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El equipo de estrategas del Presidente de los Estados Unidos quieren deshacer el exceso federal (como lo ven ellos) que ha venido ocurriendo desde los tiempos del Nuevo Trato, e incluso mucho más allá, hacia la era progresista a inicios del Siglo 20. Ellos tienen grandes planes con Neil Gorsuch en la Corte Suprema y cientos de personas como Gorsuch para las nominaciones judiciales en proyecto.

Los conservadores religiosos estuvieron reunidos en Washington DC para la reciente conferencia anual de la Coalición de Fe y Libertad de Ralph Reed, denominada Camino a la Mayoría. Durante la reunión, hubo una atmósfera triunfalista, casi frívola, en contraste con las sesiones de los años anteriores. Los líderes conservadores religiosos parecen estar cosechando ya los frutos de estar conectados a la Casa Blanca de Trump. De hecho, fueron los cristianos conservadores quienes pusieron al señor Trump en la Casa Blanca.

Es evidente la gratitud de los líderes republicanos a través de la extraordinaria participación en la reunión Camino a la Mayoría. El presidente Trump, el vicepresidente Mike Pence, el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, el líder de la mayoría del Congreso, Kevin McCarthy, y el presidente del Comité de Libertad de la Cámara de Representantes, Mark Meadows, hablaron en algún momento del evento de tres días, junto con otras personalidades como el senador Ted Cruz y el fiscal general Ken Paxton. Demasiado para las predicciones perennes del traspaso de la política a la derecha religiosa.

El señor Trump habló durante la recepción de bienvenida y declaró: “Ustedes no me fallaron y yo nunca les fallaré. Ustedes lo saben”. Trump se los aseguró diciendo: “Créanme, aún no hemos terminado”.

El señor Trump ganó ovaciones al retirar a los Estados Unidos del acuerdo climático de París y su amplia prohibición de fondos para ayudas internacionales a grupos que proveían y apoyaban el aborto. Pero sin lugar a dudas, el premio mayor para los seguidores de Trump fue la designación de Neil Gorsuch para llenar exitosamente la vacante en la Corte Suprema con un fuerte conservador.

Por medio siglo, los líderes religiosos conservadores han guardado resentimiento contra la Corte Suprema por sus fallos a favor de la separación de la iglesia y el estado, el derecho a la privacidad y la igualdad legal de las personas LGBT y más. Así que quedaron maravillados cuando el señor Trump nombró a Gorsuch. Ellos se reunieron para apoyar su nominación y celebraron cuando fue confirmado. Claramente expresaron que cuentan con él para eliminar la separación entre la iglesia y el estado y anular la ley de la Corte sobre el matrimonio igualitario. Además los activistas contra el aborto sueñan con el día en que la Ley conocida como Roe v. Wade sea revocada.

Sin embargo, a los evangélicos conservadores de hoy en día, les interesa algo más que abolir el aborto legal y revertir los nuevos derechos de los estadounidenses LGBTQ. Ellos quieren disminuir el papel del gobierno federal en la educación, salud y más. Desean un modelo reconstruccionista cristiano que le ponga límites a la participación del gobierno en la educación y en el alivio de la pobreza, los cuales son tareas que creen que les corresponden a la iglesia y a la familia.

Ted Cruz se dirigió a los asistentes y fue aclamado cuando dijo: “Tenemos una mayoría republicana en la Cámara. Tenemos una mayoría republicana en el Senado. Tenemos una mayoría republicana en la Casa Blanca. ¿Qué tal si actuamos de acuerdo a ello?

El senador David Perdue de Georgia expresó: “Estamos en una guerra por el futuro de esta República. El gran experimento progresista de los últimos 100 años, con más y más gobierno, ha fracasado. Punto”.

La conferencia Camino a la Mayoría también enfatizó las más de 100 vacantes en la bancada federal, acumuladas por la lentitud del Senado en aprobar los designados de Obama. Con la nominación de jueces fuertemente conservadores para estas designaciones vitalicias (que incluyen usualmente otros 400 reemplazos aproximadamente), se espera que en los próximos ocho años se pueda cambiar radicalmente la dirección del país para alejarlo de las políticas demócratas implementadas desde los tiempos del Nuevo Trato y la Gran Sociedad, cuyos principios son socialistas. El cambio de la cultura es uno de los principales objetivos de la derecha religiosa y la administración Trump.

Los líderes religiosos conservadores le han estado diciendo a sus seguidores, y al mismo Trump, que él está cumpliendo con una misión divina. Ellos advirtieron que la elección de Hillary Clinton habría significado el fin de la libertad religiosa en los Estados Unidos. Así que declaran que Trump ha sido designado por Dios para salvar al país destruyendo la cultura política y demoliendo la administración de Washington. El líder de la mayoría en la Cámara, Kevin McCarty dijo al referirse sobre la elección del señor Trump: “Yo pienso que fue la mano de Dios”.

En la conferencia Camino a la Mayoría, el autor Eric Metaxas representó la elección de Trump como una oportunidad que Dios le daba a los Estados Unidos para demorar Su juicio. Él expresó: “El Gobernador del universo nos ha dado una oportunidad con estas elecciones pero ahora necesitamos levantarnos y pelear”. El representante (republicano por Georgia) Barry Loudermilk, dijo a los asistentes de la conferencia que se sentía “verdaderamente emocionado por lo que Dios estaba haciendo con los Estados Unidos ahora”. Agregó que Dios les había dado a los estadounidenses “una oportunidad para volver a fundar nuestra nación” sobre “aquellas ideas que nuestros padres fundadores consideraban como principios, los cuales tenían claros como mandatos bíblicos”. Loudermilk afirmó que el día de las elecciones fue como el aterrizaje en Normandía, con una batalla real en contra del enemigo, el cual definió como “una ideología que es destructiva no solo de nuestras ideas sino de toda la raza humana”.

Durante una sesión de la conferencia Camino a la Mayoría, en Capitol Hill, el presidente del Comité de Libertad de la Cámara de Representantes, Mark Meadows, demostró hasta qué punto el Tea Party y la Derecha Religiosa han sido siempre movimientos que coinciden. Meadows les dijo a los participantes de la Fe y la Libertad que eran sus “hermanos en el Señor” y que “tenían un trabajo que hacer para tomar esta ciudad y volverla a su legítimo lugar a fin de honrar a Dios y a la fe”. Meadows agregó: “No es posible fracasar” porque “nuestro Dios todavía gobierna sobre los asuntos de las naciones”.

Cuando los conservadores religiosos ganen poder político otra vez, inevitablemente le seguirán leyes religiosas.

“Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada”. Apocalipsis 13:12.

Source References

• Donald Trump And Neil Gorsuch Have The Religious Right Thinking Big—Really Big