El encuestador cristiano George Barna, afirma que es limitado el nivel de optimismo entre los Conservadores de los Estados Unidos (en su mayoría cristianos) a pesar de los cuatro a ocho años potenciales de buenas noticias en el horizonte político.
Barna dijo que, de los 15 aspectos de la sociedad americana que menciona su encuesta de conservadores SAGE, sólo hay un tema en el cual la mayoría de los cristianos tienen una visión positiva aunque esta es de sólo un punto. Ese tema es la “facilidad de oportunidades financieras para todas las personas”.
“En particular, hay temas donde se expresó una profunda insatisfacción tales como el compromiso espiritual de las personas, la integridad de los oficiales del gobierno, el respeto nacional por los valores tradicionales y la condición moral del país”, agregó Barna.
Solo el 44 por ciento de los conservadores SAGE tienen una visión positiva de la libertad religiosa en Estados Unidos. Solo un tercio están satisfechos con la imparcialidad del sistema de cortes judiciales. Solo el 28 por ciento aprueba el compromiso cristiano de los estadounidenses.
Al final de la lista, se encuentran los valores enseñados en las escuelas públicas y la honestidad e integridad de los medios masivos pero estos alcanzaron un sólo dígito.
Barna dice que la actual “ventana de oportunidad” para cambiar algunas cosas en el frente cultural podría perderse si los cristianos se encierran en sus caparazones y se aíslan de la batalla.
“Cuando usted casi no confía en sus principales instituciones, cuando no se siente seguro de que hay otras personas que están dispuestas a pelear la batalla, la tendencia es esconderse en su caparazón y alejarse de la batalla”, dijo Barna. Esto sería “un gran error” de los cristianos, agregó. “Sería una gran pérdida, no sólo para la iglesia sino para los valores bíblicos y una gran pérdida para el país”.
El problema es que los cristianos con mente política no parecen gustosos de volver a traer la nación al equilibrio con un ejemplo apropiado de respeto por la libertad religiosa. Si bien los cristianos podrían ofrecerle buenas cosas a la sociedad americana, está predicho que ellos, en su deseo de enderezar la cultura, se irán al extremo opuesto y no respetarán los derechos de los grupos religiosos minoritarios, como por ejemplo el de los observadores del sábado.
“En el último conflicto el sábado será el punto especialmente controvertido en toda la cristiandad. Los gobernantes seculares y dirigentes religiosos se unirán para imponer la observancia del domingo, y al fracasar las medidas más benignas, se promulgarán leyes sumamente opresivas. Se insistirá en que no se debe tolerar a los pocos que se oponen a una institución de la iglesia y a la ley del país… El romanismo en el Viejo Mundo y el protestantismo apóstata en el Nuevo, seguirán una conducta similar hacia los que honran los preceptos divinos”. Maranata, pág. 193.
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