El Papa Francisco ha agregado una nueva escala en su viaje a los Estados Unidos programado para el próximo mes de septiembre: la Casa Blanca. Las autoridades estadounidenses han confirmado la reunión para el 23 de septiembre con una ceremonia oficial de apertura en la residencia presidencial. Ese mes, el Papa visitará los Estados Unidos para el Encuentro Mundial de la Familia, visitará las Naciones Unidas y hablará ante una sesión conjunta del Congreso de los Estados Unidos.
El Presidente Obama y la primera dama Michelle se reunirán con el Papa para conversar más acerca de los valores que comparten, incluyendo «el cuidado de los marginados y los pobres; el avance de oportunidades económicas para todos; cómo ser buenos administradores del medio ambiente; la protección a las minorías religiosas y la promoción de la libertad religiosa en todo el mundo; la acogida e integración de los inmigrantes y refugiados en nuestras comunidades».
El día mundial de la familia va a congregar a más de 1 millón de personas de todo el mundo. Es la primera vez que la reunión se celebra en los Estados Unidos. El Papa también tendrá la misa en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington, DC. También el Papa agregará a otro santo al calendario, a Junípero Serra, fundador de las primeras misiones católicas en California.
«El presidente espera con interés poder continuar esta conversación con el Santo Padre durante su primera visita a los Estados Unidos como Papa», dijo la Casa Blanca en un comunicado.
«Cuando el protestantismo extienda la mano a través del abismo para asir la mano del poder romano, cuando se incline por encima del abismo para darse la mano con el espiritismo, cuando, bajo la influencia de esta triple unión, nuestro país repudie todo principio de su constitución como gobierno protestante y republicano, y haga provisión para la propagación de las mentiras y seducciones papales, entonces sabremos que ha llegado el momento en que se verá la asombrosa obra de Satanás, y que el fin está cerca”. Testimonios para la Iglesia, Vol. 5, página 426 y 427.
Source Reference
Comments