El Papa Francisco se reunió con Mauricio Macri, Presidente de Argentina, junto con su esposa Juliana Awada y su pequeña niña en una audiencia en el Vaticano. Argentina es el país de origen del Papa Francisco.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede describió la reunión como cordial. Sus conversaciones «demostraron las buenas relaciones bilaterales entre la Santa Sede y la República Argentina». Entre los temas tratados fueron «la asistencia para el desarrollo integral, el respeto de los derechos humanos, la lucha contra la pobreza y el tráfico de drogas, la justicia, la paz y la reconciliación social.»
Además la Santa Sede expresó: «En este contexto, la contribución positiva del episcopado y de las instituciones católicas en la sociedad argentina fue reiterada, especialmente en el campo de la promoción humana y la formación de las nuevas generaciones, y en particular en el contexto económico actual». En otras palabras, se discutieron temas importantes sobre cuestiones morales y educativas que le preocupan al papado, como la protección de la vida, la educación de los jóvenes (incluyendo espiritual), y la agenda papal para derrocar la pobreza.
Como es habitual, tras la audiencia con el Papa, el Presidente de Argentina se reunió con el Secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin, acompañado por el Secretario para las Relaciones con los Estados, el Arzobispo Paul Richard Gallagher.
«Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación”. Apocalipsis 17: 1, 2.
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