«Después de una terrible temporada de huracanes en 2017 con monstruos como Harvey, Irma y María, muchos en Estados Unidos esperan un año más tranquilo. Un grupo de expertos en pronósticos dice que no será así.”
«El meteorólogo Phil Klotzbach y otros expertos de la Universidad Estatal de Colorado, considerados los principales pronosticadores de huracanes estacionales del país, predicen 14 tormentas tropicales con su nombre, de las cuales siete se convertirán en huracanes. Ambos números están por sobre del promedio de 12 y 6, respectivamente. Una tormenta tropical se convierte en huracán cuando la velocidad del viento alcanza las 74 mph.”
«De los siete huracanes pronosticados, se espera que tres se conviertan en huracanes importantes, de categoría 3, 4 o 5, con vientos sostenidos de 111 mph o más». Existe un 63% de posibilidades de que un huracán importante golpee la costa estadounidense durante la temporada, que se extiende desde el 1° de junio hasta el 30 de noviembre.”
«El año pasado, el equipo pronosticó que se formarían 11 tormentas tropicales, de las cuales 4 se convertirían en huracanes. En total, se desarrollaron 17 tormentas tropicales y 10 se transformaron en huracanes.”
«Uno de los principales factores determinantes en la predicción de huracanes, es si Estados Unidos está en el patrón climático de El Niño o La Niña», dijo. El Niño es un calentamiento natural del agua tropical del Océano Pacífico, que tiende a reprimir el desarrollo de huracanes en el Atlántico. Su opuesto, La Niña, marcado por aguas frías del océano, tiende a aumentar la formación de huracanes en el Atlántico.”
«Klotzbach dijo que ahora estamos en una temporada débil de La Niña, que parece va a disminuir en los próximos meses. En este punto, no se prevé un fenómeno importante de El Niño para el verano o el otoño”, agregó.
«El otro gran interrogante en las predicciones de esta temporada, es qué tan cálidas serán las temperaturas de la superficie del mar en los océanos tropicales y del Atlántico Norte durante el pico de la temporada de huracanes en el Atlántico, de acuerdo con el pronóstico. Los huracanes necesitan el combustible del agua cálida del océano para desarrollarse y fortalecerse.”
«La universidad, bajo la dirección del meteorólogo William Gray, fue el primer grupo en predecir la actividad estacional de los huracanes a mediados de los años ochenta. Gray murió en 2016. Este es el pronóstico número 35 del equipo. Cubre la cuenca del Atlántico, que incluye el Mar Caribe y el Golfo de México.”
El sitio AccuWeather publicó su pronóstico de huracanes para la próxima temporada a principios de esta semana, pronosticando que se formarán de 12 a 15 tormentas con nombre, de las cuales seis a ocho serán huracanes. La firma dijo que tres o cuatro es probable que lleguen a impactar a EE. UU.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica emitirá su pronóstico en mayo.
“El Espíritu refrenador de Dios se está retirando ahora mismo del mundo. Los huracanes, las tormentas, las tempestades, los incendios y las inundaciones, los desastres por tierra y mar, se siguen en rápida sucesión. La ciencia procura explicar todo esto. Menudean en derredor nuestro las señales que nos dicen que se acerca el Hijo de Dios, pero son atribuidas a cualquier causa menos la verdadera. Los hombres no pueden discernir a los ángeles que como centinelas refrenan los cuatro vientos para que no soplen hasta que estén sellados los siervos de Dios; pero cuando Dios ordene a sus ángeles que suelten los vientos, habrá una escena de contienda que ninguna pluma podrá describir. Tomo 6 de Testimonios para la Iglesia pág. 408.
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