Alemania ha tomado por completo «su papel de líder natural en los asuntos económicos y monetarios de la UE», de acuerdo con el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. Durante los últimos diez años, la República Federal de Alemania se ha convertido indiscutiblemente en la mayor potencia de la UE. «Las elites políticas de todos los estados miembros están de acuerdo en que Alemania es el más influyente». En consecuencia, los «socios de la UE» necesitan «decidir cómo manejar el poder de Alemania».
Recientemente, Berlín también ha «tomado un papel más protagónico en la política exterior y de seguridad. Ha «asumido un papel fundamental» en la respuesta de Europa a sus tres “principales retos de la política exterior de 2015,» incluyendo el conflicto en Ucrania, la última erupción de la crisis económica en Grecia y la crisis de refugiados. Hace poco, el Presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Bundestag, Norbert Röttgen (CDU), confirmó en una entrevista con los medios: «Debemos acostumbrarnos al hecho de que tenemos claramente un papel de liderazgo en la UE.»
«Por sí misma», Alemania es «demasiado pequeña para efectuar cambios en las políticas globales», pero puede utilizar los países de la UE para «empujar juntos sobre cuestiones de integración y de política exterior», logrando que Europa tenga el «peso político que Alemania necesita para lograr sus intereses».
No todos están satisfechos con este arreglo. Existe «frustración por el dominio alemán». «La clase política de Alemania» sigue considerando que la UE es «el mejor marco disponible para la articulación de sus intereses nacionales», en lugar de contemplar los intereses de la UE en conjunto.
Además, «Berlín ha comenzado a tomar un enfoque más pragmático hacia la OTAN». Ya no insiste en buscar soluciones dentro del marco de la UE para asegurar el predominio alemán. Si es necesario, Berlín está lista para recurrir a los recursos de la OTAN si así lo ve factible.
El tema de Alemania o la forma en que el resto de los países de la UE deben relacionarse con su poder, se encuentra «nuevamente en el centro de la política europea». Los socios de Berlín en la UE tendrán «que decidir cómo hacerle frente a la fortaleza de Alemania». No va a desaparecer y «no va a tener el equilibrio que tenía antes de la unificación en 1990».
Berlín está llevando a cabo una política abiertamente globalista, que incluye preparativos para la guerra; tales como una acumulación masiva de servicios militares y de inteligencia. Y también está exigiendo que sus socios de la UE hagan lo mismo. «El objetivo es tener una fuerza militar europea común», declaró en julio, el Ministro de Economía alemán y Vicecanciller, Sigmar Gabriel (SPD). Se han aprobado varias propuestas por el Bundestag, tales como el «Concepto de Defensa Civil», que incluye la constitución de un estado de emergencia que lleve a nuevas alturas la vigilancia interna y la represión en toda la UE. Recientemente el Ministro del Interior hizo la invitación a «la intensificación de los controles fronterizos exteriores» de Alemania y a un «índice de entrada y salida», en el que incluso los ciudadanos de la UE sean registrados sistemáticamente cada vez que crucen una frontera. Tomadas en conjunto, estas propuestas apuntan hacia la preparación para la guerra.
«Y oiréis de guerras y rumores de guerra.» Mateo 24: 6.
Comments
Nigel
10 de septiembre de 2016 at 05:34 05Sat, 10 Sep 2016 05:34:11 +000011.Who else is going to lead??? Greece!!