Leah Fessler se sentía miserable. Siendo una mujer feminista, (tal como ella se describe), le han dicho que las mujeres pueden tener relaciones sexuales ocasionales sin consecuencias físicas, emocionales o de otro tipo. Pero Leah encontró que su experiencia con las pseudo-relaciones y las de sus amigas no han cumplido con las poderosas promesas del movimiento feminista y más bien las han dejado emocionalmente vacías, ansiosas de amor y de tener una relación estable.
Fessler realizó una investigación, dedicó su tesis superior a la cultura Hook Up [término en inglés con el cual se hace referencia a las relaciones sexuales sin ningún tipo de compromiso] y publicó sus hallazgos en un artículo. Allí ella explica la razón por la que examinó la prominente cultura Hook Up con sus mal definidas relaciones sin compromiso o «pseudo-relaciones” y el efecto que esta cultura ha dejado en ella y sus amigos de la universidad, haciéndola sentir miserable.
El «sexo sin sentimientos» ha mutado a «pseudo-relaciones» en donde se tienen relaciones con la misma persona durante semanas, meses o incluso años pero al mismo tiempo, evitando una implicación emocional, un compromiso y una vulnerabilidad. De acuerdo con el código social, llamar exclusiva a una relación de ese tipo se considera «pegajosa», o incluso «loca».
El ciclo de «lavar, enjuagar y repetir» la hizo sentirse utilizada y desesperada por tener intimidad emocional. Pero esos sentimientos no cuadran con su ideal feminista de «poder y despreocupación», los cuales las feministas afirman que son posibles.
Sus resultados son convincentes. La inmensa mayoría de las mujeres, casi todas ellas, «declararon una clara preferencia por tener relaciones con compromiso».
«Las mujeres que entrevisté estaban dispuestas a construir conexiones, intimidad y confianza», escribió Fessler. «En cambio, casi todas ellas estaban de acuerdo en que participar de Hook Ups les indujo una abrumadora inseguridad, inestabilidad emocional y soledad».
Los hombres también prefieren una relación seria pero se sienten presionados por sus compañeros para tener sexo casual con muchas mujeres hermosas a fin de poder hablar de estas «escapadas» con sus amigos y mejorar su estatus.
Fessler señala que quizás ha llegado la hora de que el sexo casual deje de ser la tendencia y las mujeres reconozcan la conexión entre su necesidad de una relación emocionalmente satisfactoria y su vida sexual.
«La verdad es que, para muchas mujeres, no hay nada liberador en tener sexo sin sentimientos ni compromiso. Las jóvenes con las que hablé eran parte de la cultura Hook Up porque pensaban que eso era lo que los chicos querían o porque esperaban que un encuentro casual sería un paso hacia el compromiso».
«Al hacer esto, en realidad nos estamos negando a nosotras mismas y reforzando la dominación masculina mientras creemos estar actuando como feministas progresistas. Sin embargo, el haber participado en esa cultura, anhelando de todo corazón amor y estabilidad ha sido, quizás, la acción menos feminista, que yo y cientos de mis compañeras han podido tomar».
Después de todo, vale la pena obedecer los Diez Mandamientos. La siguiente profecía sobre el tiempo del fin habla directamente sobre este problema. “Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias… Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos”. 2ª Timoteo 3: 6, 9.
Comments