Según un estudio: Cuando se produce una ola de calor, mucha gente piensa que se trata de un signo más del calentamiento global. Sin embargo, un nuevo y preocupante estudio ha descubierto una serie de «puntos calientes» en todo el mundo, donde las temperaturas se vuelven tan extremas sin previo aviso que el cambio climático no puede explicarlo.
En estas regiones, el calor estival no sólo aumenta sigilosamente, sino que estalla de repente en territorio desconocido. Los investigadores de la Columbia Climate School añaden que estas olas de calor son tan extremas que están rompiendo todos los modelos climáticos de predicción que se han hecho.
Estamos hablando de récords de temperatura pulverizados por márgenes alucinantes, como la ola de calor de 2021 en el noroeste del Pacífico, que batió récords diarios por la asombrosa cifra de 54 grados Fahrenheit.
«Estas regiones se convierten en invernaderos temporales», afirma el investigador principal, Kai Kornhuber, en un comunicado de prensa.
El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, analizó 65 años de datos sobre olas de calor y descubrió algo realmente inquietante. Mientras las temperaturas mundiales aumentan, algunas zonas sufren olas de calor totalmente fuera de lo normal.
Los ejemplos más dramáticos parecen una gira mundial de catástrofes térmicas. China central, Japón, la Península Arábiga, el este de Australia y el noroeste de Europa han sido los países más afectados. Sólo en Europa, las olas de calor contribuyeron a casi 60.000 muertes en 2022 y 47.000 en 2023.
Lo que hace que estas olas de calor sean tan inusuales es su imprevisibilidad. Una posible explicación tiene que ver con la corriente en chorro, ese rápido río de aire que rodea el hemisferio norte. A medida que el Ártico se calienta más rápidamente que otras regiones, la corriente en chorro se vuelve inestable, creando potencialmente «ondas de Rossby» que atrapan el aire caliente en lugares inesperados durante días o incluso semanas.
Esto es lo verdaderamente aterrador: no estamos preparados para estos fenómenos extremos. Muchas regiones, como el noroeste del Pacífico y Europa, tradicionalmente no necesitaban aire acondicionado. De repente, se enfrentan a temperaturas que pueden matar.
«No estamos hechos para ellos, y puede que no seamos capaces de adaptarnos lo bastante rápido», advierte Kornhuber.
Curiosamente, estos picos de calor extremo no se dan en todas partes. Grandes zonas como el centro-norte de Estados Unidos, el centro-sur de Canadá y partes de Siberia están experimentando aumentos de temperatura que se acercan más a las predicciones.
Ahora que 2024 va camino de convertirse en otro año récord -después de 2023, el año más caluroso jamás registrado-, este estudio nos lo recuerda con crudeza. Nuestro clima está cambiando de un modo que no acabamos de comprender, y las consecuencias pueden ser devastadoras.
El mensaje es claro: no se trata sólo de veranos calurosos. Son un atisbo de un mundo en rápida transformación, en el que nuestros modelos y preparativos actuales pueden no ser ya suficientes.
Nuestro comentario:
¿Podría este fenómeno ser precursor de la cuarta de las siete últimas plagas?
Conexión Profética:
«Y el cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, y le fue dado poder para abrasar a los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas; y no se arrepintieron para darle gloria.» Apocalipsis 16:8-9.
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