y sanarlos, pero de alguna manera tenía que despertarlos de su tontería.
Pero la búsqueda por Elías fue en vano. El profeta estaba a salvo, protegido por Dios, aun cuando había una sentencia de muerte sobre él. Pero la sociedad de vigilancia de Jezabel falló.
En nuestros días, Satanás quiere asegurarse que esta vez la vigilancia de la sociedad no falle. Él piensa que con todos los equipos electrónicos y programas, puede ajustar los tornillos y tener a todo el mundo bajo control. Él quiere intimidarlos. Pero si ustedes están en Cristo, no hay nada que temer. Si están en Cristo, no hay razón para temerle al hombre. Dios posee Sus maneras y medios para manejar todos esos equipos y software. Eso es fácil para Él. La parte difícil es que consiga nuestra cooperación y entrega.
Observen que Acab buscó a Elías. ¿Creen que ellos van a hacer lo mismo con ustedes? Con todas las cámaras y el espionaje digital que existe hoy, ellos van a usar toda herramienta posible para encontrar a aquellos que son leales al Dios del cielo. Al igual que Elías, ustedes van a tener que huir a la parte más remota de la tierra. Escuchen esto de El Conflicto de los Siglos p.683-684.
“Cuando el decreto promulgado por los diversos príncipes y dignatarios de la cristiandad contra los que observan los mandamientos, suspenda la protección y las garantías del gobierno y los abandone a los que tratan de aniquilarlos, el pueblo de Dios huirá de las ciudades y de los pueblos y se unirá en grupos para vivir en los lugares más desiertos y solitarios. Muchos encontrarán refugio en puntos de difícil acceso en las montañas”.
¿Se acuerdan que Elías oró para que no lloviera? Eso se encuentra en Santiago 5:17-18. ¿Creen ustedes que dejó de orar una vez que comenzó la sequía? Yo creo que no. De hecho, yo creo que él intensificó sus oraciones durante la sequía. Él no tenía nada para hacer allí en el arroyo Querit. Al menos con la mujer de Sarepta pudo hablar mientras estuvo con ella. Pero en el arroyo, no tenía nada que hacer, a no ser orar. ¿Acerca de qué creen ustedes que estuvo orando? Elías oró para que Dios trajera los corazones de las personas de vuelta al Dios del cielo. Él oró para que la sequía los despertara de su pecado y su rebelión.
Escuchen esto de Profetas y Reyes p.97. “Durante los largos años de sequía y hambre, Elías rogó fervientemente que el corazón de Israel se tornase de la idolatría a la obediencia a Dios. Pacientemente aguardaba el profeta mientras que la mano del Señor apremiaba gravosamente la tierra castigada. Mientras veía multiplicarse por todos lados las manifestaciones de sufrimiento y escasez, su corazón se agobiaba de pena y suspiraba por el poder de provocar una presta reforma. Pero Dios mismo estaba cumpliendo su plan, y todo lo que su siervo podía hacer era seguir orando con fe y aguardar el momento de una acción decidida.”
Y amigos, cuando ustedes hayan entregado la última literatura sobre el evangelio, cuando le hayan hablado al último inconverso sobre entregar su corazón a Cristo, cuando ustedes hayan gastado hasta la última moneda, cuando hayan predicado su último sermón, y tengan que huir a las montañas en busca de refugio, ustedes también no tendrán otra cosa para hacer, a no ser orar. Eso es todo. Orar por las almas perdidas, que hasta el último instante, puedan entregarle sus corazones al Señor Dios de Israel. Puede ser que no puedan hacer mucho, pero podrán orar. Podrán suplicarle a Dios por protección, por las almas y por sus amigos creyentes para que permanezcan fieles.
Finalmente, Dios le dijo a Elías que enfrentara a Acab. Había llegado el tiempo de la acción. Ahora, veamos 1ª Reyes 18:1. “Pasados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra”.
Elías debe haber pensado que después de un par de años, la sequía había durado lo suficiente. Pero esperó las instrucciones de Dios. La sequía estaba en su cuarto año cuando Dios le dijo que volviera a Israel.
Ahora, por favor entiendan esto. Es una buena cosa en un mal tiempo, cuando Dios llama a Sus mensajeros y ministros para que salgan de su escondite. ¡Es una señal que va a haber lluvia! Puede que sean odiados por muchos, temidos por muchos, pero los justos conocen su tiempo. Ellos se regocijan al escuchar el claro mensaje del Señor. ¿No es así hoy en día, mis amigos? En un tiempo en que hay tanta maldad, en un tiempo en que hay tanta falsa enseñanza, en un tiempo en que hay tanta corrupción y apostasía entre aquellos que afirman ser los seguidores de Cristo, ¿no les gustaría escuchar a fieles mensajeros dando el antiguo mensaje de la verdad? Es como agua fresca para un alma reseca y sedienta.
El retorno de Elías a Israel tenía que ser así. Los 7.000 que no habían doblado sus rodillas a Baal, deben haberse preguntado si Elías volvería alguna vez. Y cuando lo hizo, deben haberse regocijado esperando que algo bueno pudiera ser hecho, no solo traer lluvia sobre la tierra, sino traer la lluvia del espíritu de Dios a los corazones del pueblo.
Sí, el correcto testimonio del Señor a través de Sus fieles mensajeros es un sonido bienvenido para aquellos que aman a Dios. Cuando no hay profeta, el pueblo perece espiritualmente. Elías no estaba en Israel y no había estado activo durante 3 años y medio. Los profetas del Señor, los obreros bíblicos de las escuelas de los profetas estaban escondidos y también estaban inactivos. El pueblo de Israel estaba languideciendo. Había una sequía en el país, pero había una sequía mayor en sus almas.
Así, Elías obedeció al Señor. Se despidió de la viuda de Sarepta y comenzó el regreso a Israel para encontrarse con Acab. Debe haber sido difícil para Elías alejarse de la pequeña familia que ahora significaba tanto para él. Elías debe haberle enseñado mucho. Ella fue sin duda afirmada en su fe en Dios. No tenemos ninguna idea si alguna vez ella fue bautizada.
Estoy seguro que fue duro para ella ver partir a Elías. Sin duda que él le prometió que el Dios vivo de Israel continuaría velando por ella. Tal vez el milagro del pan y del aceite que suplió sus necesidades continuó aun después que Elías se fue. Hay muchas cosas que no sabemos, porque nunca más escuchamos algo acerca de esta mujer. Yo no se lo que ustedes piensan, pero yo quiero encontrarla en el cielo algún día. Sospecho que ella va a estar allí, ¿no lo creen ustedes?
Ahora, Acab y Abdías tenían un problema. Sus animales estaban muriendo, y no deben haber tenido muchos ya en ese momento. No había pasto y tampoco les quedaba pasto almacenado. ¿Qué iban a hacer?
1ª Reyes 18:3-7. “Y Acab llamó a Abdías su mayordomo. Abdías era en gran manera temeroso de Jehová. Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los sustentó con pan y agua. Dijo, pues, Acab a Abdías: Ve por el país a todas las fuentes de aguas, y a todos los arroyos, a ver si acaso hallaremos hierba con que conservemos la vida a los caballos y a las mulas, para que no nos quedemos sin bestias. Y dividieron entre sí el país para recorrerlo; Acab fue por un camino, y Abdías fue separadamente por otro. Y yendo Abdías por el camino, se encontró con Elías; y cuando lo reconoció, se postró sobre su rostro y dijo: ¿No eres tú mi señor Elías? ”
Abdías es una persona asombrosa. Él es un hombre muy bueno. Es un gran hombre en la corte del rey Acab y de la reina Jezabel. Él es el jefe, o gobernador del palacio en Samaria. Él tiene una posición de honor, poder y confianza. Él es la persona de confianza en la cual ellos confían todas las cosas prácticas. Él comanda todo para ellos.
Pero Abdías es uno de aquellos raros hombres en una muy alta posición y que aun es fiel a Dios desde su juventud. Aquellos que comienzan a temer al Señor desde su juventud, a menudo poseen una distinción de fidelidad hacia el Señor cuando crecen. La grandeza de Abdías brilla debido a lo que hizo para preservar a los profetas de Dios. Tal vez, él se las arregló para mantener las cosas tranquilas en cuanto a eso en el palacio. Si Jezabel hubiese sabido lo que él hizo con los profetas del Señor, ella lo habría ejecutado. Pero, de alguna manera él mantuvo a esos profetas con vida, justo debajo de la nariz de Jezabel. Arriesgó su vida por ellos. Dios siempre posee recursos, mis amigos. A menudo ellos están en altos lugares y en posiciones de honor y confianza. Y Él los tiene en reserva para el tiempo cuando los necesite. Ustedes pueden descansar seguros de que Dios sabe lo que está haciendo.
Y ustedes se preguntarán cómo es que un hombre tan malo como Acab y una mujer tan impía como Jezabel prefirieron a un hombre que fue tan eminentemente bueno, para que cuidara de todos sus asuntos. Hay una respuesta para eso. Hasta los impíos quieren a alguien en quien puedan confiar sus asuntos. Ellos necesitaban a alguien que fuese honesto, trabajador e ingenioso. El hombre que es correcto para con su Dios, será fiel para con sus soberanos terrenales, aun cuando éstos sean impíos y malos.
Abdías no pudo reformar a Acab. Tampoco Acab pudo corromper a Abdías. Ambos se mantuvieron firmes en sus caracteres. El que esté sucio, continuará siendo sucio, y el que es santo continuará siendo santo. ¿Creen ustedes que así será en el tiempo de angustia cuando Cristo abandone el Lugar Santísimo y declare: “Consumado es?” Sí, eso es lo que dice la Biblia. Y aquí todavía hay un paralelo profético para los últimos días de la historia de la tierra.
Temer a Dios es muy importante. Temer a Dios en los buenos tiempos y en los buenos lugares, no es tan difícil. Pero mantener ese temor a Dios en los malos tiempos y en los malos lugares, es la evidencia de genuino temor al Señor. Es fácil cuando se tiene la libertad para hacerlo. Pero el genuino temor a Dios se prueba por la persecución en los malos tiempos. Brilla más y es más poderoso ante la adversidad.
Abdías era un remanente de Dios entre todo tipo de personas, altas y bajas, ricas y pobres. Él era de los 7.000 que no habían doblado sus rodillas a Baal. Dios nunca se queda sin un remanente, mis amigos. Cuando el mal se está multiplicando, Dios siempre posee a aquellos que le serán fieles. Él posee Su remanente también hoy. ¡Qué maravilloso grupo para estar en él! Ellos son los que van a sobrevivir a la crisis venidera. El problema es que, aún estamos en los buenos tiempos. No estamos en los malos. Y somos perezosos en nuestra fidelidad para con el Señor. La prueba y el juicio van a aplastar a muchos de nosotros.
Acab y Abdías fueron personalmente a ver si encontraban pasto y agua para los caballos y las mulas, para que no perdieran a todas las bestias. La providencia hizo que Acab viera cuán mal estaban realmente las cosas, con sus propios ojos, a cuenta del juicio contra él. Tal vez, esto fue así para que sea más receptivo al consejo de Elías, quien lo conduciría al único camino por el cual la sequía podía ser detenida.
Es interesante que Acab estuviera preocupado por salvar a las bestias aún vivas, pero no estaba preocupado por su pueblo. Quería encontrar agua para los mudos animales, pero no estaba interesado en llevarles vida espiritual a los súbditos de su reino. Estaba ocupado de protegerse a sí mismo de los síntomas de la enfermedad, y no de la causa. Acab estaba más preocupado con sus bienes que con su propia alma.
Pero fue como si Elías hubiese desaparecido por el espíritu del Señor. Y cuando Elías aparece sorpresivamente delante de él, mientras él procuraba agua, su primer pensamiento es que Elías ha sido devuelto en espíritu a Israel. Y teme lo que pueda venir después.
Yo personalmente pienso que es muy irónico que al final de su ministerio sobre la tierra, Dios se lleva a Elías en un glorioso carro, para nunca más ser visto otra vez por persona alguna, excepto en el monte de la transfiguración con Cristo. Ustedes pueden ver que mientras estuvo en la tierra, Elías estuvo vivamente interesado en Cristo y en Su misión.
Elías fue escogido, juntamente con Moisés, para estar con Cristo en el monte de la transfiguración como un testigo de la importancia de su obra en relación con la obra de Cristo. Él estuvo allí con Moisés porque trabajaron juntos como un tipo de la obra que el pueblo de Dios tiene que hacer en los últimos días. La ley, es representada por Moisés, porque Dios le dio los Diez Mandamientos en el monte Sinaí y el correcto testimonio de Elías; ambos son necesarios para entender la gracia salvadora de Jesús. Ambos van de la mano.
Amigos, jamás entenderemos la gracia salvadora, a menos que entendamos la enormidad del pecado a través de la ley y por el testimonio correcto. Necesitamos la ley, porque es la norma del cielo. Necesitamos el testimonio porque nuestras mentes poseen una asombrosa capacidad para justificar al yo y minimizar el pecado. A menudo necesitamos a alguien que nos muestre nuestro pecado, así como Elías le mostró a Israel su pecado.
Sin la norma de la ley, la gracia se convierte en algo barato e insípido. Se vuelve no inspiradora y pierde su atractivo. David dijo: “¡Cuánto amo yo tu Ley! Todo el día es mi meditación”. Salmo 119:97. Él nos estaba diciendo cuán importante es la ley y que tenemos que amarla y meditar en ella tal como lo hizo él. Mientras más amemos a Cristo, más amaremos la ley de Dios, los Diez Mandamientos. Mientras más amemos a Jesús, más compartiremos de la gracia y del poder que Él nos dio para vencer el pecado. Cuando meditamos en la vida de Cristo, conseguimos ver un cuadro claro de la ley y su perfección de justicia. Mientras más meditamos en Cristo y la ley, la cual Él vino a levantar, más significativa que nunca se convierte Su maravillosa gracia.
No podemos eliminar la ley. Amigos, la ley no puede salvarlos. Solamente Cristo puede salvarlos. Pero la ley tiene que ser entendida en su perfecto carácter. Es la manera a través de la cual entendemos nuestro pecado y también lo que Dios espera de nosotros. Elías y Moisés, ambos apuntaron hacia Cristo, si lo entendemos correctamente. Ambos revelan Su amor y Su poder para salvar.
Sin lugar a dudas que la providencia hizo que Abdías se fuera por el camino por donde Elías venía. Dios trabaja de esa manera. Él organiza las cosas. Abdías quedó asombrado al ver a Elías, y cayó sobre su rostro con gran respeto. “¿No eres tú mi señor Elías?” preguntó. He aquí el hombre que como un padre cuidó cariñosamente de los hijos de los profetas en las cuevas y que ahora se inclina como un hijo hacia el padre espiritual de los profetas.
Elías le respondió en el versículo 8: “Yo soy; ve, di a tu amo: Aquí está Elías.”
Pero Abdías estaba preocupado. ¿Se acuerdan lo que pasaba por su mente? Todos sabían cómo Elías había aparecido de la nada, y entonces desapareció en la nada, como los profetas suelen hacerlo. Así también sucedió con los hijos de los profetas. Ellos estaban trabajando secretamente y eran como el viento. Nadie sabía de dónde provenían, o adónde se estaban dirigiendo. Esto fue muy frustrante para Jezabel y Acab. Pero le reputación de Elías para desaparecer era bien conocida. Y Abdías está temeroso que Elías exponga a Acab como un tonto y entonces él sería muerto a causa de eso.
Versículos 9-15: “Pero él dijo: ¿En qué he pecado, para que entregues a tu siervo en mano de Acab para que me mate? Vive Jehová tu Dios, que no ha habido nación ni reino adonde mi señor no haya enviado a buscarte, y todos han respondido: No está aquí; y a reinos y a naciones él ha hecho jurar que no te han hallado. ¿Y ahora tú dices: Ve, di a tu amo: Aquí está Elías? Acontecerá que luego que yo me haya ido, el Espíritu de Jehová te llevará adonde yo no sepa, y al venir yo y dar las nuevas a Acab, al no hallarte él, me matará; y tu siervo teme a Jehová desde su juventud. ¿No ha sido dicho a mi señor lo que hice, cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; que escondí a cien varones de los profetas de Jehová de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los mantuve con pan y agua? ¿Y ahora dices tú: Ve, di a tu amo: Aquí está Elías; para que él me mate? Y le dijo Elías: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que hoy me mostraré a él.”
Elías debe haber sonreído ante la falta de confianza de Abdías. Él necesitaba una especie de nueva seguridad. Él había estado viviendo bajo la amenaza de ser descubierto por lo que había hecho con los profetas del Señor durante mucho tiempo. Él había provisto durante tanto tiempo en forma secreta y furtivamente para aquellos obreros bíblicos perseguidos, que su primer pensamiento fue que esto tal vez lo iba a exponer y que sería el fin para él. Abdías piensa que tal vez el Espíritu del Señor había guiado a Elías en el pasado, y ahora nuevamente en el presente, porque repentinamente Elías está ahí. Y ahora, ¿qué va a suceder si el Espíritu del Señor nuevamente lo lleva a alguna parte mientras él va a buscar a Acab?
Abdías sabe que Acab no merece ningún favor de Elías y ciertamente Elías no merece ningún daño de Acab. Él sabe que tiranos y perseguidores como Acab a menudo son irrazonablemente ultrajantes, aun hacia sus amigos y confidentes.
Elías conoce el poder de Dios. No está preocupado por sí mismo. Él sabe que Dios puede protegerlo de Acab. Elías le promete que no está jugando y que va a hablar con Acab ese día.
Versículo 16: “Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y le dio el aviso. Y Acab vino a encontrarse con Elías”.
Piensen en esto por un momento. Acab ha buscado por todas partes a Elías. Él ha colocado en funcionamiento todo un sistema de vigilancia para poder capturarlo. Posee espías por todas partes. Hay recompensas por capturar a Elías. Él tiene embajadores buscándolo en los países extranjeros. Hasta presionó a las demás naciones. Y todo eso falló para encontrar a Elías. Él esperaba poder sorprender a Elías y así triunfar sobre él. Pero ahora Elías lo sorprende y él tiembla al saber que tiene que encontrarse con él. Odia a Elías, pero le teme.
Imaginen la escena. Acab está buscando agua y pasto para alimentar a los animales, y repentinamente, Abdías lo está llamando. Acab se da vuelta y espera contra toda esperanza, que Abdías le trae buenas noticias con respecto a haber encontrado agua para sus bestias. Abdías corre hacia Acab, y sin aliento, le dice que Elías ha vuelto y que quiere verlo.
Aun cuando esto pudo haber sido una noticia esperanzadora para Acab, él está enojado. Cuando ve a Elías, le dijo, versículos 17-18: Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel? Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales.”
Esta reunión era entre un rey malo y un buen profeta, un rey tan malo como jamás la nación había tenido, y un buen profeta como jamás la iglesia ha sido bendecida con alguien así.
Pero Acab no se atrevió siquiera a tocarlo. Debe haber recordado lo que le sucedió a Jeroboam cuando trató de asesinar a un profeta. ¿Se acuerdan lo que le sucedió a Jeroboam? Está en el capítulo 13. Un profeta, cuyo nombre desconocemos, vino a Betel, donde Jeroboam había construido un altar y un becerro para que el pueblo los adorara. Él profetizó contra Jeroboam y la falsa adoración que había establecido. Jeroboam se enojó con él. Ahora observen el versículo 4. “Cuando el rey Jeroboam oyó la palabra del varón de Dios, que había clamado contra el altar de Bet-el, extendiendo su mano desde el altar, dijo: ¡Prendedle! Mas la mano que había extendido contra él, se le secó, y no la pudo enderezar. ”. Cuando el rey le suplicó al profeta para que le pidiera a Dios que le restaure la mano, él así lo hizo, y la mano de Jeroboam fue restaurada.
Acab conocía esta historia. Así que no trató de dañar al profeta físicamente. Pero le habló airadamente. “¿Eres tú el que perturbas Israel?” le preguntó. Esto era nada menos que una afrenta para Elías, tal como lo hubiera sido una herida física. Qué contraste fue este comparado con la manera en que Abdías trató a Elías. Ambos hombres revelaron su verdadero carácter por la manera en que trataron al profeta.
La manera en que las personas tratan al mensajero o ministro que trae la verdad, el testimonio directo, revela mucho acerca de su actitud hacia el Dios del cielo. Y la manera en que ellos tratan a esos mensajeros demuestra cómo tratarían a Cristo, si hoy viniese a ellos. Espero que ustedes estén siempre dispuestos a darle la bienvenida al mensajero de la verdad, aun cuando él o ella traigan un mensaje de reproche.
Acab está atontado. Aquí, Elías ha venido a traer lluvia y refrigerio para la tierra, la cual está reseca y Acab le habla de esta manera. Acab está desesperado, pero aun está ciego con respecto a su pecado.
Elías está indignado y le devuelva la acusación a Acab. “Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales.”
Los mejores y más justos hombres a menudo han sido acusados de ser la causa de los desastres públicos o de las quejas. Son maldecidos por perturbar la paz, cuando en realidad son los que acusan los que son culpables de ello. Sus procesos pueden haber sido lentos y graduales, para no provocar alguna objeción. Pero, sin embargo, son la causa del mal. Cuando alguien denuncia el compromiso o el pecado, éste que protesta es maldecido por crear controversia o problemas.
¿Pero quién es responsable por el problema? Es colocado sobre aquellos que silenciosa y sigilosamente han desviado sus lealtades a Dios hacia otras alternativas de adoración. Es colocado sobre aquellos que gradual y continuamente rebajan las normas del cristianismo. Es colocado sobre aquellos que traen la antorcha satánica a los púlpitos de la iglesia de Dios. También es colocado a los pies de líderes nacionales que continuamente conducen a la nación lejos de la ley de Dios y de la Biblia. Acab era responsable por la apostasía tanto en la iglesia como en el estado. Los culpables son los que atraen los juicios de Dios, no aquellos que meramente predicen el peligro y advierten de las consecuencias.
Elías no se detiene para esperar la respuesta de Acab. No hay nada que Acab pueda decir. Ahora él está bajo el control de Elías y es mejor que haga lo que Elías le dice. Elías representa a un rey mucho más grande que Acab. Él representa al Rey de reyes y Señor de señores. Y ahora él ordena una convención o conferencia con todo el pueblo presente en el monte Carmelo, donde una vez hubo un altar para el Señor. Este pudo muy bien ser un famoso lugar alto adonde la verdadera adoración a Dios era exaltada tan bien como pudiera hacerse, pero eventualmente había caído en el desuso y no había sido reparado. Versículo 19: “Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.”
Observen que Acab fue instruido a traer a todo Israel allí para encontrase con Elías. Nadie tenía que ser excluido de este día importante. Sin lugar a dudas que muchos vinieron ansiosos. Querían ver a este hombre famoso que había sido buscado durante tanto tiempo. Ellos estaban, sin duda, muy curiosos acerca de él.
Pero observen también que Elías exigió que todos los profetas de Baal también tenían que estar allí, y todos los profetas de los bosquecillos. En total eran 850 los que eran mantenidos por el estado. Ellos comían de la “mesa de Jezabel”, o eran pagados por su tesorería. Tenían que comparecer personalmente delante de Elías. Tenían que venir de todo el país, de donde quiera que estuviesen. Esta era la fuerza de Jezabel. Estaban encargados de hacer cumplir al pueblo la observancia de la adoración a Baal. También actuaban como espías, sin duda, para poder encontrar, si fuese posible, al odiado Elías y también a los profetas del Señor, si pudiesen hacerlo. Los profetas de los bosquecillos eran los capellanes personales de Jezabel, los que conducían la licenciosa adoración alrededor de Samaria.
Amigos, ¿creen ustedes que Dios necesita hoy mensajeros como Elías? ¿Adónde están ellos? Sí, son miles los que no han doblado las rodillas a Baal. ¿Pero adónde está la firme reprensión? Es políticamente incorrecto reprender el pecado. Los que lo hacen, no son apreciados.
Pero he aquí el testimonio del Señor en Profetas y Reyes p.103 “Hoy también es necesario que se eleve una reprensión severa; porque graves pecados han separado al pueblo de su Dios. La incredulidad se está poniendo de moda aceleradamente. Millares declaran: “No queremos que éste reine sobre nosotros.” (Luc. 19: 14.) Los suaves sermones que se predican con tanta frecuencia no hacen impresión duradera; la trompeta no deja oír un sonido certero. Los corazones de los hombres no son conmovidos por las claras y agudas verdades de la Palabra de Dios.”
Ustedes pueden ver, mis amigos, que la historia de Elías también es una historia acerca de nuestros tiempos. La apostasía gradual de las naciones, conduce a la iglesia en la misma dirección. Y la apostasía gradual de la iglesia, conduce a la nación más lejos de Dios. Se potencian la una con la otra. ¿Podemos ver esto aconteciendo hoy en día? Ciertamente que sí. ¿Han observado cómo la iglesia, en gran medida refleja a la sociedad? Y si la iglesia no va a resistir el progreso del pecado en la sociedad, ¿cómo podría retener su propia pureza? Rápidamente, las personas, tanto en la iglesia como en el estado, están siendo conducidas hacia el desastre. Existe un “hambre en la tierra. No de pan, ni sed de agua, sino de oír la Palabra de Dios”. Amós 8:11.
Pero viene un tiempo de angustia, mis amigos, que va a arrojar al mundo y a aquellos que dicen ser seguidores de Jesús en la más crucial prueba y juicio. Ustedes tienen que tener su vida pura y santa, tal como la vida de Elías. Si ustedes no están viviendo una vida consistente, ¿cómo podría Dios usarlos para conducir a Su pueblo de vuelta al lugar adonde deberían estar? ¿Cómo podría Dios usarlos para advertir al mundo? ¿Cómo podría Él usarlos para despertar almas que no están conscientes de los tiempos en que vivimos?
Hoy vemos el surgimiento de la vigilancia estatal nuevamente. ¿Creen ustedes que esto es por accidente? Yo no lo creo. Fue profetizado a través de la historia de Elías. ¿Creen ustedes que pueden escapar de esto? Yo no lo creo, excepto a través de la poderosa mano de Dios.
Elías vivió en una época de vigilancia. Reyes y gobernantes impíos están haciendo lo mismo hoy, y aún más, porque poseen tecnología. Y es cara. Pero Dios nos la está mostrando ahora a nosotros, porque estamos cerca del tiempo cuando la atención será cambiada de la prevención del terrorismo a la de perseguir al pueblo de Dios. El sistema de información que está siendo desarrollado se está preparando especialmente pero la futura confrontación entre el mundo de las tinieblas y el mundo de la luz.
Dios nos está mostrando todo esto para que podamos aprender a confiar completamente en Él, y también para que podamos entender su enormidad, para que no temamos al hombre. El plan de Dios es un día derrumbar todo esto, mis amigos. Él está planificando derrumbar todo esto en defensa de Su pueblo. Viendo y entendiendo esto hoy, también estaremos preparados entonces para entender el poder de Dios para derrumbarlo.
Oremos. Nuestro Padre celestial, cuán agradecidos estamos de poder servir a un Dios todopoderoso, el cual tiene el mejor interés en mente para con nosotros. Gracias por Tu gracia que nos abre las cosas de la profecía de tal manera que podamos ver cómo se están cumpliendo en nuestros días. Por favor envíanos Tu Espíritu Santo, para que podamos vivir los principios del cielo. Purifica nuestras vidas y danos el poder para vencer nuestros pecados. Entendemos que existe un sistema masivo de vigilancia que está siendo madurado y que hará que todos queden presos en el nuevo orden mundial religioso. Lo vemos venir y reconocemos que no podemos hacer nada para impedirlo. Solamente los ángeles de Dios pueden derribarlo. Ellos ven lo que está aconteciendo y están preparados para ello. Queremos estar preparados también para eso. Que el Dios de Elías envíe a Sus ángeles para que estén de nuestro lado y para que nos enseñen lo que tenemos que saber para prepararnos para el conflicto venidero. Confiamos en Ti para que nos defiendas cuando sea en el mejor interés de Tu causa. Y gracias por Tu amor y poder. En el nombre de Jesús, amén.
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