The Christian Post, por Jim Denison: Necesito comenzar con una advertencia: este será un artículo positivo escrito para animar a los cristianos a que podamos enfrentarnos a cualquier circunstancia que encontremos este año con una fe optimista y alegre en el poder y la provisión de nuestro Padre.
Sin embargo, para llegar allí, necesito explicar por qué este tema está en mi mente hoy.
El domingo pasado, en el programa Meet the Press, el presentador de las noticias de la NBC, Chuck Todd, leyó y respaldó una carta en la que afirmaba que los partidarios de Donald Trump «quieren que se les mienta» ya que creen en «cuentos de hadas» como el arca de Noé.
Dejando a un lado la política de esta afirmación, notemos que los judíos creen en el arca de Noé porque se describe como un acontecimiento histórico en la Torá (Génesis 6-9). Jesús (Mateo 24:37-39) y Pedro (1ª Pedro 3:20; 2ª Pedro 2:5) también creían en su historicidad. Y los musulmanes lo encuentran en el Corán (29:14-15).
Un reciente artículo en Medium va más allá en la denigración de la fe bíblica. En «Queridos cristianos, es hora de que tratemos vuestra intolerancia religiosa», el escritor lamenta que su abuelo nigeriano haya sido expulsado de su pueblo por los cristianos conversos porque se negó a convertirse al cristianismo. También señala que los misioneros cristianos impusieron a su padre un nuevo nombre, edad, idioma y vestimenta que consideraban más apropiados para la fe.
Señala a John Allen Chau, el cristiano que quebrantó numerosas leyes y luego fue asesinado mientras intentaba compartir el evangelio con un grupo de personas no alcanzadas en la costa de la India. La conclusión del autor es que cualquier religión que cree que otros necesitan aceptar su mensaje o enfrentar la condenación es egoísta, intrusa, invasiva e intolerante. Está convencido de que debemos oponernos a tales religiones con la misma vehemencia que él.
Por supuesto, los pecados cometidos en nombre de una religión o ideología no son necesariamente culpa de esa religión o ideología. Como cristiano, creo firmemente que el abuelo y el padre del escritor fueron tratados horriblemente e indefendiblemente. No debemos culpar a todos los musulmanes por el 11-S o a todos los ateos por las atrocidades de Lenin.
Y debemos tener en cuenta que el rechazo del escritor a la «intolerancia» religiosa es en sí misma una forma de intolerancia.
Mientras que los Cristianos Americanos deben notar y responder a aquellos que degradan o atacan nuestra fe (1ª Pedro 3:15-16), también debemos recordar a aquellos que están enfrentando una persecución mucho peor que la que nosotros experimentamos.
Estoy pensando en los once cristianos nigerianos que fueron ejecutados por los terroristas de ISIS, diez de ellos por decapitación. Se cree que fueron asesinados el día de Navidad. Y la opresión del gobierno en China que busca reescribir la Biblia, derriba cientos de edificios de iglesias y encarcela a los pastores.
Puertas Abiertas declara en su reporte del 2019 que de 245 millones de cristianos alrededor del mundo-uno de cada nueve globalmente-están actualmente sufriendo de persecución. En promedio, once creyentes son asesinados cada día por su fe.
Jesús nos enseñó: «Bienaventurados seréis cuando os vituperen y os persigan, y digan toda clase de maldades contra vosotros falsamente por mi causa» (Mateo 5:11). Fíjese que nuestro Señor dice «cuando», no «si».
La persecución es inevitable para los verdaderos seguidores de Jesús (Juan 16:33). Los que odian a nuestro Padre odiarán a sus hijos (Juan 15:18-21). Pablo fue tajante: «Todos los que quieren vivir una vida piadosa en Cristo Jesús serán perseguidos» (2ª Timoteo 3:12).
Aquí aprendemos que si no estamos enfrentando oposición por nuestra fe, debemos preguntarnos si nuestra fe es tan pública e inflexible como debería ser. No estoy sugiriendo que debemos buscar ser perseguidos. Pero estoy sugiriendo que no debemos sorprendernos cuando lo somos.
Nuestro Comentario:
Las actitudes burlonas de algunos hacia el cristianismo hoy en día son un reflejo de las actitudes de los individuos antes del diluvio.
Conexión Profética:
“Solamente ocho almas de la enorme población antediluviana creyeron y obedecieron la palabra que Dios les habló por labios de Noé. Durante ciento veinte años el predicador de la justicia amonestó al mundo acerca de la destrucción que se aproximaba; pero su mensaje fue desechado y despreciado. Lo mismo sucederá ahora. Antes de que el Legislador venga a castigar a los desobedientes, exhorta a los transgresores a que se arrepientan y vuelvan a su lealtad; pero para la mayoría estas advertencias serán vanas. Dice el apóstol Pedro: «En los postrimeros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.» (2 Ped. 3:3, 4.) ¿No oímos repetir hoy estas mismas palabras, no sólo por los impíos, sino también por muchos que ocupan los púlpitos en nuestra tierra?» Patriarcas y Profetas, pág. 92.
Comments